“It always turns out to be a different way”
Estábamos viendo un late con mi hermano ya que estaba de invitado un jugador de básquetbol, uno al que Derrick admiraba con demasía, pero el animador hizo una pausa a la conversación sobre cómo fue su ingreso al equipo de los Lakers.
—Vamos al departamento de prensa —dijo el hombre, poniéndose completamente serio, y en la pantalla apareció una dualidad en donde se pudo apreciar a una mujer morena vestida con un traje blanco y una expresión seria—, debido a una invasión ocurrida hace unos momentos a una iglesia. Vargas, estamos contigo.
—Buenas noches —dijo la mujer—, efectivamente, hace unos minutos, se hizo un llamado a las autoridades del Estado de California debido a un lienzo que fue desplegado desde el punto más alto del “Templo de Los Ángeles”.
En ese momento, tanto Derrick como yo, nos inclinamos hacia la televisión; apareció la imagen, al parecer en vivo, del templo, en cuya cúspide sí caía un lienzo, el cual tenía las letras en horizontal, por lo que tuvimos que inclinar un poco nuestras cabezas para leer lo que ahí escribía.
—Se trataría de un grupo de encapuchados, todos vestidos de negro, que lograron infiltrarse y en menos de diez minutos tendieron el lienzo. Las cámaras de seguridad lograron grabarlos, pero estaban muy bien camuflados que parecían tener el mismo rostro. Por otro lado, dejaron una mochila, al parecer se trataría de la mochila que utilizaron para cargar el lienzo...
No presté mucha atención a lo que siguió diciendo la mujer. Derrick bufó y volvió a su posición original en el sofá, sacando su móvil, yo lo imité.
—Creí que iba a ser algo más importante —dijo.
—Bueno, ¿haremos zapping? —pregunté sacando, algo acelerada, mi celular.
—Nah, esperemos, no creo que se tarden demasiado.
No dijimos nada más, yo revisé mis notificaciones justo al momento en que me llegaban tres mensajes de Andy que abrí inmediatamente. Eran dos fotos y un texto.
La primera foto mostraba lo que ya había visto por la televisión. La segunda foto, era una especie de selfie, estando en un automóvil. Taylor sonreía desde el asiento del copiloto, mientras que atrás estaban Wilson, Lee y Andy, este último mostraba dos dedos, como si fuera un saludo.
El texto decía:
“Si te preguntas por Chris, era quien conducía. Estamos bien, nadie alcanzó a seguirnos, tuvimos una buena ruta de escape. Vamos camino a un nuevo destino, cuando volvamos se lo explicaremos todo. Ya no será necesario que cuelgues mi cabeza, Thurman.”
Suspiré y luego sonreí aliviada. Dios, ahora solo espero que hayan tomado precauciones con respecto a las huellas digitales. Volví a revisar la primera foto, ampliando el lienzo y girando mi celular para mayor comodidad.
“VIVIR DISCIPLINADOS ES VIVIR CON MIEDO INCONSCIENTEMENTE”, y la firma UH con rojo en la esquina superior izquierda.
—Ah, qué simbólicos —dije, Derrick me miró confundido.
—¿Simbólicos? ¿De qué hablas? ¿De ese lienzo izquierdista?
—Puede ser, sí, puede ser.
Dicho eso, la mujer volvió a dar el pase al estudio del late, por lo que, pudimos disfrutar nuevamente de la televisión. Pero otro mensaje me hubo llegado, y precisamente de Andy. Fruncí levemente mi ceño y lo abrí.
Andy – 11:13pm
“No me dejes en visto, al menos dame las gracias por cumplir la promesa”
Pandora – 11:13pm
“Era tu deber. Fue un juramento inquebrantable. Ya debes saber lo que pasa si no lo cumples”
Miré el chat un par de segundos, decidí agregar algo antes de dejar el móvil sobre la mesa de noche, sin siquiera vibración para darme cuenta de la respuesta de sus mensajes.
“Me alegro de que se encuentren bien :)”
★★★
Claramente, dijimos que no estaríamos cercanos a ellos durante todo el día viernes, pero la verdad es que me pareció demasiado extraño que no viera, de nuevo, a ninguno de los chicos ese día martes. Qué mierda estaba pasando aquí.
—Barthes establece que el mito es una estructura que sigue esquemas, por lo que el mito es cíclico.
Tomaba apuntes cuando dejaba de pensar en dónde se podrían encontrar los chicos... Es que se suponía que salieron ilesos de la situación, además en las noticias no habían mencionado nada sobre haber capturado a algunos sospechosos del caso del lienzo. Apreté mis labios y miré a Mandy, más bien su cuaderno para copiar algunos apuntes.
—Señor Erwin —preguntó Flinn, a lo que no pude evitar mirar hacia atrás, en donde me di cuenta de que Angeline se había sentado junto a él y lo miraba embelesada—, ¿podría hacerle una pregunta relacionada a lo que colgaron desde el templo?
El señor Erwin, aquel hombre de gafas y gordito, alzó ambas cejas y asintió con la cabeza, acomodó sus gafas, suspiró y habló: