Capítulo LVIII

Narra Harry

Se acuesta de lado en el sofá poniendo su cabeza encima de mis piernas.

— pero lo que esta dando si esta interesante — dice algo adormilada.

—¿Un documental de la historia del mundo? — asiente — para mi no es nada interesante — no responde nada — ¿Ariana? — la miro y veo que se ha quedado dormida.

Apago la televisión, la cojo entre mis brazos y la llevo a mi habitación. La acomodo entre las sabanas muy cuidadosamente para no despertarla.

— descansa pequeña — deposito un beso en su frente.

— Harry — susurra mi nombre.

— mande — acaricio su cabello.

— no me dejes sola — abre sus ojos y me mira — por favor.

— ¿quieres que duerma contigo?

— si por favor, no quiero estar sola.

Ella se mueve hacia el otro lado de la cama dándome espacio, me meto entre las sabanas y me pongo de lado para mirarla.

— gracias — se acomoda en mi brazo y de nuevo cierra sus ojos durmiéndose. También me acomodo, cierro mis ojos y entro en un profundo sueño.

*****

Me levanto por los golpes de la puerta. Miro Ariana y aun sigue plácidamente dormida, me levanto con cuidado de no despertarla, abro la puerta y salgo de la habitación, cerrándola de nuevo.

— buenos días hijo — me sonríe.

— buenos días mamá — me restriego los ojos. Vamos bajando las escaleras.

— ¿ya se van? — mi madre asiente—¿y papá?

— arreglando algunas cosas antes de irnos — nos sentamos en el sofá —¿durmieron juntos?

— ¿qué? — la miro confundida.

— si durmieron en la misma cama — le sonrío — con esa sonrisita, ya me dice todo

— !mama¡ — exclamo — no es lo que te imaginas, si dormimos juntos — me mira — pero si quieres saber si tuve sexo con ella pues es un gran NO — que sinceridad Harry dice mi subconsciente — ¿por qué tanta insistencia en saber si tengo algo con Ariana?

— solo curiosidad, además se que mi hijo hace mucho dejo de ser virgen — suelto una carcajada.

— mama no se porque estamos hablando de esto.

— te has sonrojado — me pierdo en los recuerdos donde Ariana me lo dice— ¿Harry? me estas oyendo — niego — lo que te decía es que cuides a Ariana porque es una gran chica. Por favor no la lastimes.

— ¿qué insinúas mamá? No puedo creer lo que piensas de mí.

— te lo digo porque conozco muy bien a mi hijo y se que el anda con la chica que se le cruce encima — de nuevo suelto una carcajada — aunque me doy cuenta que en algunas cosas has cambiado.

— si lo he hecho — admito.

— espero que sea para bien.

— ¿dónde están? — se escucha a lo lejos a mi padre.

— estamos en la sala — le avisa mi madre — ¿ella se quedará?

— si, espero que no te moleste.

— no claro que no, solo controlen sus hormonas y no hagan nada indebido— mi mama sabe como avergonzarme.

— ¿de qué hablan familia? — se acerca.

— estábamos teniendo una plática de madre e hijo — asiente mi padre — es hora de irnos.

— hijo te cuidas, si necesitas algo no dudes en llamarnos y lo mas importante no destroces la casa — dice mi padre.

— papá a veces se te olvida que ya no soy un niño y que se cuidarme solo.

— lo se pero para mi siempre serás mi niño — a veces tus padres se ponen tan conmovedores.

— disfruten su paseo — les doy un abrazo a cada uno. Salen de la casa.

Subo a mi habitación. Cojo ropa para cambiarme.

Ariana sigue aún dormida así que decido ir de nuevo a la sala.

Me siento en el sofá, cojo mi celular y marcó el numero de Nathalia. 

--- Llamada Entrante---

-— ¿Hola?— dice su voz.

— Hola Nathalia.

— ¿Harry?

— si

— Hola cariño ¿cómo has estado?

— bien, te llamaba para decirte algo.

— ¿qué sucede? — dice preocupada —¿estás bien?

— yo si, pero creo la que no...

— ¿le paso algo a Ariana? ¿se encuentra bien?¿dónde está? — me interrumpe invadiéndome de preguntas.

— no se como explicártelo Nathalia—  me levanto del sofá y comienzo a caminar por la habitación.

— Harry me estas asustando.