Subí a mi habitación para alistarme, busqué en mi armario que ponerme y encontré un vestido rosado corte princesa, con pedrería en la cintura que no había visto, en ese momento entró mi madre.
- ¿Te gustó el vestido?
- Si mamá, gracias.
- Lo vi y pensé en ti.
- Gracias.
Al irse de mi cuarto me dirigí al baño para ducharme, al salir me sequé el cabello un poco y me hice pequeñas ondas, me delineé un poco los ojos y me apliqué brillo, salí del baño para ponerme el vestido y unos tacones plateados, pues combinaban con el vestido y los accesorios que había elegido.
Ya en la fiesta saludamos a cada uno de los invitados, me dispuse a sentarme como hacía en estas fiestas, pero alguien interrumpió mi camino; Bruno, uno de los chicos mas engreídos que he conocido, el hijo del mejor amigo de mi padre y la persona con la que mis padres quieren que me case, pero eso no estaba en mis planes, no con él.
- Hola linda, ¿me buscabas?
- Eh, no, me iba a sentar
- Quieres mi grata compañía.
- Gracias, no te preocupes, puedo estar sola.
El parecía querer decir algo, pero afortunadamente llegó Adam, mi mejor amigo, el sabía que Bruno no me interesaba y que liberarme de el seria lo mejor.
-Hola Ani – dijo dándome un beso francés, el y su costumbre de bezar así – Ah hola Bruno – saludó con expresión de desagrado.
- Hola Adam – contestó Bruno de la misma manera.
- Ani, ¿quieres bailar? – invitó Adam, siempre era nuestra mejor forma de escapar, pues a ambos nos encantaba y era una buena manera de no delatarnos.
- Claro
Bailamos unas dos canciones y nos sentamos a platicar. Adam es mi mejor amigo desde que tengo uso de razón, fuimos juntos al kínder y desde los diez años supimos que seriamos inseparables, el sabía todo de mi y yo de el, comprendiéndonos como nadie mas lo hacía y entendiéndonos sin palabras. Es el chico mas dulce que puedas conocer, todo aquel que nos conoce ha pensado que somos pareja, pero no, nunca hemos sentido nada por el otro, por lo menos no hasta el momento y espero que no suceda, porque no quiero que nada afecte nuestra bonita amistad.
Adam era el hijo de otro amigo de mi padre, mi familia lo adoraba y a mi madre le encantaba nuestra amistad, aunque llegaban a chocar, el siempre me ha pedido seguir mi corazón y mis deseos y desobedecer en algún momento a mis padres, por lo menos en lo que mi futuro y decisiones respecta, y esto llega a disgustar a mi madre.
Queríamos irnos, pero no encontraba a mis padres por ningún lado, necesitaba informarles que me marcharía y que me iría con Adam. Le pregunte a uno de sus empleados, encargado de que la noche transcurriera a la perfección, dónde se encontraba mi padre, al decirme que en la oficina de gerencia que tenia el hotel, nos dirigimos a la segunda planta, antes de llegar al lugar Adam se excuso para ir al baño, diciéndome que ya me alcanzaba, que lo esperara en la oficina.
Al llegar iba a tocar, pero escuche una pequeña discusión Richart Ivanot, padre de Bruno y mi padre Marc Muller, no soy mucho de escuchar tras las puertas, pero me intrigó saber de qué hablaban, pues no es muy común que discutan. Puse mi oreja en la puerta y escuché a la perfección gracias al tono que empleaban.
-No Marc, mi hijo ya esta cansado - ¿qué tiene que ver Bruno?
- Pero el debe esperar, no es fácil conquistar a una chica, o olvidas ¿cuánto tardaste en que Amelia se fijara en ti y que Helena me volteara por lo menos a mirar? – mi madre y Amelia eran muy amigas y me habían contado que se la habían puesto difícil a Richart y a mi padre para conquistarlas.
- Si, pero el esta detrás de tu hija desde hace mucho tiempo, mas que el que duramos nosotros - ¿qué?, ahora resulta que esto se trataba de mi.
- Tranquilo Richart, Ani se fijará en Bruno, ella siempre ha hecho lo que nosotros decimos, nunca nos ha desobedecido, porque sabe que es por su bienestar y su futuro.
- Pues ha pasado mucho tiempo.
- Créeme, haré que ella este con tu hijo, no aceptaré que ella esté con otro hombre que no sea Bruno y ella me obedecerá como siempre.
No pude contenerme más y entre sin pedir permiso a la habitación.
- Padre eres un manipulador, sabes que no seré capas de llevar la contraria a lo que ustedes me ordenan, pero ahora también quieres que esté con alguien que no quiero solo porque así lo quieren.