Hoy era el último día en la cual tendría clases, me sentía un poco triste porque me estaba llevando muy bien con mi profesora, aunque también tenía emoción y nerviosismo ya que mañana daría mi examen. ¡Estaba repleta de emociones mezcladas!
—Señorita Park, le entregaré un examen con preguntas que hemos estado viendo, esto es un simulacro — me entregó las hojas y escribió el inicio del examen en la pizarra—. Comience.
Se me estaba haciendo fácil resolver todo esto, incluso lo que más odiaba que eran los números, pero, ¿qué más se podría esperar si la mejor instructora de Seúl me había enseñado?
Después de las largas horas del examen, logré terminar y con unos minutos antes.
—Muy bien, revisaré esto — tomó mi examen y se sentó en la silla de su escritorio —. Puedes ir a despejarte un rato — me guiñó.
—Muchas gracias — sonreí mientras hacía repetidas reverencias. Me dirigí a la puerta saltando de felicidad, cuando abrí la puerta me di con la sorpresa de que la señora Park estaba por tocar la puerta —. Señora Park, buenas tardes — hice una reverencia saludándola.
—¡Oh! Moco... digo niña — se aclaró la garganta —, justo quería hablar contigo.
—¿Conmigo? — me señalé confundida.
—Sí, ven vamos a la sala — comenzó a caminar y se detuvo al ver que seguía mirándola confundida —. Apúrate — ordenó.
—Lo siento — me disculpé y corrí a alcanzarla —, creí que aún era un sueño que quiera hablar conmigo — sentí mis mejillas arder al sentirme avergonzada.
—¿Tanto me admiras?
—Bueno solo creí que me odiaba por estar en su casa y me alegra que no sea así — sonreí, ella solo me miró sin ninguna expresión por lo que dejé de sonreír —. Lo siento, debe seguir triste por la muerte de papá.
—¿Quién? — enarcó una ceja y luego me miró triste — ¡Ah! Sí, estoy muy triste.
—Usted tiene mucha suerte, pudo formar muchos recuerdos hermosos con él — miré al techo mientras caminábamos. Debo admitir que sentía celos al saber que ellas pudieron estar con papá y me siento mal por sentir eso, no debo ser egoísta.
—Cambiemos de tema — dijo con un tono de molestia, al parecer había sido muy evidente con mis celos, ahora me odiará.
—Lamento si fue muy celoso mi comentario — bajé mi mirada.
—Deja de decir tonterías — levanté mi vista y ella estaba enojada —, me irritas cada que abres tu boca, mocosa.
—Lo siento por haberla hecho enojar — la miré triste. Supongo que soné envidiosa y además fue tonto de mi parte mencionar a mi papá, es obvio que aún le duele.
NARRADORA
Su-Ji había tratado de fingir ser amable con ella, pero le fue imposible con todas las tonterías que según ella decía. Estaba cansada de que esa mocosa fingiera inocencia que le daba ganas de golpearla.
—Escúchame — suspiró tratando de controlarse, debía hacerlo o no podría manipularla —, tengo que decirte algo importante y será nuestro secreto.
—¿En serio? — dijo asombrada y emocionada al saber que por primera vez guardaría un secreto, por su mente pasó que tal vez eran amigas y que por eso compartían secretos.
—Sí, ahora cállate — se detuvo en medio del pasillo, no soportaría más su presencia por lo que ir a la sala quedaría anulada —. ¿Sabes que tu abuelo invirtió mucho dinero en ti?
—Lo sé — bajó su mirada avergonzada.
—Te metió a mi casa sin consultarme y está gastando más dinero que en mi hija, es por eso que Yang Mi no te habla — se detuvo y miró a (TN) triunfante —. Encima tienes que ir a la misma universidad que ella, has invadido nuestras vidas y lo peor es que derrochan el dinero en ti. ¿Sabes que a tu padre le enojaría mucho saber que una de sus hijas es una interesada?
—Pero yo no soy una interesada — sus ojos comenzaron a cristalizarse al pensar en su padre.
—¿En serio? Y como planeas devolvernos todo lo que invirtió tu abuelo — se cruzó sus brazos.
—Yo... yo entraré a la universidad y mi abuelo estará orgulloso — le dijo mirándola aguantando las ganas de llorar.
—Con eso no es suficiente, ¿sabes cuánto daño has hecho a la reputación de los Park?, Yang Mi tiene que lidiar con las burlas, al igual que yo y ni que decir de tu abuelo. Él tiene que lidiar con los inversionistas que esparcen rumores y le difaman. ¿Cómo piensas remediar algo así?
—No era mi intención — sus lágrimas comenzaron a caer, nunca había pensado en el daño que le había hecho a su abuelo —. Mi abuelo me odiará.
—Puedes evitar eso y pagar por todo lo que hace tu abuelo — sonrió de lado al ver que lograba su objetivo.