POV Ivón
Después de caminar un rato como diez minutos o tal vez más ya ni estoy segura, llegamos a un lugar donde hay una casa blanca con muchas ventanas de lo que parece ser de dos pisos y un patio con flores alrededor de distintos colores y tengo que admitirlo se ve muy bonito.
El pelinegro va hacía la parte trasera de la casa con el otro tipo con Andrew arrastras y me baja—es mejor que te comportes o te podrá ir mal—dice el pelinegro con mirada amenazante y yo ni le contesto.
Deja el otro tipo a Andrew en el piso tirado y como que empieza a despertar ya que, estaba abriendo sus ojos.
—Adrew—me iba a acercar a él pero, el pelinegro que me trajo me agarra por el brazo haciendo que refrene mis pasos y vislumbro a Andrew pasando su mano por su rostro de seguro un poco atontado debido al golpe. Doy un paso más queriendo ver como se encontraba y el tipo este pelinegro me agarra fuerte el brazo—ya entendi—me quedo quieta y sale de una puerta que estaba abierta una señora de unos cuarenta años por ahí y me observa de arriba a abajo para luego poner mala cara. Observa a Andrew quien se estaba poniendo de pie y le sonríe de forma coqueta y yo no pude evitar fruncir el ceño.
—¡Oh traiganlo!—vocifera la mujer algo robusta de tez blanca y cabello rubio, rostro circular con rizos que caían a los lados de sus mejillas y ojos de color marrón.
—¿Qué rayos está pasando aquí?—dice Andrew sin entender de seguro nada y yo estaba igual que él.
—¡Entra y callate!—el de cabello miel empuja a Andrew hacía dentro y el pelinegro hace lo mismo conmigo hasta llevarnos como al comedor en el primer piso donde hay un hombre sentado comiendo de pelo un poco gris y delgado que tenía como un periódico en la otra mano mientras hacía pausas dejando la cuchara para agarrar por el mango lateral unos lentes y después de unos segundos él se deteniene y voltea a vernos creo que al percatarse de que había alguien más con él allí y se nos queda mirándonos seriamente al notarnos en ese lugar.
—¡Querido!—se acerca la mujer rubia al hombre de los lentes—¿ya viste querido lo que nos trajeron los muchachos?—el hombre deja los lentes sobre la mesa, no responde y solo se pone de pie acercándose a nosotros y mirando a Andrew y a los chicos luego, fija su mirada en mí como si me observara fijamente y yo me remuevo incómoda.
—Lo eligió bien ¿verdad?—el hombre de los lentes voltea su rostro hacia la rubia de pronto—digo, los eligió bien ¿cierto?—se corrije la mujer y el hombre vuelve a mirarme fijo y yo me acerco a Andrew tomando su mano y él la aprieta como haciéndome saber que está conmigo.
—Umm, bien—contesta al ver nuestras manos entrelazadas.
—Bueno, chicos llevenlos al rio para que se duchen ya que, parece ser que ellos se arrastraron en la tierra como animales—dice la mujer rubia y los tipos se sonríen como si fuera gracioso lo que dijo.
Los tipos nos agarran del brazo a ambos y Andrew trata de zafarse del agarre molesto—Andrew—lo llamo y le da una golpiza en la mandíbula al tipo del pelo color miel y lo veo enfurecerse al hombre que golpeó Andrew y arremete contra él dandole en la mandíbula y le da otro golpe en el abdomen luego, cuando Andrew se inclina, también en la espalda le da lo que hace que Andrew suelta un grito del dolor—¡Andrew!—voy hacía él y veo como comienza a mancharse su chaqueta marrón y pienso en que su camisa blanca que usa debajo debe estar igual, ensangrentada y me preocupo.
El hombre iba a seguir y yo abrazo con cuidado a Andrew por la espalda para que me golpee a mí si va a continuar y vislumbro al tipo alzar la mano para continuar y oro a YAHWEH en mi mente cerrando los ojos—en tus manos me encomiendo ADONAY—aprieto los ojos y no siento nada, ningún golpe sobre mí o sobre Andrew.
Abro los ojos y noto que alguien le agarró el brazo al tipo ese y es el hombre de los lentes—es mejor que no toques a la chica, la quiero impecable ¿entendiste?—le dice y el hombre asiente.
—Si, señor Robert—contesta y baja el brazo aflojando el puño entonces, yo suelto a Andrew—yo los llevaré a un cuarto donde estarán y ustedes dos—señala a los dos tipos que nos trajeron—lleven la bañera con un cubo de agua y marchense luego.
—¡Si, señor!—responden al unísono y se van a hacer lo que le dijeron supongo.
—Ustedes dos—ahora nos señala a nosotros dos—siganme—tomo de la mano a Andrew dando un paso y noto que no quiere moverse de su lugar.
Me volteo y lo halo por el cuello de la camisa para acercarme a su oído—Vamos, después pensamos como salir de este lugar—lo veo asentir con la cabeza y me sigue escaleras arriba yo viendo al hombre de los lentes voltear a mirarnos de vez en cuando.
Luego de subir las escaleras pasamos por varias puertas que pienso son habitaciones o cuartos hasta que nos paramos en una y el hombre que parece llamarse Robert la abre—hay ropa en ese armario así que, pueden cambiarse a su antojo—dice y cuando entramos Andrew y yo, cierra la puerta tras nosotros.
Andrew se sienta en la cama y yo voy a averiguar si la puerta está abierta y noto que esta asegurada—rayos—no pude evitar decir.
—Me lo imaginé—comenta Andrew y yo tomo asiento a su lado.
—Tenemos que pensar que vamos a hacer para escapar de aquí ahora que estamos solos tu y yo...—escucho la puerta abrirse interrumpiendo mis palabras y veo a los dos tipos que nos secuestraron entrando y hago silencio de inmediato.
Pone uno de ellos la bañera de como madera o algo asi y él otro pone el cubo de agua al lado—para ver si así se limpian un poco ja, ja, ja—dice el de cabello miel que golpeó a Andrew y lo veo a él apretar en un puño la mano con fuerza como conteniendose y yo, pongo mi mano encima para calmarlo y veo a los tipos salir cerrando la puerta tras de sí.
Me pongo de pie abro el armario de color marrón que está cerca de la puerta y busco un vestido para mí y encuentro uno rosado con mangas largas hasta la muñeca y holgado después de la parte de la cintura sin ser transparente, muy decente y me gustó.