20 marzo del 2020
— ¿crees que me quieren hacer daño? — mi cara es de preocupación, pero la de él parece de satisfacción.
—no, no creo estoy seguro— su mirada se topa con la mía, pero sus ojos no parecen los mismos.
—¿Por qué estas así? — pregunto un poco confundida por sus acciones.
—porque me preocupas, no se quien esté haciendo esto— dice, su cara esta seria.
Lo tomo de una mano y lo llevo fuera de la habitación, bajamos las escaleras, lo llevo fuera de casa, solo diciéndole a mi madre que compraríamos algo.
—ahora si Dimitri, ¿Qué me estas ocultando? ¿sé que sabes algo? — su cara sigue seria.
—te están advirtiendo que te alejes de mi— pronuncia.
—¿pero por qué? — digo frustrada.
—porque soy un mujeriego, no puedo estar con una sola chica- mi mirada se empieza a nublar, estando a punto de soltar una lagrima— pero Mer estoy haciendo un esfuerzo, porque en verdad quiero estar contigo... no sabes cuantas chicas se me han acercado proponiéndome cosas, pero las rechazo, ¿sabes por qué? Porque tú eres lo que quiero y gente que no entiende que estoy cambiando solo quiere alejarte- su tono de voz es de enojo, pero calmado a la vez.
No sé qué decir frente a su declaración, yo también quiero estar con él, pero no si me sigue ocultando cosas, estoy cansada de no saber que oculta, de no saber nada de su vida, mientras él sabe todo de la mía.
—te creo, pero no podemos seguir así— pronuncio.
—¿así? ¿Cómo? — pregunta levantando una ceja.
—pues que tu sepas todo de mí y yo no sepa nada de ti, necesito conocerte, cuando tu desapareciste, no supe en donde buscarte— mis mejillas se empezaron a humedecer.
Sentí como el agarro mis manos me jalo, haciendo que mi cuerpo chocara contra el suyo, sus brazos me rodearon, me hizo sentir en calma, no sé cómo lo logra, pero él es mi punto débil.
—no me dejes, pero enséñame como se hace esto, no sé qué se hace en una relación— su voz estaba débil, al parecer le dolía que lo dejara.
—yo tampoco sé que se hace, lo único que sé es que tenemos que tener confianza el uno al otro— pronuncio despegando mi cabeza de su pecho y mirándolo a los ojos, colocando una me mis manos en su mejilla.
—y si ¿aprendemos juntos? — me dice mirándome a los ojos.
— eres un tonto— me burlo y salgo corriendo.
—eso es un ¿si o un no? — sale a correr detrás mío.
—si me logras atrapar es un si— grito
—reto aceptado— grita
Estuvimos corriendo por varias cuadras, soy muy ágil y me podía escapar fácilmente, mientras corríamos solo había risas, las demás personas que pasaban por la calle solo nos miraban raro, mientras corro, escuche un grito de dolor de Dimitri, me volteo y lo veo tirado en el piso, me devuelvo para ayudarlo...
—¿estás bien? — le pregunto.
—sí, solo ayúdame a levantar— menciona.
Extiendo mi mano, la toma y me jala haciéndome caer, quedando encima de él, nos miramos a los ojos, el solo se ríe y lanza miradas picaras, yo no podía evitar que mi cara se pusiera completamente roja, el pasa su mano por mi cara...
—te atrape— menciona.
—no me di cuenta— pronuncio sarcásticamente, sentándome en su regazo y cruzándome de brazos.
-—entonces... vamos a prender a ser una pareja— me dice en un tono seductor.
—sí, lucharemos hasta el final— extiendo una sonrisa de lado.
-
Estábamos comiendo nuestra hamburguesa, en mi habitación. pero no sé por qué siempre actúa tan raro, siempre es evasivo cuando se trata de él, no sé cómo soy su novia, si no lo conozco, quiero conocerlo, no sé por qué no me tiene confianza, como no me conto lo de su madre, poniéndome de excusa que no quería que nadie lo viera débil, pero cuantas veces él no me ha visto en mis peores estados, yo solo conozco pocas facetas de él, feliz, indiferente y soltando unas lágrimas, bueno aparte de su lado coqueto, pero solo se eso acciones, no sé porque las hace, no sé por qué cambia de humor tan rápido, no sé por qué tiene que ser así, sé que nunca ha estado en una relación seria pero... eso no explica sus cambios de actitud.
—¡MEREDITH¡, reacciona— me está tomando de los hombros, mientras me sacude.
—dime— respondo seria y aun ida en mis pensamientos.
—en que tanto piensas— me pronuncia tomándome del mentón.
—¿Por qué me ocultas tu vida? — me suelta la cara y su mirada es de confusión.
—porque... nunca se la cuento a nadie, a pesar de tener varios amigos, ninguno sabe dónde vivo, o como se llama mi padre o como se llamaba mi madre, mi vida no se la cuento a nadie, por eso es que no te he dicho nada, no es por falta de confianza, es porque me cuesta expresarme, pero bueno por ahora te diré cosas básicas, después te contare el resto, cuando me sienta preparado, mi padre se llama igual que yo, igual que mi abuelo, y así para atrás, mi nombre es por herencia, mi madre se llamaba María García, nunca tuve hermanos, mis padres nunca se divorciaron, emmm... mi padre es abogado y tiene muchas propiedades, mi madre era profesora de primaria, no te puedo contar más, créeme de todos los que me conoce en este momento tu eres la que más sabe de mi— me explica, pero en su cara se ve que esta incómodo y sospecho que hay algo que no es cierto en todo lo que dijo.