Una noche... Una fiesta

Capitulo 6: la noche a tu lado 2/2

NOAH MILLER. 

Llegamos a la fiesta del idiota de Dylan, ese tipo me cae mal, me dio mala impresión cuando lo vi por primera vez. Si fuera por mí no hubiera asistido a la dichosa fiesta, pero no podía dejar venir a Esmeralda sola, claro que, si yo no la acompañara, ella tendría la compañía de Dona y Marcos, pero no estarían al pendiente de ella. 

Esta noche esmeralda tomo mucho alcohol después de tener un enfrentamiento con Dylan, sé que me porte como un idiota, pero los celos me carcomían al ver a Esmeralda bailar con ese maldito idiota, ver como se movía sensual para él, me daba colera. AHHH. 

Hasta que no pude más, llegue hasta ellos, y la sujete del brazo apartándola de ese imbécil, estaba a punto de partirle la boca, pero Esmeralda me grito antes que pudiera hacerlo. Se molesto conmigo, yo no tenía la culpa de que ese idiota quisiera aprovecharse de ella. 

Solo estaban bailando, no se la estaba comiendo. Me reprende mi subconsciente. 

Pero resulta que la estaba tocando, la estaba devorando con la mirada, sabia sus intenciones de llevársela a la cama, y no lo iba a permitir. Esmeralda es mía. 

Salió como un rayo, para alejarse de mí, estaba molesta por mi reclamo, mi vista seguía en Dylan, a quien quería golpear en estos momentos. 

  No te quiero volver a ver con Esmeralda, si lo haces te ira mal  dije todo colérico. 

  Pues no pienses que te hare caso, no eres mi padre, y si quieres que me aleje de ella, será mejor que quien me lo diga sea ella, no un idiota como tu  dijo, empuñe mi mano y aprete mis dedos. 

  Mas te vale que te alejes de ella y no me provoques, imbécil  dije y me fui a buscar a esmeralda.  

La busque por varios lugares y no la encontré, mi vista se topó con Marcos y me acerque a él. 

  ¿has visto a Esmeralda?  pregunte. 

   No la he visto, ¿Por qué paso algo? 

   Luego te cuento  digo, doy una palmada a su espalda y me alejo, para seguir con mi búsqueda, salgo al patio trasero, y una alberca me recibe, la busco con la mirada, y la encuentro en una mesa bebiendo alcohol desenfrenadamente. 

¿Qué le pasa? 

Es la primera vez que bebe alcohol, y ya está como loca tomando, me acerco a ella, sin que se dé cuenta de mi presencia, y le arrebato el vaso que se iba a beber, me bebo su contenido, y ella se voltea a verme, su mirada es de querer matarme. 

Le advertí de no seguir bebiendo de esa manera, pero ella solo dijo que no me tenía que importar, quizás si no fuera tan terca y testaruda, se diera cuenta que me importa más de lo piensa, que me interesa más de lo que debería de interesarme, y que la quiero más de lo que debería quererla. 

Pero son estos malditos sentimientos que no puedo controlar, no puedo controlar a mi corazón, y decirle de quien interesarse. Son sentimientos que hato dentro de mí, que no están listos por salir, pero que gritan por ser soltados, son sentimientos encarcelados. Pagan la condena de sentir cosas por alguien que no debería de sentir nada más que amistad. 

(…) 

Marcos fue quien condujo mi auto de regreso a mi casa, Marcos y Dona se quedarían a dormir en mi casa por la cantidad de alcohol que tiene nuestro cuerpo, Esmeralda se quedó dormida con la cabeza apoyada en mi hombro. 

  Esmeralda, ya llegamos  dije en un susurro, no se despertaba, empecé a mover su hombro, pero aun seguía dormida. 

  Amigo, dame las llaves de la casa  dijo Marcos, saque las llaves de mi bolsillo y se las entregue, Dona bajo del auto y se adentró a la casa con Marcos. 

Esmeralda seguía dormida, y no me quedaba otro remedio que cargarla en mis brazos, el saque del auto en mis brazos, antes de entrar a la casa, empezó a removerse y la baje de mis brazos, bajo su cabeza y empezó a vomitar, le tome el cabello para que no se lo ensuciará, hasta que dejo de vomitar. 

  ¿te sientes bien?   pregunte, ella asintió limpiando sus labios con el dorso su mano, entramos a la casa. 

  Dona, subiendo las escaleras en el fondo está el cuarto de invitados, puedes dormir y bañarte si quieres  dije, ella asintió. 

  Yo la puedo guiar al cuarto de invitados  dijo Marcos  vamos Dona. 

Acompañe a Esmeralda a su cuarto y luego me fui al mío, me quite mi ropa, quedando solo en bóxer y entre a la ducha, el agua fría refrescaba mi cuerpo, y bajaba el alcohol que había consumido. Termino mi ducha y salgo del baño, me coloco un bóxer, y busco en mi armario un mi pantalón pijama, no me coloco camiseta porque al final me la termino quitando. 

Apago la luz de mi cuarto y me dispongo a dormir, escucho como la puerta de mi cuarto se abre, me siento en mi cama, y una figura femenina se acerca a mí. 

  ¿puedo pasar la noche a tu lado?  pregunta Esmeralda  no puedo dormir, pero si quieres dormir tranquilo, no hay problema. 

Los latidos de mi corazón eran cada vez más acelerados, podía sentir mi cabeza latiendo. 

  No tengo problema que pases la noche a mi lado. Ven  digo, palmeando el lugar a mi lado, Esmeralda se acuesta y yo me acuesto igual, ella se acerca más a mí, la abrazo y siento la calidez que emana su cuerpo al mío, sentirla tan cerca de mi cuerpo, hace que se me acelere más el corazón, temiendo que escuche mis latidos que son provocados por su cercanía.

No pude quedarme dormido, tenerla tan cerca de mí y acurrucada a mi pecho; me quedé viendo cada detalle de ella, sus labios, carnosos y pintados de un rosado natural, su piel, delicada y blanca como la nieve, ella era una simple capa de belleza, Esmeralda siempre fue diferente a todas las chicas que conocí, y con las que estuve, quizás y fue eso que me atrajo de ella. 

Los rayos de la luz de la luna, iluminan el rostro de Esmeralda, dejándome ver un poco más de ella, tomo mi teléfono que está en la mesa de noche, lo prendo y veo la hora, son la 3 de la madrugada y el sueño no me acoge. 




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