*Narra Alice*
Nos encontrábamos fuera de la habitación de Frodo esperando a que despertara; Sam había despertado hace dos días, creyendo que todo lo que había y habíamos pasado era un sueño, Gandalf era el único que se encontraba dentro de la habitación, para ver en qué estado se encontraba el joven hobbit.
Comenzamos a escuchar voces dentro de la habitación, los primeros en entrar fueron Meri, Pippin, seguidos de Gimbli, Aragorn, Legolas, Sam y al final yo, los primeros dos se encontraban sobre la cama a los costados de Frodo, contando todo lo que había pasado.
Cuatro días han pasado después de haber vencido a las fuerzas de Sauron, y dos de que Frodo despertara, tres de que Faramir fuera nombrado el nuevo Senescal del Reino, y por fin hoy Aragorn sería coronado como el Rey de Gondor, durante estos días estuve ayudando a Gandalf organizarlo, Gimbli les indicaba como reconstruir a Minas Tirith con mejores estructuras, Legolas traía plantas, arboles, a la ciudad, en el trascurso de los días elfos de Rivendell, y Mirkwood llegaron a Minas Tirith, al igual las tropas que fueron a Gondor, todavía se atendían a los guerreros heridos; en los tiempos libres, desayunos, comidas, cenas y demás Legolas y yo tratábamos de pasar el tiempo juntos.
Por fin el día en que Aragorn sería coronado como Rey, todos los habitantes de la Ciudad Blanca, elfos de Rivendell, elfos del reino de Mirkwood, Gimbli, soldados, nos reunimos frente a la puerta del castillo, los guardias tenían puesta su armadura color plata, todos estábamos en silencio para escuchar a Gandalf hablar.
Gandalf: Ved aquí a Aragorn, hijo de Arathorn, jefe de los Dúnedain de Arnor, Capitán del Ejercito del Oeste, portador de la Estrella del Norte, el que empolla la Espada que fue forjada de nuevo- hablo mientras miraba a los presentes- ¿Lo queréis de Rey y deseáis que entre en la Ciudad y habite entre vosotros?- cuestiono.
Presentes: ¡Sí!- gritaron todo el pueblo y el ejército como una sola voz.
Entonces Gimbli se adelantó entregando una corona antigua a Gandalf, tenía la forma de yelmos de los Guardianes de la Ciudadela, pero esta era más esplendida y radiante, las alas laterales de perlas y de plata imitaban las alas de un ave marina, pues ese era el emblema de los Reyes venidos de los Mares, tenía incrustadas siete gemas de diamante, y en el centro brillaba una sola gema cuya luz se alzaba como una llama.
Gandalf: tomo la corana en sus manos y levantándola en alto y dijo- ¡En este instante se inician los días del Rey, y ojalá sean venturosos mientras perduren los tronos de los Valar!- Aragorn arrodillado ante Gandalf.
Y cuando Aragorn volvió a levantarse, todos lo contemplamos en un profundo silencio, porque era como si se revelara ante nosotros por primera vez.
Aragorn: En este día no estamos celebrando a un hombre sino a todos, juntos reconstruyamos este mundo compartiendo el tiempo de la paz- señalo, para después recitar en un canto- Et Eärello Endorenna utulien Sinome maruvan ar Hildinyar tenn'Ambar-metta!- estas palabras las había pronunciado Elendil al llegar del Mar en alas del viento "Del gran mar he llegado a la tierra media. Y ésta será mi morada, y la de mis descendientes, hasta el fin del mundo".
Entonces Faramir, Legolas y yo gritamos: ¡He aquí el Rey!
Sonaron al unísono todas las trompetas, el rey atravesó el camino lleno de flores, el estandarte del Árbol y las Estrellas fue desplegado en la torre más alta, y así comenzó el reinado del Rey; mientras cruzaba Aragorn entre su pueblo, Legolas dirigiendo al pueblo Elfico frente a Aragorn, este nos dio su bendición a Legolas y a mí, después miro detrás de notros para ver a Arwen quien traía un estandarte, Aragorn me paso el estandarte mientras que él y Arwen se juntaban en un beso lleno de amor,para luego recibir la rendición del señor Elrond.
*Narra Alice*
Los días siguientes de la coronación del Rey, la ciudad llego a ser más bella que nunca, habían árboles y fuentes por doquier, las puertas hechas de acero, las calles de mármol blanco; la gente de la montaña iba a trabajar, y para los habitantes del bosque visitarla era una alegría, todo fue reconstruido y mejorado, las casa se llenaron de hombres, mujeres y las risas de los niños.
Ocho días después los Jinetes de Rohan se alistaron y partieron galopando por el camino del Norte, los habitantes de la ciudad los aclamaba al pasar. Los hobbits aun permanencia en Minas Tirith, al igual que Gimbli, Legolas, Gandalf y yo, porque Aragorn no se resignaba que la Compañía se disolviera, nos estábamos quedando en una hermosa casa, donde podíamos recorrer la ciudad a nuestro antojo, en la mayoría del tiempo Legolas y yo lo pasábamos juntos, dormíamos juntos, entre otras cosas, debes en cuando Gimbli nos acompañaba a caminar entre las calles de la ciudad, ya que se la pasaba con la Gente de la Montaña.