Una manada para la diosa luna

CAPITULO 2:

NARRADOR OMNISCIENTE

 

  • Tendrás que limpiar el desastre que hará – habla la voz de su cabeza -  siempre hago eso -  responde ella mirando el reloj que se encuentra encima de la mesa de noche implorando que el tiempo pase rápido y el sol se asome por su ventana cuando la luna se esconda. Agarra su celular y reproduce sus músicas favoritas, las melodías la relajan tranquilizándola por completo, una sensación cálida se apodera de ella y sus labios se curvan formando una sonrisa al escuchar sonata claro de luna de Beethoven, sin pasar mucho tiempo el sueño llega a ella. 

 

El fuerte ruido resonando por la casa la despiertan, con suma pesadez abre sus ojos y enciende la luz, no pasa mucho cuando despierta por completo, Celeste ya inicio a molestar – piensa mientras atrae una almohada y la pone sobre su cabeza para opacar el ruido, pero no sale como ella lo quería, estira su mano y busca su celular, finaliza la música que esta reproduce y mira la hora, ya es media noche.

 

Se mueve incomoda por toda la cama buscando una posición para dormir, pero no lo consigue, finalmente se sienta en el piso a un lado de la cama mientras abraza una almohada y empieza a jugar con otra concentrando en la nada, el sonido de un golpe sobre la puerta capta toda su atención, iba a dejarlo pasar, pero nuevamente alguien toca, mira extrañada la puerta mientras frunce el ceño.

  • Aurora, soy yo – escucha la voz de Demian y su corazón da un brinco.

 

  • No piensas dejarme entrar – habla mientras abre la puerta e ingresa, ella se queda congelada en cuanto lo ve.  rápidamente se sienta él se sienta a su lado.

 

El olor del alcohol en su aliento resopla en su rostro molestándola un poco.

 

  • Que haces aquí y más así, no ves que estoy durmiendo

 

  • La luz esta prendida

 

  • Y eso que, y…

 

  • Deja de chillar, no ves que quiero silencio

 

  • Puedo quedarme contigo un momento – habla mientras recuesta su cabeza en su hombro - Hoy te ves hermosa – agrega mientras cierra sus ojos. Rápidamente ella lo mira de reojo con la cara roja, se pierde en el perfecto rostro perfilado de sus sueños, son pocas las veces que hablan o que interactúan, pero eso no quiere decir que se lleven súper mal, su relación con él, es… confusa por decirlo así, su respiración es lenta, rápidamente se relame los labios y alborota su cabello negro como la noche, deseando apartar la vista de él, se reprocha mentalmente por no detener a su alocado corazón  y a su mente imaginando todos los escenarios posibles que da la imaginación, rápidamente el voltea y sus miradas se entrelazan por un segundo, sus labios se curvan dedicándole una sonrisa nublándola más, rápidamente mira al suelo y empieza a jugar con sus dedos avergonzada de que le atrapara mirándole.

 

Sus manos se detienen cuando Demian posa las suyas sobre las de ella, sus labios tiemblan mientras da un grito mentalmente, esto no está pasando, él no es real, el chico de sus sueños le está agarrando las manos, quien diría que este momento llegaría.

 

  • Hay algo que quiero decirte – susurra mientras acaricia sus dedos y juega con ellos. – no encontraba la manera perfecta de confesarte mis sentimientos, no puedo seguir guardando esto por más tiempo, Aurora yo…. No hay algo que tú quieras decirme – habla de repente cambiando de papel.

 

  • ¿Yo?, no…

 

  • No sabría que tendría un rechazo directo – responde mientras recuesta la cabeza en una parte de la cama.

 

  • Noo, no quiero decir eso…

 

  • Bueno no importa – responde mientras la toma entre sus manos y une sus labios, el sabor del alcohol y el sabor de la menta de su boca crean una fusión increíble, después de un corto tiempo se separan para llenar de aire sus pulmones, seguidamente deja un beso en su frente – por lo menos tendré este recuerdo – habla y el silencio aparece hasta que el sonido de su celular alerta a los dos.

 

  • Ven conmigo – habla Demian, pero aurora no se mueve – aurora vamos – habla mientras la carga entre sus brazos.

 

  • Que estás haciendo – reprocha mientras intenta bajarse, pero no lo consigue, Demian la saca de la habitación y baja con ella hasta la primera planta, para su sorpresa no hay nadie, eso la tranquiliza un poco. Abre la puerta con dirección al jardín y se detiene, las corrientes de intenso viento golpean contra su frágil cuerpo erizándole la piel completamente.

 

  • Recuerdas lo que hacíamos de niños – habla Demian mirando el jardín recubierto por la blanca nieve. Rápidamente la mente de aurora viaja en sus recuerdos y su corazón se hace pequeño al recordar, cuando nevaba los tres salían a jugar con la nieve, no importe que tan fría este el clima, mientras más nieve caía, era mejor para nosotros.

 

  • Mientras se abre paso entre la nieve, Demian pelea contra su conciencia por lo que está a punto de hacer, contra la espada y la pared, por otro lado, el cuerpo de aurora tirita de frio, exponerse así frente este clima es de locos, se apega más a él buscando el calor de su cuerpo, su exquisito aroma llega a su nariz tranquilizándola un poco, luego enconde su rostro en su pecho.   

 

  • ¿Estás lista? – pregunta deteniendo sus pasos captando su atención.

 

  • Para que – responde confundida, antes de que él responda a su pregunta sus cuerpos se separan y un dolor agudo se posiciona en su espalda – ¡¡Demian!! – es lo único que sale de sus labios antes de sumergirse en el agua completamente.

Rápidamente el alboroto se arma en el lugar.




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