MOVIMIENTO (CAPITULO 4)
Un joven de pelo corto y dorado, con los ojos azules y ni demasiado gordo ni demasiado delgado, con una barba larga pero totalmente perfilada entraba a su casa, se quitó la chaqueta y la dejó en una silla cuando sintió algo extraño como una presencia sacó su pistola y apuntó al sillón donde se fijó que habían unos zapatos.
Pero alguien apareció de las sombras y le apuntó la cabeza, además de inmovilizarlo.
-¡Ya estarías muerto! ¡tienes que entrenar más!
- ¡Leo!
Enseguida el joven soltó al chico y los dos empezaron a sonreír y a darse la mano.
-¡Hola John!
- ¡Me has dado un susto de muerte!, creía que habían interceptado nuestros mensajes
- ¿Tienes lo que te pedí?
-No lo tengo aquí, lo tengo en otra casa.
Entonces John Marsters que es como se llamaba fue a otra vez a por su chaqueta y por una nueva camiseta los dos habían sido compañeros y amigos en la CIA y con él planeo su muerte solo se comunicaba con él y con su hermano por vías en que no le pudieran localizar.
Los dos salieron y se subieron al mercedes gris que tenía Marsters dentro del coche empezaron a hablar un poco sobre la desaparición de su hermano.
-Queen murió hace dos días
-¿El amigo de mi hermano?, es quien contacto conmigo
-¡Lo sé! Parece que murió de un ataque al corazón
- ¿Un ataque al corazón?
-Ya hemos llegado
Marsters estacionó el coche lo más cerca de la vieja casa abandonada, había un pequeño bosque detrás, los dos entraron en la casa por dentro tenía bastante mejor aspecto que fuera, los dos llevaban linternas era de noche y apenas se podía ver nada hasta que llegaron a una habitación, nuestro ex agente se sentó en una cama que estaba llena de polvo.
Mientras su compañero fue a por un mazo y empezó a golpear contra el suelo que se abrió y dejó ver un maletín.
-Me imaginé que un día lo volverías a necesitar
- ¡Gracias era un buen amigo!
Abrió la maleta y en ella había un rifle de mira telescópica, dos ametralladoras, un cuchillo y balas para sus Desert Eagle 5.0.
-¡Perfecto!
-Veo que llevas la mochila de doble forro
- Si nos no habría podido pasar por los aeropuertos. ¡Ahora tengo que irme!
-¡Te acompaño!
-¡No!
-¡Vamos me has salvado dos veces la vida, y yo solo te he podido ayudar una vez. Si te ayudo con esta estaremos a la par.
Leo se quedó pensando unos minutos, no estaba demasiado de acuerdo pero sabía que cuando a John se le metía algo en la cabeza era imposible hacerlo cambiar de parecer, así que a regañadientes aceptó luego los dos salieron de la casa y se marcharon con el coche.
En otro lugar al mismo tiempo Elena había llegado a Nueva Orleans y viajaba de copiloto la habían ido a recoger, se quedaba embobada viendo las casas y el ambiente de la ciudad, también notó que en ese lugar estaba protegido contra los seres oscuros, entonces miró a la que conducía era una chica de color, pelo negro, largo y rizado, ojos marrones, de estatura normal, muy delgada, era bastante atractiva tenía cierto parecido a Naomi Campbell cuando era un poco más joven aproximadamente tendría unos 26 años su nombre era Bárbara.
La conductora le miraba de reojo con cara de pocos amigos, apenas habían hablado desde que fue a recogerla finalmente llegaron a una casa a las afueras de la ciudad.Las dos bajaron del coche y entraron en la casa que era más bien una mansión, eso sí bastante antigua, finalmente entraron en la sala de estar. Allí estaba una anciana de color con ojos negros, pelo totalmente blanco, delgada y tenía cierto parecido a Bárbara.
-¡Os he llamado por que una de las brujas más importantes de los Sinclair ha muerto!, y vosotras dos sois las jóvenes más capacitadas de vuestra generación para saber que ha ocurrido. (Hablaba inglés)
-Abuela yo sola puedo averiguarlo, ¡no hacía falta traerla a ella!
-¡No! . Es mejor que te acompañe a alguien, y que mejor que sea una bruja fuera de serie como Elena.
-¿Qué ha sido "El Ojo"? - preguntó Elena en inglés
- No lo sabemos, pero es muy posible. Las dos os habéis enfrentado a adversarios poderosos, cualquier de las demás moriría en esta misión pero vosotras sois las mejores.
-¡Gracias Esthela!
-Descansad hoy y mañana empezará vuestra misión.
-Pero...
-¡No se hable más! (Cortó la anciana)
Enrabietada Bárbara dio la media vuelta y se marchó no antes de lanzarle una mirada de odio a su nueva compañera.
CONTINUARÁ