Celine
Fueron difíciles los siguientes días.
Ese día, después de dormir una siesta bajé a la sala y me puse a ver la televisión a un lado de mi padre. El me pregunto lo que paso y solo le dije que ambos estábamos haciéndonos daño y decidimos terminar.
No me pregunto nada, tampoco me presiono los días siguientes para contarle toda la verdad. El solo acepto mi respuesta y con ayuda de los demás, me ayudo a sostenerme y poder desviar mi atención.
Los días que quedaron antes del fin de semana, estuvimos saliendo en familia. Fuimos a la feria, a museos, al cine, al parque de diversiones e incluso a montar a caballo. Todo en verdad fue muy divertido y cree hermosos recuerdos que plasme en fotografías que subí a Instagram.
Con mis amigos tuve que hacer un gran esfuerzo para que no fueran con Raiden a pedir explicaciones —que no les corresponden— y, sobre todo, para que no intenten alejar a Cassian, quien no tiene nada que ver con la que sucedió entre Raiden y yo. Por suerte, no cortaron comunicación y salen de vez en cuando, incluso vino a la playa el día en que nos juntamos todas las familias para salir.
Yo lo sigo tratando de la misma manera, algunas veces lo noto ansioso, pero con el tiempo se relaja y se divierte junto con todos.
En verdad fueron días divertidos e inolvidables, pero entonces llego fin de semana, el día de partida de mis tíos y mi solecito. Esta vez mi padre vino al aeropuerto, al igual que los chicos y Cassian. Nos despidos con un fuerte abrazo de oso y después ella se trepo a mí como un koala.
Caín parecía desanimado, digamos que no logro progresar ni un poco su relación con Aylin y ella ni cuenta se dio de las miradas bobas de Caín. Bueno, ambos aún son jóvenes, tal vez un día pueda suceder algo entre ambos.
—Te mensajeare más seguido y te etiquetare en todas las fotos que suba. Tú también has lo mismo. — me reí y asentí. —Te quiero, Cecy.
—Y yo a ti. Mi solecito. — hizo un puchero y ahora se lanzó al cuello de mi padre.
Yo les di un fuerte abrazo a mis tíos y les deseé suerte en el viaje. Cuando llego la hora, Aylin me abrazo con fuerza una última vez, y con lágrimas tomo sus maletas. Nos miró una última vez y nos dio la espalda, alejándose hasta llegar a la entrada que la subirá en el avión que la llevare de nuevo a Londres.
Pheope nos llevó de nuevo a casa, se sentía tan solo después de tener mucho ruido por un mes y medio. Mi padre se sentó en el sofá un poco cansado y prepare la comida. Prepare papas fritas y hamburguesas. Después de comer, subí a mi habitación para mandar algunos correos a la universidad, ayer pagué la colegiatura del semestre y tenía que enviar los comprobantes.
Cuando regrese a la sala, una nota de un noticiero tomo toda mi atención. Hablaba de Toy´s Donovan y el cómo a menos de una semana de la muerte del anterior CEO, su hijo volvió a integrarse en todos los asuntos de la empresa. Una punzada en el corazón fue lo que sentí al ver las imágenes de Raiden dando una conferencia de prensa.
Su rostro está fresco, a comparación de la última vez que lo vi. Me senté a un lado de mi padre y asentí como señal de que está bien. Ya que en verdad quiero seguir escuchando. Estuvieron preguntando un montón de cosas a las cuales contesto con calma.
Me entere que venderán la mansión, ya que no desean conservarla a pesar de que es la misma donde vivieron sus abuelos. Solo respondió que fue una decisión que tomo toda la familia Donovan. También dio información sobre el proyecto de los videojuegos y dio la fecha de lanzamiento del proyecto.
Hablo sobre algunas remodelaciones en la empresa, y próximos proyectos. Sobre información del divorcio de sus padres, no hablo mucho, solo que ocurrieron algunas diferencias que los llevaron a tomar esa decisión. Y, por último, le preguntaron sobre la chica con la que salió del funeral.
Mis manos sudaron, Raiden se quedó en silencio un largo rato mirando hacia la prensa con gran seriedad. Y antes de dar su respuesta suspiro, como si la preguntara le molestara.
—No fue nada importante. — afirmo y se puso de pie. Los destellos aparecieron y preguntas se mezclaban con otras, haciéndolas imposible de entender.
Mi pecho se hundió de dolor, algo que siempre sucede cuando se trata de él. Es un dolor tan pesado que de inmediato llena mis ojos de lágrimas. Mi padre toco mi hombro y yo pase mis dedos por mis ojos, y mordiendo mi lengua, logre evitar que las lágrimas salgan.
Los días siguientes pasaron, las vacaciones se terminaron y me adapte a una nueva rutina, a la cual agregue unas cuantas cosas y elimine unas otras. Fue bien durante un mes, pero entonces recibí una visita inesperada. Prepare un poco de agua de limón, mientras que en la sala mi padre hablaba animadamente con la señora Donovan y Larissa.
Deje la charola con la jarra y vasos encima, las dos mujeres de inmediato se llenaron un vaso y refrescaron su garganta.
—Esta deliciosa. — le sonreí como respuesta.
—¿Cómo has estado? — me pregunto Larissa, con un tono de cuidado.
—Estoy bien. — afirme. —Las clases ya iniciaron, son un poco pesadas ya que se agregaron dos asignaturas, pero me estoy acostumbrando a esta nueva rutina.
Sus ojos temblaron ante las palabras ‘nueva rutina’, me dio un poco de pena, pero Larissa sonrió para disimular que no fue nada.
—¿Cómo están ustedes? — pregunte con calma. —Supe por la televisión que venderían la mansión.
—Oh, eso se llevó de manera excelente. — contesto la señora Donovan con una sonrisa. —Mi cuñado se hizo cargo de todo antes de irse a seguir recorriendo el mundo con mi cuñada.
Sonreí al recordar a las dos personas. Parecen una pareja de enamorados, siempre contando chistes y haciéndose bromas entre ellos. Son el tipo de personas que cuando llegan a tu vida, dejan su marca.