Todos estábamos sin palabras en una comisaría, nadie decía nada y bueno... Cada quien estaba en un mundo totalmente diferente, como si todo lo que hubiera pasado les hubiera robado la conciencia y la voz. Nadie se atrevía a contradecir nada, incluso, sé que algunos tenían hasta miedo. Arturo estaba abrazado a su madre mientras el padre y la hermana estaban en una esquina pensando sin decirse ni media palabra. Victoria me miraba pero cuando yo la miraba de vuelta ella apartaba la mirada y seguía dando vueltas en la sala de donde estábamos esperando. Haniel estaba a mi lado y él tampoco hablaba, era como si el ratón le hubiera comido la lengua, sus ojos estaban fuera de órbita y aunque intentaba parecer tranquilo no dejaba de ver ese celular y yo ya estaba poniéndome más nerviosa de lo de estaba, había vomitado ya tres veces, eso que vi, de mi mejor amiga, me afectó demasiado. teniendo a tantas personas a mi alrededor tenía que ser justo a alguien que yo quería, no lloré pero juró que por dentro... Sentía como si un maldito muro me cayera en el corazón. La madre de Amy se encuentra en este momento dando su versión, la cosa es que ahora... Ahora no sé si pueda seguir con esto.
Levanto mi cabeza y veo como la madre de Amy sale con las lágrimas cayendo a por montón, se acerca a mí y yo me levantó para poder abrazarla — Ella no se merecía morir así, ella estaba llena de vida — Dejo que lloré en mi hombro, desahogar sus penas con alguien es lo mejor que puede hacer en este momento.
Me deja de abrazar para tratar de esbozar una sonrisa pero falla totalmente y sale dejándome con todos los demás, en este momento no está muy bien y es más que obvio. Creo que nadie se puede imaginar está enterrando a su hija y creo que después de esto tanto la vida de ella como la de nosotros no va a poder ser igual... Están pasando demasiadas cosas alrededor de nosotros y juro que no sé ni como sigo aquí, hace rato debió darme un paro con todo lo que me está pasando, el miedo, el demonio que tengo a mi lado, la muerte de Amy y lo primero y más importante..., La muerte de mis padres y de mi hermano.
—La señorita: Ajax — levanto la mirada cuando mencionan mi apellido, el policía me hace unas señas para que lo siga.
Entro en una sala un poco oscura, tiene una mesa y dos sillas frente a frente, ya entiendo porqué los presos se ponen nerviosos. Con un poco de temor me siento en una de las sillas y el policía sin esperar más se siente en la que está frente a mí. Me mira por unos segundos que se hacen eternos para mí.
—Creo que no tengo mucho que hablar, hago esto porque es obligatorio pero tengo que admitir que te ves como cualquier cosa menos una asesina y menos de tu propia amiga — Me asombró por lo que acabó de escuchar y él sonríe un poco — Es raro ¿Verdad? No todos los días te encuentras a un policía así, pero no estoy aquí para venir a ver quién es inocente y quién no es inocente. Lamentablemente tengo que interrogarte, pero créeme cuando te digo, que si fuera por mí, no tú ni tus amigos estuvieran aquí.
Después de que el policía me hiciera algunas preguntas me deja ir, lleva a uno por uno de los que están en la sala pero ellos salen en menos de cinco minutos, nadie se aquí sabe absolutamente nada. Así que no puede preguntar mucho.
Ya en el auto con Arturo y Haniel voy pensando, vamos a la casa de mi tía, ya no quiero estar en la casa de Arturo. Le pedí que cuando pudiera me pasará las maletas que dejo ahí, en cuanto llegamos a la casa yo evitó totalmente que alguno de los dos me haga preguntas de <<¿Cómo me siento?>> Esa es una de las preguntas más tontas que me pueden hacer en este momento, no encuentro lógica a esa pregunta. En cuanto subo a mi habitación atrás de mi viene Haniel y yo suspiro.
—¿¡Por qué no te puedes ir y dejarme sola!? — Le gritó — Sólo Quiero que me dejes en paz, todo esto... Todo esto está pasando por tu culpa, mi tía, Amy, ¿Quién mierdas sigue, Haniel? — Trato de aguantar las lágrimas, juro que trato, pero el nudo en mi garganta es más fuerte — No puedo, no quiero, no debo aguantar todo esto y tú... ¡Mierda! — Su rostro se descompone, dejándome saber que todo lo que he dicho; le ha dolido.
—Lo siento, sé que no soy una persona fácil...
—¡Eres una persona que lo único que me ha regalado son momentos tristes y falsas esperanzas! — Baja la mirada, respiro profundo y cierro los ojos fuertemente para luego abrirlos — No quiero seguir así, tienes que entender, todo esto es muy difícil para mí.
—¿Qué quieres decir? — Parpadea varias veces viéndome.
—Que...
—¿Qué, Violet, qué?
—Me enamoré de ti, estoy perdidamente enamorada de ti — La comisura de sus labios se alzan — Te quiero.
Los dedos me tiemblan y el corazón se me va a salir del pecho, aunque el está con una media sonrisa en el rostro... Yo no puedo dejar de temblar, ya me dijo una vez que no siente nada por mí, seguro no le importa decirme otra vez lo mismo. Se queda parado frente a mi sin decir nada y siento que el corazón se me rompe cuando la sonrisa se desvanece de su rostro, se acerca a mi a paso lento hasta quedar sólo a centímetros.
Su mano se acerca a la mía hasta hacer que se junten, sus dedos se entrelazan con los míos — Desde ese día, desde el día que te vi... Supe que sería mi problema favorito, no te lo digo, no puedo decírtelo, pero creo que demostrando lo que quiero y con quien quiero estar... Es más que suficiente, muchos planetas, un montón de personas — Suspira para seguir, sus ojos se cristalizan dándome la señal de que va a llorar — Y tú te viniste a enamorar de un ser que no se quiere ni a sí mismo.
—Me enamoré del ser; que no le importó quedarse para ayudarme con todos los problemas de este momento — Sonríe y baja la cabeza.
—La vida no es tan ordinaria cuando estoy contigo, cuando estoy conmigo siento que el mundo es un lugar mejor y eso es extraordinario — Besa mi frente con mucho cuidado — No mires atrás, sólo te pido que: No me dejes, no lo hagas.