Una manada para la diosa luna

CAPITULO 9:

Aurora

 

Me levanto del sofá en un brinco cuando escucho el timbre de la casa, rápidamente examino toda la sala encontrándola perfectamente ordenada y limpia, seguidamente me dirijo a abrir la puerta encontrándome con mi tío Gustavo, al verme me dedica una grande sonrisa, antes de que pueda hablar la pequeña Sol se abalanza abrazando mis piernas con sus pequeñas manos – Aurora – grita para luego levantar sus manitos mientras me mira con sus ojitos llenos de brillo, como podría negarme si me mira así, rápidamente la tomo entre mis brazos y la abrazo, dejo un beso casto en su pequeña cabecita, tiene tan solo 5 años y es una ternurita.

 

  • Como se encuentra la niña más linda del mundo – hablo sonriente, - muy bien – responde dejando un pequeño besito en mi mejilla derritiendo mi corazón.

 

Seguidamente la bajo al suelo y saludo a Camil, su nombre es Camila, pero le digo Camil de cariño, ella al verme pega un grito entusiasmada, se acerca y me envuelve en sus brazos, dándome un fuerte abrazo – no sabes cuánto te extrañe Auro, tengo mucho que contarte, fueron las mejores vacaciones, perdón por no venir antes – habla y luego besa una de mis mejillas, finalmente todos entramos a casa. 

 

Los minutos pasaron de manera rápida y entretenida en el amplio jardín entre charlas, chistes, anécdotas, juegos y chismes se convirtieron en un par de horas, Gustavo se despide de Aurora, de su esposa y su hija, sus dos tesoros, como él las llama, prometiendo verlas de nuevo en casa a la hora de la cena, en cuanto sale enciende el auto con dirección a su clínica.

 

  • No crees que tu loba pueda estar saliendo – habla Camil posando su vaso en la mesa, el sonido del hielo con el cristal entona el ambiente por unos segundos, seguidamente continúa trenzando mi cabello con sus delgados dedos, es realmente hábil y maravillosa, hace unos peinados muy lindos y comida deliciosa, su madre tenía una peluquería y ella la ayudaba.   

 

  • No lo creo, papá dijo que era imposible por ser una hibrida

 

  • La vida es extraña cariño, a veces pasan cosas maravillosas – responde mientras estira suavemente una de mis mejillas.

 

  • Cosas maravillosas – murmullo, atraigo el espejo en forma de corazón de la mesa y me observo, no puedo evitar sonreír por lo que veo, por primera vez desde que recuerdo me gusta mi imagen, capto la imagen de Camil atrás mío, sucesivamente me dedica una sonrisa - me siento rara sin los lentes, los demás murmullan que que paso con ellos – hablo.

 

  • Yo creo que te ves más hermosa, solo diles que usas unos lentes de contacto, sabes, un par de arreglos y te verás mejor, alguien no podrá dejar de verte – responde y me vuelvo colorada en cuanto su imagen se cuela en mi mente.

 

  •  Cariño muéstrale tus pequeños colmillos – habla Camil sorprendiéndome.

 

  • ¿Colmillos?

 

  •   ¡¡ Por los dioses !! – grito en cuanto los veo, Sol me regala una gigante sonrisa después – sorpresa – grita para luego correr hacia los brazos de Camil.

 

  • Pero…

 

  • También fue una sorpresa para nosotros

 

  • Ahora entiendes lo que te quiero decir hija – habla y asiento, no me imagino así, podría tener unos colmillos también - pienso mientras me miro en el espejo entreabriendo mi boca.

 

  • Quieres acompañarnos a comprar algunas cosas

 

  • Sííí, vamos al centro comercial por un helado – grita Sol entusiasmada.

˚₊· ͟͟͞͞➳❥

 

  • Que te parece este – habla Camil mostrando un conjunto muy lindo de color rosa pastel.

 

  • En rosa no – responde - que te parece esto – agrega mientras muestra un polo de color morado con un diseño de osito – te gusta ese amor – habla y ella asiente con su pequeña cabecita – el rosa se ve muy bonito, enserio no lo quieres – habla una vez más Camil y sol niega nuevamente con la cabeza.

 

  • Vale, eso también esta precioso- responde Camil entregándole el polo a la señorita – por qué no buscas algo tú también Aurora, no te atrae nada hija.

 

  • ¿Yo?, no lo creo

 

  • Vamos anímate y busca algo

 

  • Tenemos una nueva línea juvenil – habla la señorita sonriente – está en el segundo piso, si gusta puede ir a verla, tenemos todos los diseños del momento para los jóvenes – agrega, yo solo asiento por cortesía, sinceramente nada me llama la atención, me incomoda estos lugares, hay muchas personas para mi gusto, creo que debí de quedarme en casa.

 

  • Si gusta puedo acompañarla – habla alguien sacándome de mis pensamientos, cuando apareció ella, yo solo asiento la cabeza nerviosa, rápidamente la sigo.

 

El trascurso es aburrido, ella me muestra todo lo que hay en el lugar, habla sobre cómo puedo combinarlos y que llamaría la atención de todos, - créame lo último que quiero es llamar la atención - digo para mí misma, me da pena hacerla perder el tiempo porque sé que no comprare nada, todos los diseños son cero a mi estilo, son muy llamativos en todo el sentido de la palabra, además si mi padre me viera usando eso se moriría de disgusto, es un poco conservador, además no estoy acostumbrada a usar otro tipo de ropas que no sean holgadas y con colores neutros.

 

  • Hay algo que le gusta

 

  • Emm… me gustaría seguir viendo – respondo nerviosa mientras concentro mi vista en lo que sea, para no verla, me siento incomoda.




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