9 de abril
Ya era miércoles y me encontraba sentada en las gradas de la cancha dibujando a los chicos que estaba jugando ya que estaba en receso y uno de ellos se me acercó.
-epa muñeca y que haces tú aquí tan sola, estás viendo a tu novio o acaso no tienes, por qué si ese es el caso yo te puedo hacer compañía- dijo el chico con sonrisa coqueta, a mi pareció desagradable ya que conocía con que intención lo decía
-no gracias no necesito la compañía de nadie con la mía sobra y basta- le contesté sin mucho intereses mientras me centraba en mis dibujos
-muñeca no te hagas las difícil, te vas a divertirte- dijo el chico manteniendo su sonrisa coqueta pero ahora un poco más cerca de mí, lo cual me molestó y al mismo tiempo incómodo y por sentido común hice lo más lógico que fue levantarme para irme lo cual no logré ya que al levantarme el chico me jalo de la muñeca y me hizo caer sentada en su regazo lo cual me hizo sentir más incómoda yo me intenté levantar de inmediato pero el chico me lo impedía ya que era más fuerte que yo y en eso llego otro chico
-Esta todo bien aquí- dijo con un tono de voz un poco preocupado, yo hice un gesto de negación mientras seguía intentando levantarme de el regazo del chico pero sin ningún éxito ya que él me estaba apretando con sus brazos.
-Suéltala se ve que está incomoda-dijo el chico que acababa de llegar, yo seguía forcejeando pero no lograba nada
-¿si no quiero que vas a hacer?, aparte ni que fueras su novio- dijo el que me estaba apretando
-pues si soy su novio y si no la sueltas en este momento te parto la cara- dijo con tono amenazante se notaba que era bastante alto y eso que estaba dos escalones abajo de donde estaba yo, el chico que me metía agarranda me soltó y el otro chico me tomo de la mano y me alejo de las gradas,
-muchas gracias- le dije aliviada
-no hay de que, ese idiota es desagradable si te vuelve a molestar me puedes buscar yo no tendré ningún problema con ponerlo en su lugar-dijo sonriendo
-si es bastante desagradable ese tipo, por cierto ¿cual es tu nombre?-dije con curiosidad
- mi nombre es Kai Morales- dijo con ya sonrisa cálida mientras me extendía una mano
- Samantha Palacios, un gusto en conocerte Kai- dije con una sonrisa alegre mientras estrechaba su mano
-el gusto es mío Samantha, ¿en qué salón estas?-me pregunto Kai
-Si quieres solo dime Sam y estoy en el salón 1B y tu?- le pregunté
-estoy en el 2C- dijo señalando con su pulgar un salón cercano
-entonces ya se donde buscarte si me vuelven a molestar- dije algo divertida
-pues aquí su humilde servidor está para ayudar- dijo entre risas -tienes algo que hacer en lo que queda de receso?- me preguntó
-no la verdad- le contesté
-si ese es el caso estonces que tal si vamos a la cantina por un helado- me ofreció alegremente
-si está bien- acepte con gusto
El resto del receso me lo pase hablando con Kai sobre varios temas y me di de cuenta que teníamos varias cosas en comun como a los dos nos gustaba las películas de ciencia ficción y también las de fantasía y también las cosas con limón y para poder seguir hablando decidimos intercambiar nuestros números telefónicos.
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Ahora estaba en los pasillos de regreso a mi salón, caminaba inmersa en mis pensamientos y en la música que salía de mis audífonos, cuando alguien de la nada me quita los audífonos.
-hey, tamaño de pocket te asutaste- dijo entre carcajadas
-What the fuck contigo maldito italiano devuélveme mis audífonos- dije enojada mientras me le intentaba quitarle los audífonos pero el halzo el libro por encima de su cabeza para que no se lo quitará
-no te lo voy a dar hasta que me respondas algo bulto de piso- dijo con una sonrisa divertida
-andale pues que quieres saber imbécil- dije mientras me ponía de puntillas para intentar quitarle lo audífonos pero son ningún éxito
«por que tiene que ser tan alto este maldito italiano»
-es cierto que ¿eres novia de un tal Kai?- pregunto entre carcajadas
-no digas estupideces y devuélveme mis audífonos- dije enojada -te lo advierto Valente si no me devuelves mis audífonos ahora te vas arrepentir- lo amenace
-si oh, que miedo, mira como tiemblo- decía entre carcajadas
-conste que te lo advirti Valente- dije mientras le daba una pata en su entrepierna haciendo en el soltara mi audífonos y se tuviera que apoyar en la pared con una expresión de color
-ay, Accidenti Samantha, mi fai così male, ora dovrai aiutarmi ad andare in soggiorno- dijo quejándose del dolor, el siempre a sido muy dramático y llorón
-yo te lo advertí, y aparte y yo por que te tengo que ayudar imbécil- dije mientras lo miraba con los brazos cruzados sobre el pecho
-por que tú eres la que me dejó sin poder caminar bien, y aparteor que eres a la única que le puedo pedir ayuda, Per favore, Samy, aiutami, mi fa molto male. Non ti disturberò per tutto il tragitto, ti prego- dijo poniendo ojos de perrito el sabía bien que no me podía negar si me pedía algo con esos ojos
-maldito sabes bien que cuando me miras así no te puedo negar nada- dije mientras pasaba uno de sus brazos a mis hombros para que se apoyará en mi -pero ya deja de mirarme así, camina pues- le dije mientras empezábamos a caminar
-pues Sam pero de verdad ¿eres novia de ese chico?, es que escuche a un chico en la cancha hablar de eso ¿es cierto o es mentira?
-es completamente mentira, Kai lo dijo para que el otro chico me dejara de molestar- dije soltando un suspiro
-te estaban molestando, ¿quién?- dijo fruncido el seño
-no lo sé, no lo conozco solo se que es alguien con el cabello muy corto como estilo militar y que estaba jugando en la cancha- dije mientras seguía caminando
«y este para que quiere saber»
-ya se quien- dijo con tono serio