Celine
Larissa me ha traído a la feria que esta cerca de un muelle que frecuentaba con Caín. Y el mismo lugar donde le dije a Raiden sobre el cáncer de mi padre.
—¡Anda! — Larissa tomo mi mano y corrimos hacia la fila de una atracción, los carros chocones. —¡Esta noche me perteneces sola a mí, así que asegúrate de sacar un montón de fotos y recordarlo siempre!
Rei y saque el celular, nos tomamos unas cuantas fotografías antes de subir a las atracciones y una vez en ellas. La más difícil fue el péndulo, casi vomito un pulmón, en verdad termine bajando con la cabeza dándome vuelta, Larissa estaba peor, vomito un rato y compramos algo dulce para recuperar energía.
Las fotos que tomé con nosotras hechas un desastre se ven tan divertidas que también las subí. Regresamos a las atracciones subiéndonos al carrusel, Larissa imagino que era una ladrona de los años 60 y tenia a un montón de policías persiguiéndola con sus cabellos. Fue tan divertido que también me uní a su imaginación.
Seguimos así un largo rato, cuando bajamos de la noria, ahora fue el turno de los puestos de juegos que estaban alrededor. Tiro al blanco tanto con dardos reventando globos y con una escopeta que lanzaba palillos hacia unos pequeños caballos de cartón. Atrapar al pez, ping pong, pegarle al topo y muchos más.
Cuando decidimos que era hora de parar, teníamos las manos llenas de tantos peluches y premios que ganamos. Tomo más fotografías y las subí a Instagram, las notificaciones de likes y comentarios no dejaban de llegar que por momento me sentí bien con toda la atención que le están dando a las fotografías donde muestro cuanto me estoy divirtiendo ahora mismo.
Nos sentamos en una mesa y cominos tacos de carne, estaban tan deliciosos que pedimos otra orden. Nunca me imaginé que vería a Larissa, una mujer tan hermosa y elegante, comer con las manos y de una manera poco sofisticada. Me reí al ver sus labios machados de salsa y le di una servilleta.
Terminando estuvimos un poco charlando y después caminamos por el muelle con las estrellas y la luna cubriéndonos. Un viento frio soplo y me encogí un poco, mi nariz esta helada y me gusta el humito que sale de mi boca cada vez que exhalo. Y al llegar a la orilla, Larissa hablo.
—Dime Celine. — aparte mis ojos del reflejo de las estrellas en el mar y la mire. —¿Qué pasara si tu padre…? — no termino y cerré los ojos un momento. —Bueno, ya sabes…
Moví mis pies, y suspiré levantando mi mirada a la Luna. Las palabras que le dijo mi padre a Raiden, invadieron mi mente. No quería espiarlos a escondidas, pero termine enterándome del plan de mi padre, plan que ahora mismo ya deben de saber mis tíos y mi solecito.
—Me pregunto si estará llorando ahora mismo.
Exhale, mire el humito salir de mi boca y desaparecer después de unos segundos. Las esquinas de mis labios se alzaron un poco y lentamente mire a Larissa.
—Me iré. — conteste. —Mi padre me pedirá que me vaya a Londres, y es lo que yo también quiero, si llego a perderlo.
Saque mi celular y tome una fotografía al mar, en ella salía el cielo estrellado y la luna, reflejándose lo mismo sobre el mar. Era en verdad hermoso, y entonces creo que entendí un poco lo que me dijo mi solecito, el cómo se sintió con la foto donde capto las primeras gotas de lluvia del cielo.
—No puedo quedarme. — seguí hablando. —Estaré tan rota, que quedarme me quebraría por completo. — cerré los ojos y alcé la cabeza. —No volveré hasta que haya podido dejar ir por completo a mi padre y sus recuerdos dejen de doler tanto.
—¿Y tienes una idea de cuanto te tomara eso?
Pasaron los segundos y no conteste, en su lugar relaje mi mente inhalando y exhalando lentamente.
—No. — abrí mis ojos y disfruté la vista. —Tal vez un par de años, o tal vez nunca. — suspire. —Lo que quieres sabes, es si dejare a Raiden, ¿cierto? — asintió. —Si, terminare con él. — un nudo se formo en mi garganta e hice un esfuerzo para mantenerme fuerte.
—¿Por qué?
—Tengo miedo. — confese. —Intente buscar una solución, pero si me quedo con Raiden, estando tan lastimada, no creo que pueda soportarlo y algún día explote contra él.
—¿Explotar? — suspire de nuevo y me gire por completo para verla, el viento soplo mandando mi cabello hacia adelante.
—No solo se trata de la muerte de mi padre, sino también de mi culpa. — pasé saliva y seguí. —Debido a que estaba tan atenta a mi relación con Raiden, yo hice a un lado a mi padre y no note los síntomas a pesar de que estaban frente a mis ojos.
—¿Qué…? — note un poco de pánico en sus ojos, pero yo continue.
—Fatiga, tos intensa, mareo, fiebre repentina. Si yo les hubiera puesto más atención a esos síntomas, lo hubiera llevado al hospital y hubiera podido luchar por mejorar. — mis ojos picaron y con un gran peso que atravesó mi corazón como si fuera una daga, continue. —Pero ya es demasiado tarde e incluso el acepto que morirá. — mi voz se quebró y las lágrimas salieron.
Larissa dejo caer los peluches que cargaba y vino a mi abrazándome con fuerza. Solloce por un rato, ella también esta llorando, sus hombros tiemblan y puedo escuchar como ahoga sus sollozos en su boca.
—Desde que supe del cáncer, no he dejado de pensar cada día que, si no hubiera comenzado a salir con Raiden, yo me hubiera dado cuenta a tiempo, y podría haberse salvado. — llore y solloce. —¿Ahora lo entiendes? — sorbí por la nariz y me alejé un poco para ver su rostro. —Si me quedo con Raiden, algún día terminare gritándole que por su culpa murió mi padre, y eso nunca podría perdonármelo.
—¿Y crees que la solución es echarte la culpa a ti?
—No me estoy echando la culpa, Larissa. En realidad, es mi culpa, porque yo soy quien vive con mi padre, yo soy quien debía de estar atenta a su salud, yo debí de haber notado que algo iba mal desde hace meses, pero estaba tan ocupada sufriendo por Alex y después disfrutando mi relación con Raiden, que, sin darme cuenta, hice a un lado por completo a mi padre.