21 de abrí
12:30 p.m
Estaba en el hospital, y mi papá estaba en una de las camas con varias vendas y un respirador artificial, había tenido un accidente de auto cuando iba de regreso a casa, un auto se paso la luz roja del semáforo y se estrelló contra el suyo, y ahora el estaba inconsciente y no se sabe si el choque afecto sus piernas, yo le estoy rogando a Dios que despierte y que me dijeran que está bien, ya que si el no despierta me tendré que quedar con mi madre y yo no quiero eso ya que ella me guarda rencor por qué el día que me preguntaron con quién prefería vivir yo respondí que con mi padre, y desde ese día tuvimos muy poco contacto ella y yo ya que me decía que yo la traicione y que era una mala hija.
Pasaron las horas y todavía no había repuesta de mi padre ya eran las 3:00 p.m y todavía estaba sentada a su lado estaba viéndolo, mi padre era mi todo, ¿que iba a hacer si el ya no se podía a hacer cargo de mi?, no quería ir con mi madre y ¿que pasaría si en vez de estar inconciente quedó en coma?, ¿que pasaría conmigo y con el?, si me voy con mi madre significaría no verlo más, yo no quiero que eso pase.
Yo no aguante más y salí de la habitación y baje por el ascensor y salí del hospital con los ojos llorosos y justo me encuentro directo con Ale el me vio impactado y suavizó su mirada y me abrazo yo no me alejé solo me aferre a el y rompí en llanto, el solo me abrazo más y me consoló
-tranquila todo va a estar bien, pronto verás como el señor Ricardo mejorara, te aseguro que todo va a estar bien- me dijo con voz tranquila y suave
-Ale y ¿que pasa si mi papá no despierta? y me toca irme con mi mamá, ¿que pasa si mi papá no vuelve a despertar?, tengo miedo, eso me aterra, no me quiero quedarme sola tú sabes que mi papá es mi mundo- dije entre sollozos, mi corazón estaba acelerado efectivamente estaba asustada y con los ojos un poco rojo por las lágrimas, mientras que me sentía pequeños pinchazos en el pecho
-tranquila no te vas a ir con esa vieja bruja, te vas a quedar en mi casa mientras tu papá está aquí, mi mamá se quedará en casa para estar al pendiente de nosotros y te prometo que no estás sola, nos conocemos de toda la vida se que nos la hemos pasado peleando, pero de verdad puedes contar conmigo para cualquier cosa ¿okay?- dijo con tono comprensivo y afectivo mientras me seguía abrazando mientras frotaba su mano en mi espalda para reconfortarme
-no, no como va a hacer eso la señora Miriam, no quiero ocasionar problemas y ser una carga para ella y mucho menos para ti- contesté
-tranquila no es una molestia o carga tú sabes que mis padres te quieren mucho y siempre estan para recibirte con los brazos abiertos y aparte que sabes que el señor Ricardo es el mejor amigo de mi padre, y él no puede dejar que le pase algo ya verás todo estará mejor, y creo que es mejor que vallamos a casa, nos están esperando, te venimos a buscar y papá que quería estar al tanto de toda la situación- me explico
-okey esta bien- dije un poco más calmada, alejándome un poco de el para que me guiará
El me tomo de la mano y me guío al auto de su padre, yo me sentí como si tuviera 6 años de nuevo, como si de nuevo mis padres se estuvieran divorciando como si recibiera el día que mi madre me grito por decile a papá que la había visto besándose con otro hombre, yo me mantuve perdida en mis pensamientos hasta que unos brazos cálidos me abrazaron, yo miré a la persona que me transmitía esa calidez y era la señora Miriam la madre de Alessandro
-mi niña ya verás como todo se arreglará, mientras tu papá se recupera te quedarás con nosotros- me dijo con una calidad sonrisa y un un tono de afecto en su voz, mientras limpiaba las últimas lágrimas que caían de mi mejilla. Nunca había sentido tal calidez y protección, después de eso entre en el auto y me llevaron a su casa la cual quedaba al lado de la mía yo tomé mis llaves y busque algunas cosas me dieron una habitación que quedaba al frente a la de Alessandro, la habitación era espaciosa con un cama matrimonial, un armario, un escritorio y un televisor, era una habitación bonita, aunque pensé que era al go muy grande para una sola persona
-es gigante- dije algo asombrada por el tamaño de la habitación
-si pero no tanto como la mía- dijo entre risas Alessandro
-cierto- dije sentándome en la cama, había estado millones de veces en su casa pero esta vez algo se sentía extraño tal vez sea el hecho de que no se para jugar o molestarlo sino que tendría que vivir con el, era extraño pensar en eso pero no me incomodaba
-pues quiere echarte una partida de Mario kart en la Nintendo 64, así te distraes un poco- me preguntó
-si claro está bien, aunque sabes muy bien que te voy a ganar poste de luz- dije entre risas y una sonrisa divertida
-Ja, solo en tus sueños tamaño de pocket- dijo entre risas mientras salí de la habitación a buscar la consola y dejándome sola en la con mis pensamientos, pero es que de verdad se sentía como si ya lo hubiera vivido como un tipo de deja Vu
-hey, bulto de piso preparada para la peor perdida de tu vida- dijo con una sonrisa burlona
-ja, eso piensas vara de coco- dije mientras tomaba uno de los controles y me sentaba en el suelo a jugar ale y hizo lo mismo que yo, empezamos a jugar se podría decir que duramos como 2 horas jugando
-pues si te digo algo no me tomas como loca?- pregunté mientras lo repasaba en el videojuego
-tranquila dime, ya me dio curiosidad por saber de qué trata- dijo mientras me lanzaba una banana
- desde que estoy aquí he tenido un deja Vu, y no lo entiendo- confese concentrada en la pantalla del televisor
-tiene sentido que lo tengas o acaso olvidaste a donde te quedaste mientras tus padres se peleaban tu custodia- dijo como si fuera algo obvio
-¿enserio?, si te digo la verdad no recuerdo nada de eso y tampoco lo quiero hacer- dije mientras le gana
-si de verdad, entiendo el porque no lo quieres recordar, creo que es hora de cenar ya son las 7 de la noche-dijo mientras se levantaba y salía de la habitación, minutos después fui al comedor cené y volví a la habitación.