Una lágrima y dos sobres de azúcar

Capitulo 2

Han pasado un par de horas desde que mi paciente salió de cirugía, así que decido ir a ver si despertó y asegurarme que todo marche bien.

-Hola Dra, ¿todo está bien?-Me pregunta Sandra al verme entrar a la habitación.

La observo sentada en la misma silla que la deje hace un par de horas con la diferencia de que su hermano ya está despierto. Observo su expediente antes de hablar:

-Si, todo está perfecto-le digo para tranquilizarla- solo haré un chequeo de rutina, ya que se encuentra despierto.

-Oh, está bien- me sonríe y se hace a un lado para que pueda revisar a su hermano.

-Asi que… Fernando ¿Cómo te encuentras?- Le pregunto al chico, mientras le inspecciono el brazo.

-Muy adolorido la verdad-responde haciendo una mueca, mientras lo sigo revisando para serciorarme que todo esta bien.

-¿podrías contarme como sucedió el accidente?

El chico me mira un rato nervioso, al parecer es algo tímido así que su hermana habla por el:

-Mi hermano está loco dra, ya no sé cómo controlarlo, se cree Parkour y le he dicho que eso es un deporte de alto riesgo.-debe ver mi cara de confusión cuando me aclara- es como las carreras libres, de esos que andan trepando paredes y saltando de techo en techo, se va a matar un día de estos- Dice histérica y le lanza una mirada asesina a su hermano.

Observo al chico que parece avergonzado con lo que dice su hermana así que intento hecharle una mano.

-Oh, está bien practicar un deporte pero al ser de ese tipo lo más recomendable es que tengas protección, pero aún no comprendo ¿Dónde estabas que fue lo que sucedió?.

- Estaba en el techo de mi casa, y quise saltar a un cobertizo que está junto a la casa y al saltar caí mal en el techo del cobertizo y este se cayó y fue donde caí al suelo lastimandome el brazo, mi hermana había salido y mi hermano mayor no estaba así que decidí practicar un poco, ya que con ellos en casa no me lo permiten, y después de caer agarré una toalla y me la envolví en el brazo para hacer presión mientras esperaba a emergencias que me trajera al hospital, no quería que mis hermanos se enteraran-Dice finalmente con tono avergonzado.

-Lo escucha dra, está loco ya no se que hacer con el, se va a matar el o me va a matar a mi un día de estos- Dice Sandra dramáticamente.

Observo a la chica y no puedo evitar sonreír con los protectora que es. Miro al chico y le digo:

-Hiciste muy bien en hacer presión a la herida, pero debes tener en cuenta que para todo tipo de deporte necesitas protección-Lo reprendo y el chico baja la cabeza -gracias a Dios no fue a mayores, asi que por ahora te pediré que guardes reposo y cuides muy bien ese brazo. Iré a buscar al traumatólogo que te hizo la cirugía y así informarte sobre tu tratamiento.-les informo a ambos y salgo de la habitación.

Al regresar a la habitación con el dr Ramos, me doy cuenta que no están solo Sandra y Fernando, hay un hombre de unos 30 años, alto y rubio está despaldas a nosotros, al parecer reprendiendo al pobre chico por su imprudencia.

Me aclaro la garganta para que se den cuenta de que llegamos. La primera en voltear es Sandra quien le hace un gesto al hombre para que calle y voltee. Cuando se voltea y puedo mirarlo a la cara no puedo evitar soltar una exclamación, a parte de ser alto y rubio como sus hermanos, tiene unos ojos grises que enloquecerian a cualquiera, puedo decir que es el hombre más sexy que he visto en mi vida.

Vuelvo de mi ensoñamiento y hablo:

-Hola, el es el dr Ramos, el traumatólogo quien se hizo cargo de la operación de Fernando.- les digo un tanto nerviosa, el hombre de ojos penetrantes no ha dejado de mirarme.

El dr se presenta y comienza a explicarle a Fernando y a sus hermanos las medidas de cuidado que debe llevar de ahora en adelante, que requiere de terapia y que estará unos días mas internado en observación, pero yo no puedo escuchar más, yo solo puedo mirar al hombre de ojos grises que me está poniendo de los nervios, tiene un aroma tan masculino que derretiría a cualquier fémina que se le acerque, lleva puesto un traje que le queda perfecto, increíble, parece un auténtico Dios griego.

-¿Es cierto dra Reverol?- escucho que me llaman y salgo de mi burbujita especial con cierto Adonis.

Observo al dr Ramos - Perdón, ¿Cómo dice?

-Les estaba comentando que por ahora Fernando quedará internado bajo su supervisión, cualquier inconveniente que haya no duden en buscarle.

-Ah si, claro por supuesto.-Digo para que no se note lo desconcertada que estoy.

-ok, perfecto, ya sabes Fernando cuídate mucho. Nos vemos en unas semanas.

Y con esas el dr se va dejándome sola con el paciente y su familia, en ese momento Sandra se me acerca y dice:

-Muchisimas gracias Dra, el es mi hermano mayor-me señala al Dios griego que tengo enfrente.

El hombre se me acerca y me estrecha la mano cuando dice:

-Mucho gusto dra, mi nombre es Iván Villarroel- ay Diosito si hasta su nombre es sexy.

-Mucho gusto, soy la Dra Reverol, pero pueden llamarme Scarlett- le respondo estrechandole la mano sin derretirme en el intento.

En ese momento suena mi busca y me doy cuenta que alguien más me necesita, les digo que me disculpen ya volveré a revisar cómo sigue Fernando, ellos me sonríen pero Iván me da una última mirada que me pone de los nervios y debo de salir lo más rápido posible...

Dios pero quién es este hombre y porque me pone los nervios de punta, ¡es un completo extraño!..

Y sin poder sacarme de la cabeza esa mirada grisácea, sigo atendiendo a mis pacientes.

 




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