Una vida en su interior

CAPÍTULO 4: Primos y hermanos

Peish se sorprendió al encontrarse con su primo en las escaleras, pero no era de menos, era tarde, y Jaxon estaría arrancándose los pelos exasperado por su culpa, bajó sonriente y sin prisa, hasta llegar dos escalones más arriba que su primo, seguía sonriendo, él también sonrió.

-¿Ya se tomó de los pelos?- preguntó risueña.

-¿Qué manera de saludar es esa?- contraatacó Matt, sonriendo de lado, Peish rodó los ojos, inclinándose hacia la izquierda para evitarlo, Matt no la dejó, colocándose frente a ella, y moviéndose de un lado a otro, hasta que ella paró.

-¿Cuál es…entonces?- dijo rindiéndose, Matt indicó con el dedo índice su mejilla, dando pequeños golpecitos- Ya….- entendió ella, sonriendo pícaramente- El caso es que no puedo aunque quisiera…- se excusó.

-¿Y porqué?- se interesó él, Peish acercó lentamente sus labios al oído de su primo, causando que el interior de Matt se estremeciera al hacer contacto.

-Un ángel me cuida….- respondió rápido, alejándose nuevamente, y dándole suficiente espacio a Matt para que viese el peludo rostro del animal.

-Demonios…- maldijo en voz baja, Breiser mostró los colmillos a modo de respuesta, pues si le había escuchado.

-Adiós Breiser..- se despidió Peish alzando la mano, el animal ocultó los colmillos, totalmente calmado.

“Adiós”, se atrevió a susurrar en su mente, admirando el color claro del pelo de Peish agitarse al bajar las escaleras hasta desaparecer de su visión,

-Tonto gato…- susurró Matt siguiendo a su prima y rodando los ojos.

“Tonto humano”, pensó Breiser, según como había oído escuchar tantas veces a Peish, su raza era humana, en cambio la suya no, su raza era felina, pero él no le ponía tanta importancia a ciertas cosas después de todo.

Matt corrió sigilosamente llegando por detrás de Peish, y con el sumo cuidado, comenzó a hacerle cosquillas.

-Matt…- chilló ella retorciéndose en sus brazos, empujó su cuerpo lejos, comenzando a reír, el muchacho tuvo intenciones de comenzar nuevamente, sin embargo, Peish corrió lejos de él, haciéndolo más divertido aún, y aunque Matt pudo haberla alcanzado en los primeros dos segundos, dejó que ella tomara la ventaja, disfruta de eso, esos momentos, disfrutaba de ella.

-¿De que hablaban?- preguntó ella sonriente, ingresando a la cocina.

-De cómo nos desharíamos de tu gato. - habló Gabriel gracioso, Peish puso cara de horror, Matt, quien ya había vuelto, al verla le susurró en el oído.

-Es broma…-  Peish se lo creyó.

-Niña, si no eres tú, son ellos, si no son ellos eres tú…- reclamó Jaxon acercándose, su hermana contuvo la risa.

-Lo siento...

-No, nada de…lo siento, configuraré tu alarma a las cinco en punto...- amenazó- Vámonos. - dijo avanzando hacia la salida.

-Ah…Jaxon, Scott fue al baño- avisó Patrick alzando la mano.

-Demonios…Marcus, ¿Qué hora es?- preguntó exasperado.

-Son las…7:58 am, vaya…

-No, ya es tarde, pobre de Scott, vámonos- dijo comenzando a caminar.

-¿Jaxon?- preguntó Peish.

-Lo buscaré, lo buscaré y juro que si lo encuentro tendrán un primo menos…- amenazó con el dedo índice, saliendo en dirección al baño.

-¡Hermano!- le hizo saber Patrick.

- ¡Lo que sea! - gritó desde el pasillo, Matt se acercó sigiloso junto a Peish, haciéndole cosquillas ligeras.

-Matt...ahora no, ya basta- habló algo incómoda, respondía un mensaje, uno de su novio, y Matt lo sabía, era por eso que se había acercado, y le dolió, le dolió que, una vez más, ella lo eligiera a él. Peish se sentía incómoda, un mensaje, “Debemos hablar”, y presentía que no sería nada bueno, Matt zarandeó despacio su hombro, a lo que ella se zafó de golpe- Matt déjame. - habló molesta, escribiendo que era lo que tenían que hablar, él intentó quitarle el teléfono sin conseguirlo- ¡YA DÉJAME! - le espetó intranquila, él recogió su brazo pegándolo a su pecho, algo intimidado, pero sobre todo dolido, pasó saliva, todos se encontraban viéndolos.

-Bien. - espetó saliendo de la casa, Peish elevó la mirada en el momento que Matt salió, suspiró frustrada, su novio no respondía.

- ¡Matt! - gritó siguiéndolo, Marcus la tomó de la muñeca antes de que saliese.

-Déjalo...- le dijo compasivo.

-Lo siento…de veras yo…-aceptó sin ganas.

-Y no volveré a tardarme tanto en el baño...-dijo Jaxon entrando al recibidor junto a Scott, este lo miró, pensando en que demonios podía estar pensando su primo respecto al tiempo.

-No diré eso. - habló contradiciéndolo, Jaxon apretó el agarre por su cuello, causándole dolor- Esta bien, está bien, ya, lo prometo, ¡POR NOSOTROS! Basta…-gritó adolorido, Jaxon lo soltó, sonriendo cual niño pequeño mientras Scott se frotaba el cuello- Tienes una bestia dentro tuya, demonio Jaxon, eso dolió- se quejó colocándose la mochila nuevamente.




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