Raiden
El señor Abbey bajo las escaleras y mis manos sudorosas me la jugaron cuando intente levantarme apoyándolas sobre mis rodillas, pero una de ellas resbalo y mi cara casi toca el suelo.
Por surte me recuperé de inmediato y no fui descubierto.
—Traeré unos vasos de agua.
—Si.
No tardó mucho en regresar y se sentó en el sillón frente a mí. Ninguno dijo nada, el solo tomo del vaso con agua y yo me mordía la lengua.
—Bien, señor Donovan. Mi hija tiene solo 18 años y es lo más preciado para mí. Por esa razón quiero saber ¿Que está planeando al acercarse a ella?
La saliva se acumuló en mi garganta, pienso ser sincero, pero en verdad me muero de los nervios. Esta es la primera vez en mi vida que tengo pánico a hablar.
—Usted ya es un hombre adulto, sé que es de un estatus alto y también supe que estuvo a punto de casarse.
Cerré los ojos al imaginar que me investigo. Seguro piensa lo peor de mi debido al escándalo de la boda. No puedo dejar que el señor Abbey piense mierda de mi cuando yo fui la víctima.
—No entiendo por qué quiere estar cerca de mi hija. — me miro y su expresión se volvió firme. —De una vez le advierto que si lo que busca es divertirse entonces...
—¡No! — lo interrumpí de inmediato. —No soy ese tipo de persona. — su expresión se relajó, pero la tensión aún se mantenía.
—Celine me comento que no sabe cómo explicarlo, pero desde que usted apareció en su vida, una sensación de tranquilidad y franqueza se creó entre ambos y solo ustedes entienden. Ella me comentó que se siente muy cómoda a su lado y también quiere tenerlo como amigo.
—Sí.
—Pero también me dijo lo mucho que sufrió cuando usted se alejó sin explicación. — de nuevo su mirada severa me está matando. —Entenderá que después de lo ocurrido anoche, estoy muy alerta a las personas que están en el círculo social de mi hija, no sé si está enterado, pero ella ha sufrido mucho en estos últimos meses y a pesar de que ella misma me dijo que usted pueda ser de mucha ayuda en el proceso de su recuperación, quiero asegurarme.
—Si, entiendo su preocupación.
—Bien, entonces por favor conteste mi pregunta. ¿Qué es lo que realmente quiere con mi hija?
Suspiré y lamí mis labios. Con la espalda recta y los puños sobre mis rodillas mire al señor Abbey y exprese mis sentimientos.
—Amo a su hija. — su expresión de disgusto era de esperarse, pero continúe con mis palabras. —Tal vez suene ridículo, pero volví a su vida para quedarme. Quiero a Celine, y sé que debido a lo que paso con su ex pareja, tendré que ser paciente, pero yo puedo esperar.
—Eso...
—Quiero ser quien sane sus heridas y quiero abrazar sus inseguridades. Entraré a su corazón poco a poco y cuando ella esté lista, le expresaré mis sentimientos.
—Entonces lo que leí sobre usted ¿No es verdad? — aclaré mi garganta para explicarle mi versión.
—No negare que es verdad que estaba por casarme, pero todo fue por mi padre. Toda mi vida lo he complacido, era como un robot que solo sigue órdenes. Siempre me esforzaba para poder recibir elogios y cuando fallaba ni siquiera me miraba. — suspire. —Él fue quien me insistió para casarme y me presento a Abigail.
Mi celular vibró y solo aprete un botón para que se detuviera, sea lo que sea esto es más importante para mí.
—Desde el primer segundo que la vi la tensión se creó entre ambos, y no fue hasta que le mostré un collar de diamante que dejo de hacer muecas y por fin mostró una sonrisa.
El señor Abbey supo interpretar mis palabras y se movió un poco incómodo.
—Todas mis relaciones han sido así, solo me mostraban afecto cuando recibían algo a cambió. — lo mire fijamente. —Pero con Celine nunca tuve que esforzarme para que me mostrara una sonrisa o fuera sincera. Con un simple peluche ella ya es feliz.
Ambos nos reímos un poco.
—Cuando yo me negué a casarme, no solo fue porque descubrí que ella me era infiel y así seria toda la vida. También lo hice porque descubrí que hay algo que anhelo y eso es lo que me da valor para ir en contra de mi padre.
—¿Algo que anhela? — asentí sin dejar de mirarlo.
—Vivir un amor sincero. Conocer lo que es amar de verdad. Y sé que con Celine podre vivirlo. — él se quedo unos segundo callado, pero volvió a hablar.
—Me han sorprendido sus palabras, y mis preocupaciones crecieron. Se que usted ya es consiente de todos los problemas que se vendrán encima si ambos comienzan una relación, y no es que tenga algo en contra de la diferencia de edad ya que también soy unos cuantos años mayor que la madre de Celine, pero cuando se trata de un hijo la cosa es distinta.
—Si, lo entiendo. — sabía que no sería fácil, pero estoy seguro que si me esfuerzo lograre ganarme su confianza.
Él suspiro y se quedó pensando un poco mientras echa su cabeza hacia atrás mientras que yo juego con mis manos en silencio.
—Celine me chantajeo con el hecho de que usted puede ser un gran apoyo para su recuperación sea más rápida, solo por eso no le pediré que se aleje de mi hija. — asentí y lentamente saqué el aire que retenía por la nariz. —Y le agradezco que no presioné a Celine hasta que ella se recupere.
—Sí, yo seré paciente.
—Una pregunta más, ¿Su familia ya sabe que está enamorado de mi hija?
—Si, mi madre y hermana me apoyan. — bajé la mirada unos segundos y volví a mirarlo. —Mi padre es otro asunto.
—Por lo que me conto ya me lo imaginaba.
—No tiene de que preocuparse, yo voy a proteger a Celine incluso de mi propio padre si es necesario.
—Por el momento permitiré que se acerque a mi hija, voy a confiar en usted, pero también estaré muy alerta.
Si supiera que ya nos hemos besado seguro separa mi cabeza de mi cuello.
—Y antes de que le diga a mi hija sobre sus sentimientos, le pido que me avise primero. — suspiro. —Lo que mi hija decida lo respetaré.