NUEVA GENERACIÓN (CAPÍTULO 58)
Bárbara levantó las manos y un rayo negro salió de ellas dirigido a Elena que contrarrestó con otra rayo blanco cuando impactaron sendos ataques hubo una gran explosión que cegó a las dos brujas.
La española se tapó el rastro momento que aprovechó la bruja para levantarla con su poder en al aire y estrellarla contra una roca que había cerca de allí.
-¡Ahora voy a destruirte en mil pedazos!- gritó mientras sonreía enloquecida
Levantó su mano izquierda y otra onda de energía oscura salió de sus manos pero saltó a tiempo y la roca explotó dejándola totalmente destrozada.
-¿Solo sabes huir?- dijo la chica de Nueva Orleans
- ¡Has mejorado mucho!. ¡Pero no voy a dejar que gane un ser malvado como tú!.- contestó Elena.
- ¡Eres una chica demasiado estúpida!. ¡Solo importa el poder!.
- ¿Y por ese poder eres capaz de ir en contra de tu abuela y de todo lo que te han enseñado?.
- ¡A mí me han enseñado a ser la mejor!. ¡Es lo único que me importa!. ¡Ser la mejor!. ¡Y si para eso tengo que traicionar o unirme a otra gente para conseguirlo lo haré!. ¡Mira todo el poder que tengo!.
La chica de color empezó a emitir un aura oscura realmente terrible rodeándola, mientras el suelo se abría a su alrededor.
-¡Lo de hasta ahora solo había sido un pequeño adelanto!.
En Japón Tetsuo estaba muy herido de sus brazos caía abundante sangre y su ropa estaba destrozada, pero su rival no estaba mucho mejor ya que también lucia bastante afectado por los ataques de su adversario.
-¿Cómo puede ser?. ¡Esta es la espada más poderosa que existe!. ¡Y aun así no he podido derrotarlo!. ¿Cómo es posible?. – Kano estaba realmente asombrado.
- ¡Me siento agotado!. No puedo ni moverme- se decía para el mismo el brujo nipón.
La batalla había sido dura habían luchado en varios lugares y ahora estaban en un antiguo templo budista, allí donde estaban ellos se encontraban muchas estatuas y flores de cerezo se las llevaba el viento.
-¡Es tu última posibilidad!. Ríndete!- dijo Tetsuo
- ¡No me hagas reír!. ¿Aún después de todo me perdonarías?. ¡Eres un pobre iluso que se mueve por unas viejas brujas al igual que tú padre!.
- ¡En eso tienes razón, ellas han hecho cosas malas diciendo que hacían el bien!. ¡Pero eso se acabó hay una nueva generación de brujos/as que no piensan igual que ellas, y queremos cambiar las cosas!.
-¿De verdad crees que vas a salir vivo de aquí?. - preguntó sonriendo.
Los dos rivales se miraban fijamente quedando claro que este era el último ataque de los dos adversarios, ya que estaban totalmente agotados y muy dañados tanto el uno como el otro. Poco después los dos levantaron sus espadas mientras corrían a gran velocidad para terminar con su rival.
-¡Padre dame fuerzas para que cuando esto termine poder cambiar las cosas!-
- ¡Muere!- gritó Kano
Tetsuo concentró su energía en la espada pero era inferior a la que Kano tenía en su Katana, cuando las espadas chocasen estaba claro que el joven moriría, entonces salió una fuerza de él desconocida y al momento de que las dos espadas entraron en contacto, la del malvado brujo se rompió en pedazos.
-¡No puede ser!. ¡La espada más poderosa!- gritó Kano y segundos después tenía clavada la espada de su ex amigo dentro de él.
- ¡He destruido a la espada más poderosa!-
- ¡Yo tenía que ser el mejor...!- dijo susurrando, mientras de su boca caía sangre, igual que de su pecho y luego cayó sin vida.
-¡Gracias padre!- gritó contento y fue al suelo totalmente agotado.
Mientras en Delania la terrible bruja de Nueva Orleans estaba preparando algo totalmente destructivo. El aura de la chica era terriblemente negra.
-¡Veremos esta vez si puedes salir airosa de esto!- exclamó Bárbara.
Y en ese instante de la bruja miembro del Ojo salió la energía oscura originando una gran explosión arrasando todo a su paso, mientras Elena había creado una barrera para contener todo ese poder de destrucción pero poco a poco se fue cansando ya que un hechizo defensivo para defenderse de algo así necesitaba mucho gasto de energía y de concentración.
Finalmente la bruja no pudo contenerla y el poder oscuro se la llevó por delante originando una explosión tremenda, originando un gran cráter donde antes estaba la española.
-¡He ganado!. ¡Yo soy la mejor!- Bárbara se burlaba y no paraba de reír.