Ups Corazon Roto

SONRIE EL SOY BRILLA

Seguridad: Todos sentimos un momento de miedo e inestabilidad. La seguridad no es la manera de decir puedo con todo, la seguridad esta unida al hecho que sabes quién eres y que quieres mostrar. No importa si vistes elegante o en pants. Se verá reflejada en tu personalidad.

¡Me siento diferente! Normalmente no uso este tipo de trajes. Confirmo que me queda de toque, se ajusta perfectamente a mi cuerpo, pero nunca antes me había visto así como se ve mi reflejo en el espejo. Es un hermoso traje saste blanco que define mi cintura perfectamente. Con mi cartera a combinación.

Una vez leí en una texto de motivación que las mujeres debemos ver esta parte de nuestra ropa y nuestro maquillaje como nuestra armadura de guerra. Una parte importante de ser mujer. Ahora veo que tiene razón en unos puntos. Pero que quede super claro...

¡No es la ropa, no es el cabello, no son las uñas! Todo está en tu cabeza, debes creerte grande para ser grande. Yo quería sentirme hermosa y la verdad es que me estoy sintiendo más que hermosa... Todo es parte de amarte, no importa si andas en chancletas... Debemos creer qeu somos hermosas y que amamos todo de nosotras lo bueno y lo malo. Es parte de conocernos...

¡Estoy a punto de entrar al edificio de la clínica! No quise traer nada extravagante en mi primer día, así que decidi que el top consta de una falta que llega a mi rodilla  y su complemento que es la simulación una camisa con estilo chaqueta de manga de 3/4 .  Con un maquilaje casi natural que resalta mis ojos y el color de mis labios y por supuesto mis zapatos sandalias a juego.

Siento que tengo una sonrisa desde que salí de casa! Saludo en la entrada al portero que se me queda viendo un poco sorpresivo de reconocer quien le saluda. En el bus también tuve muchas miradas de hombres que les llame la atención. Eso me subio el ánimo de saber que no había metido la pata en mi elección de ropa, o al menos eso pensé.

-¡Buen día Francis!- Saludo a la recepcionista de la entrada... Ella parpadea y después contesta.

-¡Buen día Señorita Andrea!- Yo presiono el ascensor y entonces aparece la única persona que me cae super bien de este lugar desde que entre a trabajar. El doctor Wait...

-¡Buenos días doctor Wait! ¿Que tal su día?- Le sonrío con mas emoción.

-¡Valgame Dios! ¡Acaso me perdía algún evento! ¡Te ves increíble!- Me dice observandome de pies a cabeza, en el caso de él no me incómoda porque siempre me ha tratado como si fuera una nieta que tiene que educar.

- ¡Gracias! y ¡Doctor Wait! Recuerda cuando me pregunto si podía ir a unas capacitaciones... en el centro de la ciudad. ¿Todavía tiene cupo?-

Al principio del año me consulto una oportunidad de crecer, pero en ese momento no estaba en mis cinco sentidos, porque lo rechacé. Él parece pensarlo y sonríe emocionado de mi pregunta.

-¿Te gustaría? ¡Habrá una nueva en dos meses!- Dandome la alegría de que no he perdido todo.

-Sí, la verdad que sí me gustaría mucho... ¡Estaré atenta! ¡Es mi piso! Saludos a su familia...-

-¡Gracias Andrea! Yo también te avisaré...- Confirma cerrandose la puerta

Me despido y me dirijó a mi escritorio. Es perfecto si es entre dos meses, porque estaré tomando mis clases de ingles. Enciendo mi computadora y empiezo con mi trabajo del día. 

Minutos más tarde el doctor Martín entra corriendo como si le picaran los pies, despeinado y con la corbata a medio atar. ¡Esa ropa definitivamente esta arrugada! Queda muy claro que no viene de su casa... a menos que se haya dormido y no se fijara que se pudo algo sin planchar.

-¡Andrea! ¿Ya llegó?- ¡Sí, el hombre esta apenado de su facha! Se convirtió en una estatua cuando me vio.

-¡Quería avanzar en los detalles de su ponencia de hoy! ¿Necesita ayuda? -Tengo una plancha de emergencia para cuando tengo accidentes. 

El hombre se le iluminan los ojos y se acerca al escritorio susurrando. Vaya, con ese traje se ve mas joven y le ha funcionado sus ejercicios porque se ve más delgado. 

-¿En serio? ¿Puede traerla a la oficina? ¡Estoy contra el tiempo yo debo... no imprimi mi reporte y en 30 minutos...!- 

-¡Respire doctor! -¡Quitese la camisa, la corbata y su pantalón! Le digo para empezar con la labor, soy su secretaria, es  lógico que le ayude en estas situaciones.

-¿Qué?- Parece asustado.

-¡Necesito su ropa para planchar! Tiene que quitarsela...- Me levanto para seguirlo y enciendo su computadora para imprimir su documento.

-Sí, lo sé... Yo voy al baño..-

Salgo para  buscar mi plancha. ¿Por qué tengo una planca? ¡Es gracioso! Muchas veces tuve que usarla para el antiguo compañero del Doctor Martín. Era afisionado a que su ropa estuviera siempre sin una arruga. Nunca me la lleve a casa... después que se retiro. Tengo que agacharme porque está en la última gabeta del estante y se trabo. ¡Mierda! ¡Ahora no es el momento! Y por fin salió. Me levantó super rápido y me doy la vuelta y choco con el doctor Herbeth...

-¡Perdón! ¡Lo lamento no lo ví!-



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En el texto hay: humor, superacion personal, amor ciego

Editado: 27.09.2021

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