Capítulo XVIII

Narra Ariana.

Juro que si por hacer esto me expulsan, mataré a Harry. El gran día de cumplir mi reto a llegado.

— es hora Ariana — Harry me entrega un polvo que desconozco para echarle el experimento que estamos haciendo en clases.

— no sé si pueda — le digo con sinceridad.

— no seas una paranoica.

— no seas un mandón. — le saco la lengua.

— infantil.

— idiota.

— deja de pelear y cumple tu reto — me ordena.

— ya voy — digo con fastidio — todo será tu culpa.

— claro nena — me sonríe.

Le echo el polvo y me alejo de manera rápida junto a él pero no pasa nada.

— esto no funciona — le digo.

— creo que me han ment... — es interrumpido por la explosión del experimento.

 

Narra Harry

— creo que me han ment... — soy interrumpido por la explosión del experimento.

— ¿quién  hizo esto? — pregunta el profesor espantado. Todos los alumnos nos señalan — Señor Smith y Señorita Miller a la dirección.

Miro Ariana. Ella está pálida y en shock.

— fui yo quien hizo esto, ella no tiene nada que ver.

— eso no me sorprende, pero irán a dirección los dos. Además tendré que bajarles la nota por este desastre causado — dice el profesor mirándonos con decepción — salgan todos podría ser algo tóxico — ahora se dirige a los demás estudiantes.

Salimos del salón y caminamos hacia la dirección.

Creo que ella se ha molesta.

— lo siento.

— no importa — me mira — está hecho y no se puede hacer nada — me sonríe — y gracias por echarte todo la culpa.

— no vayamos a la dirección — le digo y ella me queda viendo espantada.

— si no vamos recibiremos otro castigo.

— bueno — me rindo — le viste la cara de horror del profesor.

— si fue algo divertido — se ríe.

Llegamos a la dirección. Nos sentamos  a esperes en las bancas porque que el profesor de química está hablando con el director. No se como mierda llego antes que nosotros.

Ariana sigue con su mirada cada unos de mis movimientos. Saco un cigarrillo y lo prendo.

— ¿qué haces? — me mira.

— fumando — digo con obviedad. Inhalo y expulso el humo.

— estamos a punto de entrar a la dirección y a ti se te ocurre fumar — me riñe — ¿quieres qué te pongan otro castigo? — pregunta.

Deslizo el cigarrillo hacia mi boca y lo saco de nuevo, una pequeña nube de negra se escapo de mis labios.

— no, pero ya te dije que me ayuda a que este relajado.

— deberías dejar de hacerlo — me sonríe —   ¿lo has hecho otra veces aquí? — pregunta con curiosidad.

— si muchas veces.

— ¿lo puedes tirar? — suelto una carcajada, ya que es muy gracioso la forma en que me lo pide. Lo pago y lo boto a la basura.

Ariana me hace sentir algo que no podría explicarlo.

La puerta de la dirección se abre y sale el profesor de química.

— el director los espera adentro —  nos levantamos y entramos.

— pueden sentarse — nos ordena el director — de usted no me sorprende señor Smith —  fija su mirada en mi — pero de usted señorita Miller no me lo esperaba — ahora se fija en Ariana— es una alumna ejemplar, estoy muy sorprendida.

— Señor director, ya le expliqué al profesor que yo hice todo el desastre.

—  como el profesor Eduardo dice trabajaban en grupo, así que serán castigado los dos. Su castigo será limpiar el laboratorio y sacar el espantoso olor.

— solo eso — digo.

— quiere algo más señor Smith — dice el director.

— claro que no — dice Ariana alterada.

— entonces vayan a limpiar el desastres que ocasionaron.

— si mi capitán — pongo mi mano en la frente.

— ¿qué dijo? — me pregunta el director.

— nada director — digo.

Salimos de la oficina y caminamos de nuevo hacia el laboratorio.

—¿qué sucede contigo? — pregunta Ariana mirándome y yo la miro sin comprender — si mi capitán, como se te ocurre decir semejantes cosas cuando estamos recibiendo un castigo.

—  solo era para aliviar el ambiente tenso.

— pues no debiste hacerlo — me riñe.

— si señorita gruñona — me burlo y salgo corriendo.

Narra Ariana