25. Utopía

Y cuando desperté, me di cuenta que todo era una mentira, 
Porque vivir de esa forma no era vida.

Y por alguna razón recordé los sucesos de aquel día, 
A pesar de que dije que en esta vida todo se olvida.

Se imposibilitan los recuerdos de alegría. 
Vivir de agonías nunca fue idea mía.

Se entristecen mis penurias, se activan las elecciones engreidas, solo para recordarme que a veces los dolores son de por vida, y la oscuridad es quien nos guía.

La realidad a veces es tan agria que nos domina.

Nos ciega en una mentira, nos obliga a fingir una alegría 
Nos duerme, nos derriba, sin darnos oportunidad de una huida.

Nos detenemos por un instante, deseando otra vez el día. 
En aquel lugar puede que se termine mi vida.

Pero me completa sin debates de muerte, y no juega con mi agonía. 
Eso fue lo que pensé aquel día...
El círculo de poder nos domina.

Estamos en un tiempo en el que lo que deseamos se desmorona. 
Nos utilizan como una cura, pero la enfermedad no era una tortura.

Pensé que todo era parte de la locura, pero realmente nada es lo que parece en este mundo lleno de ataduras. 
Nos domina y la realidad es igual de triste que la amargura.

Lo siento en el alma, en algún lugar hay espacio para la esperanza... La esperanza de saber que algún día esto acabará.

Porque somos capaces de lograrlo, y confesar la verdad es algo que perdura. Alguien nos engaña y nos arruina la vida.

Infinidad de veces pensé en ese día, en el que por fin pudiera ver tu rostro gastado, cansado, desmoronado...

¿Hay un lugar para nosotros?

Pertenecemos a donde nuestro corazón nos guíe, nos alivia la esperanza, y la esencia de las vidas pasadas regresan y no se apagan.

La última vela fue la que decidió todo.

La rosa más bella de todas ha dejado de existir, y es probable que nuestro destino sea una mentira sin fin.

Perjudicas mi vivir, pero eres mi elixir.

No me atrevo a seguir.

La vida deberá continuar mientras mis dudas se apaciguan, y es probable que no me dejen vivir sin pensar en ti.

Deberé buscar la paz donde no haya otro sitio al que ir, y en donde tu nombre sea pecado repetir.