Me despierto a las 5 de la mañana, hoy es lunes, tengo que ir al estúpido instituto, no me malinterpreten, me gusta estudiar, lo que no me gusta es despertarme tan temprano.
La pregunta es¿a quien le gusta?
Me levanto de mi hermosa y cómoda cama, para luego ir al baño.
Hago mis necesidades y me ducho súper rápido.
Salgo del baño, con una diminuta toalla en mi cuerpo, entro al armario y me coloco mi ropa interior, una camisa blanca de tirantes, mis jeans un poco holgados, un suéter de lana, que es lo suficiente grande para tapar todos y cada uno de mis tatuajes, por último mis zapatos.
Peino mi cabello negro, me coloco un gorro de lana y mis lentes marrones, yo no tengo problemas con la vista, ya saben que los uso sólo para que nadie sepa quién soy.
Salgo de mi habitación, seguro que los chicos siguen en el quinto sueño.
Así que voy a la cocina y me hago una tostada con Nutella.
Mientras busco mi mochila con mis libros.
Esa mochila me costó €65.87 euros.
Me encanto desde que la ví.
Hoy es 20 de octubre, empieza el instituto, estudio último año.
No tengo algo planeado para el futuro, no tengo ni idea de que quiero estudiar.
Son las 6 los chicos aún siguen durmiendo, no me lo molesto en despertarlos, son unos flojos y se me haría tarde para ir al instituto.
Bajo el ascensor y camino al instituto, queda a unos 10 minutos del depa, no es muy lejos, además no puedo ir en mi moto, haría mucho escándalo, tampoco puedo ir con los chicos llegaría tarde y llamaría mucho la atención.
Luego de los 10 minutos llegó al instituto, entro, hay pocos alumnos, ya que todavía es temprano, y es el primer día.
Entro veo mi horario y a primera hora me toca matemáticas, lo malo, me toca con Marissa, la mas popular, me da miedo a que descubra mi presencia en él instituto, y empieze a molestarme.
Y no tengo miedo a que me haga daño, tengo miedo a salirme de control y estrellar mi puño contra su cara, como lo hice con otras.
Me voy a la biblioteca a esperar que suene la campana.
Me siento en un sillón con un libro y empiezo a leer.
Para ser una , ¿como es que me dicen los chicos?, Asi ya me acordé, chica mala, para ser una chica mala me gusta leer.
Siento que ya no existe nada, una mezcla de sentimientos cada vez que leo como se sienten cada una de los personajes, leer un libro es como meterse en un mundo de fantasía.
Sentir, todo lo que siente cada personaje.
Enamorarse de ellos, suena loco pero en realidad, no es enamorarse, es iluminarse, creer que un día, puede llegar una persona como ellos, que te hagan sentir, cosas que nadie te a hecho sentir jamás.
Que llegue una persona así.
Así como lo describe la protagonista.
Pero es sólo una ilusión ¿no?
Para sobrevivir en este mundo, hay que inyectarse, fantasía.
Entonces para mi, un libro es como inyectarse fantasía.
(Suspiro muy profundo).
Solo espero que llegue una persona así, para mí.
Suena la campana.
He leído tanto que se me ha ido el tiempo.
corro por los pasillo hasta llegar a mi salón.
Llegó, entro y gracias a Dios el profesor no ha llegado.
Me siento en frente del escritorio del profesor, así evito que alguien me hable.
Entra el profesor, y se sienta en su escritorio.
—Buenos días—dice.
—buenos días—dicen algunos, incluyendome a mi.
—no escuche, dije buenos días—dice el profesor alzando la voz.
—buenos días—digo alto al igual que otros.
—no jodas profesor, si uno no le quiere decir buenos días, es porque no se nos da la reverenda gana—dice un chico, haciendo que sus dos amigos rían, unas risas más falsas, que las mías cuando mi padre cuanta un chiste malo.
—parece, que despertaron ganas de un buen castigo, como sigan con sus burlas voy a citar a sus padres—dice el profe molesto.
—no joda—se queja el chico, que no se su nombre pero tampoco me interesa.
—pues entonces comportese, que si usted está en esta escuela es porque quiere, porque nadie le puso una pistola en la cabeza para que viniera—dice el profe, haciendo que el salón ría, incluyendome y que el chico se quede cayado.
El profesor se sentó en su escritorio y sacó unos papeles.
—pasaré la lista, quiero saber cuántos alumnos hay, y cuantos falta.
No la lista no, la lista no.
—¿kaylyn Lombardi?—dice el profesor, claro justo tenía que ser yo la primera.
—presente—digo rápido.
El profe sigue con la lista y luego con la clase.
No fue para nada malo, el profe hizo una pequeña evaluación y gracias a Dios saqué, 9.8, eso era algo que ya sabía y tengo una muy buena memoria.
Suena la campana, recojo mis cosas y salgo para el comedor del instituto.
Voy caminando con mis libros y me tropiezo sin querer con alguien.
—uy, ten más cuidado nerd,¿como te atreves? ¿no sabes quién soy yo? Al parecer eres nueva—dice una voz chillona, pero la corto.
—eres la popular, lo sé y no, no soy nueva, tu también deberías tener más cuidado, porque creo que tu tampoco sabes quien soy yo—digo con voz dura, luego me percató de lo que dije y camino rápido al comedor.
Me siento en una mesa vacía, con mi bandeja de comida.
—¿sabes?, es raro que no vinieran tus amigos—dice mi mejor amiga Ángela sentándose, en la mesa al frente de mi.
Ella es un poco más baja que yo, tiene el pelo teñido de azul y también se hace pasar por nerd.
—sabes como son ellos, es el primer día, no vendrán—digo comiendo.
—si, ellos y su popularidad, no entiendo como aguantan a Marissa y sus amigas de voces chillonas—dice poniendo cara de asco.
—ni yo—digo y seguimos comiendo