Raiden
Ha pasado 1 semana desde que una chica me beso en el centro comercial.
Pensé que con el tiempo lo olvidaría, pero sorprendentemente incluso sueño con el beso que nos dimos. Desde entonces no puedo sacarla de mi cabeza.
Desaté el nudo de mi corbata, cerré los ojos y me relaja en mi silla.
—Maldita sea. — suspire. —Celine…— negué con fuerza y tallé mi cara con la palma de mis manos.
Traté de volverme a concentrar en el trabajo y seguí revisando el correo, respondí la mayoría y cuando estaban por ser las 2 a.m. recogí mis cosas.
—¿Ya terminaste? — pregunto entrando Cassian.
—Si, ¿Por qué aun sigues aquí? — el suspiro cansado.
—Mañana es la reunión con los accionistas ¿lo olvidaste? — cerré los ojos y me masaje la sien.
—Cierto. — suspire.
—Estuve revisando todo lo que escogiste para ver mañana y también agrega unas cosas más de las que me encargo yo.
—Buen trabajo. — me moví un poco en mi silla y el siguió notando que no estoy del todo bien.
—¿Aun sigues pensando en la chica? — no conteste y el suspiro. —Ni siquiera sabes su edad, pero sabes que es estudiante ¿verdad?
—Si, pero no importa cuánto lo intente. No puedo sacarla de mis pensamientos.
Cassian se quedó unos segundos en silencio pensando si lo que quiere decir estará bien.
—¿Qué es? Solo dilo.
—Solo pensaba que tal vez estas enamorado. — lo miré impactado y negué lentamente.
—No, eso no lo creo.
—Solo era un comentario, pero si dices que no puedes sacártela de la cabeza, al menos acepta que tienes curiosidad por ella.
Mordí mi labio y me quedé pensativo un tiempo. Desde la primera vez que la vi no he podido sacármela de la cabeza, y tampoco niego que me pareció una chica demasiado linda. Y si lo pienso bien, es la primera vez que me siento tan atraído por una chica.
Dejando a un lado el tema de que soy mayor que ella, el beso que me dio fue único. La sensación aún permanece en mis labios y quiero volver a sentirlo.
—Vámonos. — suspiré y seguí a Cassian donde llegando al estacionamiento cada quien subió a su auto.
Y a pesar de que vivimos en el mismo edificio, acelere para llegar más rápido ya que solo quiero descansar.
Como lo imagine volví a soñar con Celine, cuando agarro mi corbata y la jalo hacia sus labios, mi expresión de sorpresa que poco a poco cedió a su delicado beso el cual correspondí de la misma manera y el hecho de sentir un vacío cuando nos separamos. ¿Qué significa esto?
Deje de pensar al escuchar la alarma y regresar a la realidad. Suspiré y fui a la cocina para desayunar algo ligero y comenzar mi rutina de dos horas de ejercicio. Cuando terminé me di una ducha y comí un plato de huevo con tostadas y verduras.
Cassian se fue una hora antes para preparar todo y dejarlo listo, y yo fui a mi guardarropa para vestirme e ir a la empresa.
Baje del elevador y cuando mire al frente me sorprendió lo que ven mis ojos.
—¿Qué?
Negue y talle mis ojos fuertemente pensando que tal vez se trate de una alucinación.
—¿Por qué Celine está aquí?
En recepción esta Celine charlando con la empleada, parece un poco en problemas, pero después de un rato suspiro y se giró con dirección a la salida.
Mis piernas se movieron solas y cuando reaccione ya estaba tocando su hombro, su cabellera se movió cuando giro bruscamente y cuando me miro ella también parecía totalmente sorprendida.
—¿Raiden? — susurro mi nombre suavemente.
—Hola. — aun con su expresión de sorpresa paso saliva y su boca se movió como si las palabras no salieran.
—¿Qué…? ¿Qué haces aquí?
—Vivo en uno de los departamentos. ¿Y tú que haces aquí? — desvió la mirada avergonzada y aclara su garganta.
—Supe que están contratando temporalmente a personas para limpieza, vine a probar surte, pero no cumplo con todos los requisitos.
—¿Necesitas dinero?
—Ah, sí jeje. Mi graduación se acerca y hay un vestido que quiero comprar para la fiesta. Mi padre me ayudo con la mitad y ahora yo tengo que conseguir lo que falta.
—Oh, si quieres puedo prestarte. — sugerí de inmediato.
—¿Eh? ¡No, no! No podría. Con el peluche ya fue más que suficiente. Además, quiero comprarlo con el dinero que gane con mi esfuerzo. — sonríe y de alguna manera pude soportar el impuso de lanzarme a sus labios.
Mordí mi lengua y aprete con fuerza mis puños. Tengo una gran necesidad de ayudarle y también acepto que sería una buena oportunidad para conocerla.
—Entonces te ayudare a conseguir el trabajo, ¿Cuál es el requisito que te falta? — Celine estaba confundida, pero respondió a mi pregunta.
—Aun soy menor de edad, pero dentro de un mes es mi cumpleaños número 18.
—¡Dentro de un mes es su cumpleaños! Vaya dato.
Negue suavemente y regrese a la conversación.
—Bien, eso lo puedo resolver fácilmente si traes una carta firmada por tu padre donde dice que está de acuerdo. — sus ojos se iluminaron de un brillo de emoción.
—¡¿De verdad?! ¡¿No es una broma?! — negué con una sonrisa.
—Para nada. — se calmó un momento y ladeo un poco su cabeza expresando curiosidad.
—¿Cómo estas tan seguro que será suficiente para que me contraten?
—Ah, sobre eso. Supongo que no me presente de la manera correcta. Soy Raiden Donovan, dueño del edificio. — su boca se abre en una gran “o” y contengo la risa.
—Eres… ¡eres el dueño! — tapa su boca al darse cuenta que grito y pide perdón a las personas que pasan.
—Si lo soy. — su cara se torna roja y cierra los ojos.
—No puede ser, fui muy grosera con alguien así. Una disculpa por favor.
—No pasa nada, todo está bien. — mordió su labio y me miro nerviosa, de algún modo siento que lo eche a perder, ya no que quería que se pusiera nerviosa a mi alrededor, pero ella lo está. —Celine, podrías no mirarme así. — le pido con una suave sonrisa y ella desvía la mirada. —No soy alguien peligroso.