Valentino

Capítulo 3

Klaus Nicholson. Con ese nombre el joven espía se había presentado frente a mí al encontrarnos en el Eurostar en nuestro viaje a París. Ahora, esta era la verdad que nadie más que yo conocía. Klaus Nicholson nunca existió. Aquel era un nombre falso para cubrir a un chico que lo único que había querido era ser uno de los buenos y encontrar lo que había perdido.

Bajé la vista y miré la carpeta forrada con postales que estaba delante de mí. Ahora, sentada en medio de clase, mientras el profesor tomaba lista, no podía evitar sonreír con nostalgia. Cam estaba sentada unas mesas más atrás, pero cuando la miré ella me hizo un gesto obsceno con el dedo, por lo que deduje que todavía estaba molesta. Tampoco me importaba mucho. Se suponía que nadie debía saber. Se suponía que yo no había ido a París para buscar algo de lo cual dependía la seguridad interna de cualquier organización secreta. Y más que nada, se suponía que yo no me había enamorado de él.

Era mi secreto. Era una Bright, había hecho exactamente lo que todo el Servicio Secreto había esperado que hiciera. Había permitido que un joven buscado escapara y no había ayudado o dado pista al respecto en todo el verano. De hecho, nadie sabía que yo era la última persona en haberlo visto.

Cerré los ojos y acaricié la carpeta llena de postales. Francia, Alemania, Escocia, Gales, Inglaterra. Todas las ciudades, todos los lugares en los que había estado. Tal como prometió. La última recibida esta mañana había sido de Liverpool. Postales que no debería recibir o de las que el Servicio Secreto debería estar enterado. Postales de una persona por la que mi corazón suspiraba en secreto y que estaba esperando que cumpliera su palabra de volverme a ver. Y mis labios tan solo querían murmurar un solo nombre.

Jack.

Nadie sabría nada de él de mi parte. Ni su verdadero nombre. Ni que pertenecía a una familia de criminales y repudiaba su sangre por eso. Mucho menos que era capaz de burlar cualquier escáner y jamás lo encontrarían. Barcelona. Seguro. El tío John estaba muy equivocado si pensaba que yo le diría que se estaba equivocando de ciudad para buscar o que Jack estaba en Liverpool según su última postal.

—Clase, por favor. Entiendo el ferviente estado del primer día, pero silencio —dijo el profesor Walter—. Tenemos un nuevo estudiante y me gustaría que se presentara.

Un joven entró en el aula. Alto. Delgado. Piel bronceada. Un grupo de chicas detrás de mí ya estaban decidiendo quién intentaría ligar primero con el guapo desconocido. Su oscuro cabello enmarcaba su rostro y sus ojos examinaron rápidamente la clase. Alguien suspiró atrás. ¿Realmente? No era para tanto.

—Mi nombre es Sam Levingston. Soy originario de Southampton. Mamá se divorció en el verano así que mi hermano y yo vinimos a vivir a Londres con ella.

—Puedes sentarte, Levingston —dijo el profesor Walter—. Muy bien alumnos, el programa de este año de matemáticas será extenso y pesado, por lo que deben estar atentos y tomar notas si esperan aprobar el examen final.

Sinceridad, ante todo. Alguien debería advertirle al profesor Walter que a los estudiantes no nos gustaban ese tipo de bienvenidas. Sam Levingston caminó entre las diferentes mesas y vino a sentarse a mi lado, ya que era el único asiento vacío. Gracias Cam por dejarme sola. No tenía nada contra el chico nuevo, pero el día ya había comenzado un poco complicado como para agregarle esto. Todavía podía escuchar los susurros en mis oídos y aunque aquellos no me afectaban, los tristes recuerdos sí lo hacían.

—¿Has estado en todos esos lugares? —preguntó Sam.

—Eso desearía —dije y me encogí de hombros—. Tan solo estoy afiliada a una semanal sobre ciudades, por eso recibo todas estas postales.

Casual, sincera, yo podría perfectamente haber creído mis propias palabras de no haber sabido lo contrario. La desconfianza y la sospecha no me habían abandonado tras el verano, al menos las pesadillas sí. Para mí, todos eran espías hasta que se demostrara lo contrario. No era como si luego de conocer a tu hermano de toda la vida y descubrir hacía solo unas semanas que él era un espía no dejara una secuela por el estilo.



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En el texto hay: paris, londres, secretos

Editado: 09.03.2022

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