OCTUBRE:
Hoy 8 de octubre del 2021, es mi cumpleaños, anoche no pude dormir, mis padres me han estado dando pistas del regalo que me van a dar hoy, pero hasta donde sé, es que será algún vehiculó, aun no sé si una moto o un carro, pero cual quiera de los dos me da mucha ilusión.
Miro la silla de mi escrito, hay esta su bufanda, aun me acuerdo de sus palabras, "me voy, espero y no te arrepientas", ay mi sol, me arrepiento de haberte dicho eso, pero es que, en verdad, no podemos estar juntos, aun me duele lo que me hiciste, pero todos sus regalos, todo lo que se esforzó estos meses, me hace ver que en verdad me ama, pero aun me da miedo de que no sea sincero, aunque ya se donde vive, a pesar de que he ido a preguntar por él, su padre siempre me dice que aun no ha vuelto del viaje.
En verdad me dolía rechazar sus regalos, pero temo a ser su juguete otra vez. Esta vez estoy usando el cerebro, pero aun así duele, mi corazón también quiere meter su cucharada, pero no lo dejo, aparte esta sensación de vació no se me va con nada, mis padres siguen peleando a cada rato y cuando los necesito ninguno esta, solo trabajan y pelean, me soportan solo porque soy su hija supongo, pero dudo que me quieran, solo quiero irme, dejar mi cuerpo descansar en paz, dejar de sufrir, por fin irme al otro mundo, si es que existe.
Me levanto de mi cama, busco la ropa que me voy a colocar hoy, me gusta que lo único que no he cambiado es el color con el que me visto, me encanta el color negro. Me voy a colocar un pantalón negro, con un suéter del mismo color y unos tenis blancos, tampoco me quiero estar super extravagante este día.
Tomo mi toalla y me dirijo al baño, empiezo lavándome los dientes, después de eso, ya estoy en la ducha, el agua es tan relajante y mas cuando esta caliente me quedo un buen tiempo, al salir el baño esta lleno de vapor, me cubro con la toalla, me empiezo a cepillar el cabello, no quiero hacer nada especial, solo dejarlo lizo, después de alisarlo me dirijo hacia mi ropa, me la empiezo a colocar, me miro en el espejo. pero la que esta ahí no soy yo, me veo tan viva, pero por dentro siguió tan muerta, tan vacía, de verdad engañe bien al psiquiátrico.
— hola hija— entra mi madre al cuarto.
Ella si se ve que va para un fiesta, trae un vestido beige, y unos lindos tacones blancos, se ve hermosa.
— hola ma.
— esta noche celebraremos tu cumpleaños, a tu padre y a mi se nos presento algo en el trabajo, pero tu gran sorpresa sigue en pie— como raro mis padres tienen trabajo, trabajan y trabajan, todo el tiempo a todas horas, hasta cuando nos fuimos de paseo este año trabajaron, ya debería estar acostumbrada a esto.
— okey ma, que les vaya bien— me despido con la mano y ella sale de mi habitación.
Ya es la hora de tomar mis antidepresivos, pero a veces me dan ganas de tomármelos todos y acabar con esta puta mierda ya. El recuerdo de Dimitri en el hospital viene a mi mente, de verdad parecía que moría conmigo — unas lagrimas caen de mis ojos— necesito otro de sus abrazos, lo necesito con mucha fuerza, quiero verlo otra vez, trayéndome regalos para lograr mi perdón, pero a pesar de todo eso, quien me va a decir que no sea otro juego de él, que tal sea otra apuesta, no podría con el mismo golpe dos veces.
— ¿Mer? — la voz de vero llena el silencio de mi habitación.
— dime— respondo con una sonrisa, la miro y tiene una cajita decorada.
— toma por tu cumple— me dice con una sonrisa y me abraza, para finalmente darme la caja.
La abro y dentro están todos mis dulces favoritos, aparte de eso en la paredes de la caja había fotos de nosotras en el psiquiátrico, que nos tomaban los doctores y enfermeros, pero también fotos de nosotras después de salir.
— gracias de verdad esta muy lindo— ella me mira con esos ojos llenos de vida, ya que mis padres no van a estar, quiero llevarla a mi lugar favorito, quiero que ella lo conozca, si ya Daniel lo conoce ella ¿por que no?
— ven vamos te quiero llevar a un lugar especial— ella me mira extrañada.
— ¿A dónde vamos?— me pregunta muy dudosa.
— ay tu solo ven vas a ver que es un lugar mágico— la tomo del brazo.
Salimos de casa y técnicamente la estoy arrastrando, llegamos al inicio del sendero y ella lo duda, yo en su lugar también lo dudaría, la estoy mandando por un sendero solo marcado por una lana roja.
— no te asustes, no te pasara nada — ella lo sigue dudando, pero acepta.
Adentrándonos en el bosque, ella estaba muy nerviosa, pero aun así me seguía el paso. Llegamos al final del sendero.
— pero solo es una montaña no hay nada mágico— resopla ella, ya un poco agotada, yo he venido tantas veces aquí que ya no me afecta tanto.
— aun no llegamos falta subir— señalo la montaña y ella abre la boca en sorpresa, la tomo de la mano y la arrastro conmigo.
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Estábamos en la sima y sus ojos se iluminaron al ver el paisaje, después se fijo en el árbol, de verdad parece que le gusto este lugar, ella se acerca al árbol y lo abraza.
— ¿Qué haces loca? — le pregunto riéndome de ella.
— este árbol es el único diferente, es como el árbol de la vida— bueno si, ese árbol le daba mas vida a este lugar, es que simplemente era perfecto.
— ese fue del árbol que te hable— ella me mira sorprendida y suelta el árbol.
— ósea que este es el lugar especial que mencionaste— pregunta dando una vuelta y señalando todo.
— si este es mi lugar de paz o era— respondo mirando hacia el lugar en donde siempre nos sentábamos él y yo.
— ¡vaya! Ahora entiendo por que hablabas tanto de este lugar en el hospital— ella se ve tan feliz, parece una niña chiquita, revisa el lugar, corre, brinca y se divierte.
— pero bueno no solo es mío, también es de el— menciono.
— si, pero el ya no está Mer, tienes que superarlo ya— me dice tocando mi hombro.