Después de ese mensaje, no me respondió más, ay mi sol, ¿en dónde estás?, quiero verte, quiero decirte que te perdono por lo que me hiciste, quiero volver a confiar en ti. ―Me levante de la cama y busque el álbum que me dio―, observe cada página, era la primera que decidí verlo completo, pero en la última página había un mensaje.
"No importa cuánto me rechaces, voy a seguir insistiendo"
Una lagrima cae sobre mi rostro, ¿Por qué te tenía que decir que te fueras?, sabiendo que te amo como a nadie en el mundo, sabiendo que necesito de su energía vital, sabiendo que sin ti me estoy muriendo por dentro, ―tomo el oso que me trajo, lo abrazo―, su perfume, huele a él, mis lagrimas caen sin cesar...
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Me despierto, siento mis ojos hinchados, sigo tirada en el piso, al lado de mi oso, sus recuerdos son algo que lastiman, fui muy cruel, pero él también lo fue conmigo, nos hacemos tanto daño, ¿Por qué si nos amamos tanto nos hacemos sufrir?, me levanto, pero no tengo fuerza para salir, mis padres como siempre, están de viaje este fin de semana, así que me quedare acostada.
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Ya estamos a domingo por la noche, sigo en mi cama, solo me he levantado para ir al baño, ni si quiera he comido, tampoco tengo hambre, pero sé que esto me hará daño, no puedo dejar que mi cuerpo vuelva a tomar la forma que tenía antes, se darían cuenta que no he cambiado, me encerrarían de nuevo en ese lugar y no quiero volver a ese infierno, no puedo, ese lugar es espantoso.
Me levanto de mi cama y me dirijo a mi escritorio, tomo mi diario, hace días no escribo nada, creo que es el mejor momento para hacerlo, así como antes, escribir destrozada.
Tomo mi celular y leo nuevamente su mensaje, él se acordó de mi cumpleaños, a pesar de lo cruel que fui con él, se acordó, se acordó de mí, ¿será que aún me ama?, ¿Por qué me dejas con tantas dudas?, tarde me di cuenta de que de verdad te necesito, necesito de tu calor, necesito de sus palabras, de sus bromas, de tus ojos, necesito verlos de nuevo brillar.
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Estoy lista para irme al instituto, hoy me quiero ir en mi nueva moto, tengo que agarrar fuerza y manejar, me hace sentir poderosa, de alguna extraña manera me trae paz, sentir el aire que corre por mi cara, sentir la adrenalina de ir rápido, manejar es otro de mis escapes de realidad.
Bajo las escaleras, mis padres ya están en la casa, mi padre está en la mesa leyendo el periódico y mi madre está en la cocina preparando el desayuno, yo solo los ignoro y salgo de casa, ellos como raro ni se inmutan, me coloco mi casco y arranco la moto, me dirijo hacia el instituto, llego parqueo mi moto, todos se me quedan viendo, pero los ignoro.
―vaya ya presumiéndola en el instituto― me dice Vero en tono de burla.
―no, simplemente me gusta manejarla― digo quitándome el casco y moviendo mi cabello a lado y lado sintiéndome poderosa.
―sí, aja, como digas― dice sarcásticamente, yo solo me burlo de ella.
Me bajo de mi moto y nos dirigimos hacia los casilleros, guardo mi casco, busco los libros que necesito para mi clase, para luego dirigirnos al aula.
Al entrar me fijo en el puesto en donde nos sentábamos siempre, me da tristeza ver ese puesto vacío, me hace falta verlo hay, me hace falta tener su mirada en todas las clases que teníamos juntos, espero y este bien.
Entra la maestra, la SR. Merry, inicia su clase, como de costumbre muy aburridora, pero lo que sea que ella diga no es importante para mí, para mí lo más importante es el, quiero recuperarlo, pero no sé cómo, tengo que encontrar la manera de encontrarlo, pero su mejor amigo también está desaparecido, al parecer también se fue con él.
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Desde que volví las burlas han cesado, Samara, desde la última conversación que tuve, no me volvió a dirigir la palabra, solo cuando nos cruzamos me mira mal, algo sin importancia. Vero y yo nos hemos vuelto tan intimas amigas, que nos contamos todo, así que como siempre ella me está contando experiencias de su infancia y así, ella ha sufrido mucho, después del asesinato de su mejor amigo, en el hospital ella tenía gravada en la cabeza esas imágenes, ella me conto lo que paso esa noche, como un ladrón se les acerco, amenazándolos con un arma, pidiéndoles todas sus cosas de valor y al no encontrar nada relevante la apunto a ella, pero el disparo lo recibió su mejor amigo, ella lo vio morir en sus brazos sin poder hacer nada, lo peor de todo este caso es que los padres del mejor amigo le echaron la culpa a ella, así que ella ya no quería vivir con la culpa de él, ahí fue cuando se intentó suicidar, sus padres la encontraron a tiempo y apenas se recuperó la internaron en el hospital psiquiátrico. Ella ahora me considera su mejor amiga, por eso no la quiero defraudar, ahora ella ha salido adelante, es más alegre, vive sus días al máximo y ahora recuerda a su mejor amigo con una sonrisa en el rostro.
Salimos y nos sentamos en la silla donde observaba a Dimitri, ella solo me contaba chismes que escuchaba y diferentes experiencias, yo casi nunca hablo, ella tiene un don para en redarte con sus palabras.
Mientras ella habla unos chicos pasaron por el lado hablando de un baile, pero ¿baile de qué?, ella sigue en su mundo así que no la interrumpo.
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El señor director llamo a todo el instituto para dar un anuncio importante, nos reunimos todos en el auditorio, todos se veían con una cara de fascinación, no sé de qué iba a hablar, pero al parecer los demás sí.
―queridos estudiantes, quiero informarles que este viernes 29 de octubre celebraremos el baile de Halloween― todos se levantan y empiezan a celebrar.
―sentados, sentados, este año, así como el anterior, se celebrara un show de canto, para inscribirse, deben anotarse en la lista que está al lado de la puerta de mi oficina, las fecha de inscripción empiezan desde hoy hasta el 28 de octubre, buenas tardes para todos ya se pueden ir a sus casas― termina el director, todos empiezan a hablar sobre ese día, que disfraces llevar, si se van a escribir al show de canto, en pocas palabras solo hay bullicio por todos lados.