Una Promesa A La Luna

Capítulo 11

Celine

 

Entre a mi casa y una vez que cerré la puerta salte de la emoción. Pheope me dijo que más tarde vendría a mi casa para dejar mis regalos, los cuales son un montón, por lo que ahora solo tengo en mis manos el regalo que me dio Raiden.

Lo miré con entusiasmo y subí corriendo las escaleras.

Deje mi mochila y el regalo sobre la cama y lo admire sentada en el piso.

—¿Qué será? — mordí mi labio y con cuidado abrí la bolsa para después meter la mano.

¿Una caja? Sentí algo duro y cuando lo saqué me encontré con una caja larga. La mire detalladamente y me pregunte si sería un reloj.

Abrí la caja, la parte de adentro es color rojo, y por fin descubrí de que se trata.

—Oh… — mire el hermoso collar y lo saque con cuidado. Del collar cuelga una C que esta rellena de piedras. —Es hermoso. — dije cuando las piedras comenzaron a brillar por la luz del sol. 

Mire de nuevo dentro y había algo más, lo saque y se trata de una camisa, pero lo chistoso fue que tiene la imagen de Jackie Chan dentro de un corazón, el cual es mi actor de la infancia. Me reí a todo pulmón mientras pensaba cuanto amo esta camisa y la usare para dormir de ahora en adelante.

Tome mi celular de donde lo deje guardado y tome fotos para enviárselo a Raiden.

—Me encanto, muchas gracias.

Envié el mensaje con un corazón y lo dejé sobre la cama.

Tome la camisa y busque un short junto con ropa interior para tomar un baño.

Mire el celular antes de salir de la habitación, pero la pantalla esta apagada lo cual indica que no tengo mensajes nuevos.

No le di muchas vueltas y me dirigí al baño pensando que tendría mi respuesta cuando volviera, pero estaba equivocada y la respuesta no llego en el resto del día.

—Tu, ¿Por qué tienes tu atención en otra parte? — Caín me dio un leve golpe en la punta de la nariz y lleve de inmediato una de mis manos a ese lugar.

Hice una mueca y el negó un poco molesto, nos disculpamos una vez más con la anciana y ella con una sonrisa se despidió.

—Casi arrastras a una anciana por andar viendo el celular. ¡Ten más cuidado! — cerré mis ojos y me mordí el labio.

—Yo… si, perdón. Dejare de mirar el celular, pero tomemos un descanso. —Caín suspiro y nos acercamos patinando a una banca vacía.

Caín se relajó y yo solo mire la pantalla negra del celular. Hice una mueca y cerré mis ojos suspirando.

—¿Qué pasa? ¿Por qué estás muy atenta al celular? — gire la cabeza y lo mire. —¿Qué ocurre? — sonreí levemente y desvié unos segundos la mirada para volver a verlo.

—Caín, creo que Raiden me está ignorando. — el no reaccionó de inmediato, pero cuando lo hizo levanto un poco la barbilla hacia arriba y asintió levemente. —Yo no sé qué paso, ayer era todo normal pero no he recibido respuesta del mensaje que le envié para agradecerle por el regalo.

—Tal vez está ocupado, es dueño de la empresa de juguetes más importante ¿lo olvidas? — lo miré un poco sorprendida, no le dije ese detalle a mis amigos, pero supongo ellos investigaron por su cuenta.

—Eso… si, cierto. — ambos nos quedamos en silencio y note como Caín está un poco nervioso.

¿Tendrá algo que ver?

—En realidad… — hablo antes de que preguntara. —Hay algo que tienes que saber.

Cerré mis labios y me enderecé para poder darle toda mi atención. El hablo sobre lo sucedido en la fiesta y después de su conversación con Raiden cuando lo dejo frente a su casa.

Cuando termino mire en silencio el suelo y me quede pensativa un largo momento. Caín se mantuvo paciente y no dijo nada dejándome procesar todo lo que me ha dicho.

Raiden me beso.

Claudia tomo una foto con la intención de perjudicarnos.

Caín le sugirió que mantenga su distancia sino quiere meterse en problemas e involucrarme.

Y parece ser que el siguió sus palabras.

Lo entiendo, para empezar lo de nosotros era algo sin definir, ambos nos llevamos bien y sabíamos que nos atraíamos de alguna manera, pero ninguno aclaro que es lo que busca del otro.

Esto era algo que estaba predicho.

Una chica que literal es una bebe entrando al mundo real y por otro lado un hombre experimentado con una gran responsabilidad sobre sus hombros como es la empresa que tiene que manejar.

Sabía que esto solo sería pasajero, pero ¿Por qué duele?

De todos modos, si esa es la decisión de Raiden yo la aceto. Por lo que tengo que dejar de desanimarme por cosas que no tienen caso.

—Caín. — llame a mi amigo y cuando me miro lo hizo con un poco de sorpresa. —Sigamos patinando, de algún modo estoy llena de energía.

Me levante con una sonrisa y estire los brazos.

—¿Estas bien?




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