Bobby estaba molesto, sin embargo era gracioso verlo en aquellos momentos. En más de media hora no paró de discutir con Ralph y Peter en relación a la posible falla que causó que el wrangler tuviera aquella muerte súbita. Ni siquiera las mañas de Ralph pudieron hacerlo encender, por lo que, estábamos en problemas. Yo sabía de mecánica, y me sentí tentado a aportar ideas, sin embargo decidí quedarme al margen.
—¡Muchas manos en la olla dañan el caldo! —murmuré enrumbándome a la gasolinera.
Después de todo, habían pasado ya varias horas desde nuestra última comida, y con el pago de mis vacaciones en mi cuenta bancaria, decidí pagar los gastos de la que sería la cena, así que marchando a la estación de servicio me alejé del wrangler y de los tres chiflados. Caminé por el borde de la carretera hasta que llegue a la estación de servicio, la cual no era muy grande, apenas contaba con dos máquinas gasolineras, una tienda de paredes curtidas y unos baños bastante descuidados a mi parecer, todo iluminado por tres enormes postes en la vía, y las luces que descendían desde un borde del techo en la entrada del local.
Cuando crucé las puertas de aquel comercio me sentí mejor, me quedé unos instantes en la entrada, refrescándome con el aire acondicionado que descendía justo sobre mi cabeza, no lo noté en su momento, pero la caminata me hizo sudar bastante. Entonces me centré en los anaqueles llenos de bebidas gaseosas, y golosinas que se explayaban a mi derecha, de igual manera detallé los dos grandes mostradores refrigerados a mi izquierda, que lucían lo que parecían ser dulces y tortas frías de un lado, y más gaseosas en otro. Detrás de estos se vislumbraba una caja registradora, dos neveras con más dulces y un joven de cabello largo y brazos tatuados, que divirtiéndose en una silla, veía la sección de noticias en una televisión adherida al techo con un soporte, mientras jugaba con lo que parecía ser una consola de juegos portátil.
—Y en la sección de sucesos se mantiene la investigación del robo de los artículos que se dirigían a la exhibición griega del museo de Sphere —dijo una comentarista de tez morena que pasó a mostrar un video donde se hacían varias tomas del museo más grande del país, mientras otro periodista de voz masculina narraba los hechos.
—Un vehículo de la compañía Black Thunder fue víctima de un robo mientras trasladaba un cargamento de artículos históricos al Museo de Sphere, los organismos de seguridad a la fecha de hoy no han sido capaces de identificar a los artífices del delito. Entre los objetos perdidos se encontraban varios ítems de alto valor histórico, entre los cuales destaca la llamada “Estatua de Tifón” un artefacto arqueológico encontrado hace diecisiete años por los arqueólogos de la fundación “Towers of History”.
—¡Buenas! —comenté alzando la voz, para intentar asustar al tipo, que como un cordero hipnotizado, contemplaba su consola de juegos.
—¿Qué pasó…? —preguntó dando un salto fuera de su silla.
Aquel sujeto no era mayor de veinte años, pero ya apestaba a cerveza y a algo que a juzgar por el color rojizo en sus ojos, no era precisamente cigarro.
—A la orden ¿Qué deseas? —me respondió al verme.
Empecé a pedirle algunos dulces y otras cosas mientras miraba las noticias con desinterés. Ya había escuchado de ese robo, los artículos habían llegado a Hrist Valley desde Canadá, y en el traslado a Sphere estos fueron robados. La cosa pasó de maduro a podrido cuando los transportistas afirmaron a la policía que fueron interceptados por el director de la transnacional OEC Innovations, Owen Cunningham, quien junto a un hombre rubio de cabello corto les robaron los artículos.
—Gracias por su compra —replicó el joven cuando dejando de verme, miró con desgano a mis espaldas.
—¿Disculpe tiene un teléfono? —Preguntó una voz femenina detrás de mí.
Aquella voz se me hizo familiar, en ese momento me gire y la vi frente a mí.
—¡No puede ser! —murmuré tomando la bolsa con las compras del mostrador—. ¿Alison?
#15803 en Fantasía
magia aventura personajes sobrenaturales, suspenso secretos poderes sobrenaturales, demonios y enigmas
Editado: 09.07.2020