Una Jugada Del Destino [libro #01]

- CAPITULO 17 -

NOTA: ESTE CAPITULO, ES MEJOR LEERLO CON LA SIGIENTE

CANCION: HOLD ON - CRORD OVERSTEET

Dimitri Jones:

Veo como la llevan en una camilla, camino a su lado mientras ella permanece inmóvil, llegamos hasta unas puertas en donde no me dejan entrar, es imposible ocultar el shock y el frio en mis huesos, las enfermeras me dicen que me vaya a la sala de espera.

Meredith, tienes que luchar, no puedo imaginarme un mundo sin ti, no puedes irte sin que yo… te diga que eres el amor de mi vida, no te me puedes ir por solo una estúpida apuesta.

Veo a sus padres entrar a la sala de espera del hospital...

—¿Dónde está? — me pregunta su madre super desesperada, acompaña de su esposo.

—adentro— aun sigo en shock.

—¿está bien? ¿Qué fue lo que paso? — me pregunta su padre tomándome de los hombro.

—fui a visitarla, y estaba así cortada las muñecas, se desmayó frente a mi — mi voz se escucha perdida, aun no asimilo la idea de no volverla a ver nunca.

Sus padres siguen haciéndome preguntas, pero mi mente está en otro lado, tanto que llega a un punto que ni si quiera se en dónde estoy parado solo pienso en ella.

Mi lunita insoportable, estaría tan perdido si me dejaras solo, tienes que luchar mi linda luna.

4 horas después...

Sale el medico de Mer...

—familiares de Meredith Harrison — todos nos levantamos y nos dirigimos hacia él.

— ¿Cómo esta? — pregunto.

— a perdido mucha sangre, su corazón se detuvo, pero logramos estabilizarla, no sabemos si pasara la noche, es mejor que entren y la vean — sus palabras hacen que mis ojos se nublen y empiecen a caer lágrimas.

Es mi culpa, todo esto es mi culpa, pero ella no se puede morir, ella es joven, no puede irse sin saber que la amo, sin decir lo que siento en verdad, ella simplemente no puede morir.

Sus padres entran primero a verla, yo me quedo esperando afuera de su cuarto, por lo que tengo entendido esta despierta, tengo que decirle todo lo que siento, ella no se puede morir, no de esta manera, no por un idiota como yo, no podre cargar con su muerte en mi espalda. La señora Harrison abre la puerta, ellos salen y me dan señal para entrar.

Entro, ella está en una camilla, conectada a muchas maquinas, me duele verla así, noto como una lagrima cae de su rostro, me acerco, tomo su mano, intentando decir que todo estará bien, me cuesta hablar, tengo un nudo en la garganta, ella me mira, se ve que esta decepcionada.

—Mer, he estado amándote y luchando conmigo mismo, sé que te hice mucho daño, pero, me prometiste que no te ibas a hacer daño, Mer no puedo imagíname un mundo sin ti — no puedo seguir hablando, empiezo a llorar, pero siento como su mano aprieta la mía dándome la fuerza para seguir hablando.

—estaría tan perdido sin ti, me acuerdo cuando te encerraste en el baño, estabas tirada en el piso cuando entre, te acerque a mí para sentir tus latidos— ella intenta hablar.

—mi sol, me hiciste mucho daño — pronuncia, empiezo a llorar con más insistencia.

—te per... dono — pronuncio esa palabra y note como el agarre de su mano se debilitó, como sus ojos se cerraron y escuche el pitido de esa máquina.

Me pongo en su pecho — ¡por favor no me dejes!, ¡por favor reacciona!, ¡ESPERA! Aun te quiero — los doctores entran y me empiezan a sacar de la habitación, pero yo me resisto no puedo dejarla.

—¡MI LUNA VUELVE, YO AUN TE NECESITO! — fue lo último que le pude decir, estaba tan alterado, sus padres se acercaron a mí, en sus caras se veía la preocupación, caigo de rodillas frente a ellos.

—perdónenme, todo esto es mi culpa, yo le hice mucho daño, si ella está aquí es por mi culpa— me tiro al suelo a llorar — por mi culpa su corazón no late — empiezo a llorar tan fuerte, que no escucho razones, solo estoy más y más alterado, mis gritos eran tan fuertes, que tuvieron que llamar a los de seguridad, veo un conjunto de enfermeras acercarse a mí, lo último que sentí fue un pinchazo en mi brazo.

Meredith Harrison:

Abro mis ojos, el frio me está carcomiendo los huesos, veo entrar a mis padres, empiezan a decirme muchas cosas, pero no les prestó atención, ellos se miran a los ojos y salen.

Veo que entra alguien más, ¡no puede ser!, es… Dimitri, se ve en su rostro que ha llorado mucho, se ve la impotencia en su cuerpo, se acerca a mí, siento que toma mi mano y empieza hablar entre lamentos.

—Mer, he estado amándote y luchando conmigo mismo, sé que te hice mucho daño, pero, me prometiste que no te ibas a hacer daño, Mer no puedo imagíname un mundo sin ti— no entiendo que hace aquí, si sus palabras fueron claras cuando dijo que me desapareciera de su vida.

Aprieto su mano, me estoy sintiendo débil, siento que respiro más despacio, siento como mis ojos están luchando para mantenerse abiertos.

—estaría tan perdido sin ti, me acuerdo cuando te encerraste en el baño, estabas tirada en el piso cuando entre, te hacer que a mí para sentir tus latidos— sus palabras suenan tan sinceras y siento que me estoy yendo, no me quiero ir dejándolo con culpa, no creo resistir más.




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