Regresé a casa después de alimentarme cazando a unos cuantos conejos, ya que no encontré ningún animal mas grande, por lo menos e saciado mi sed.
Oí los latidos de Alan en su dormitorio cuando pasé por el pasillo que me llevaría al mío. La puerta de su dormitorio se encontraba entreabierta, me acerqué y asomé la cabeza, Alan se encontraba tirado en la cama sobre su estómago mientras leía un libro, al parecer no se a percatado de mi presencia.
Me alejé sin hacer ningún ruido dejándolo con su lectura, parecía muy entretenido. A velocidad corrí a mi dormitorio yendo directamente al cuarto de baño, me siento sudado y maloliente.
Despojándome de mis ropas me paré bajo la regadera, abriendo la llave de agua fría, dejé que corriera por mi cuerpo entero. Tan relajante.
Mientras dejaba que el agua llevará los restos de espuma de mi cuerpo, mi mente divagó en lo sucedido en el bosque, realmente no me esperaba lo que vi, esa mujer, ese monstruo, fue la verdadera asesina de mis dos amigos, Aiden y Allison.
La verdad, desde que la vi por primera vez, supe en seguida que algo ocultaba, desde su llegada a empezado a suceder cosas extrañas, como el comportamiento de los animales, e notado que cuando ella está cerca de los animales, estos se incomodan, un hecho que vi cuando estaba con Deaton, antes de convertirme en Vampiro, esa mujer llegó con Derek y los animales empezaron a chillar.
Claramente no dije nada, pues sabía que no creerían en la sospecha que tenía, ya que en ese entonces las cosas con la manada ya no eran iguales.
Salí del cuarto de baño una vez terminé, desnudo ingresé al dormitorio, mas no esperaba que Alan estuviese dentro sentado en la orilla de la cama, ya que no sentí su olor, creo que estaba muy ensimismado en mis pensamientos.
Alan abrió enormemente sus ojos al verme, para luego bajar la mirada al suelo con la cara avergonzada.
- Yo... Yo... - intentaba decir algo coherente, pero por la vergüenza parecía que le costaba.
Se que me sorprendí también, pero a pesar de eso no me avergonzaba de que me viera desnudo, por lo tanto seguí mi camino hacia el armario para buscar algo cómodo para ponerme.
- Tranquilo, no tengo nada que tu no tengas - informé, rebuscando entré mis ropas.
- Lo... Siento - murmuró sin levantar la mirada - será mejor que me vaya .
- Ya estás aquí, ¿Que querías decirme? - corté su intento de escapé formulando la pregunta.
"Quería pedirte permiso para ir a una fiesta... Pero ¡Diablos!... Este no es el mejor momento, él está desnudo ". Pensó el chico mas que avergonzado.
Me puse un bóxer negro para después colocarme un pantalón de algodón color gris que encontré, y con el torso al descubierto donde pequeñas gotas de agua se deslizaban por ella, caminé hasta quedar frente a mi beta.
- ¿Donde se llevará a cabo la fiesta? - pregunté cruzándome de brazos.
- ¿Como...? - alzó la mirada viéndose confundido.
- Puedo leer tu mente ¿Recuerdas? - elevé una ceja.
- Cierto - volvió a mirar a otro lado, con la intensión de no ver mi torso desnudo.
- ¿Y bien? ¿Donde es la fiesta? - pregunté nuevamente.
- En la casa de un compañero - acotó - se llama Corey.
Corey, ese nombre se me hace conocido, hago memoria, ¿En donde habré escuchado ese nombre?... Corey... ¡Cierto! Ese es el novio de Mason, el amigo de Liam. Esto me parece raro, algo se traman estoy seguro. Pero no puedo negarle a Alan de ir a esa fiesta, no quiero que piense que soy demasiado controlador.
- A que hora - indagué , alzó una ceja no entendiendo - a que hora es la fiesta.
- Es a las ocho, solo falta tres horas. - respondió.
- Esta bien, puedes ir - acoté - pero te iré a dejar.
- Si - asintió sonriendo - gracias, gracias.
- No es nada - le acaricié el cabello con cariño, este niño es una ternura - bien, entonces debes ir a arreglarte, las horas pasan rápido y también quiero que comas algo antes de llevarte a dicha fiesta.
- Si - se puso de pié - gracias nuevamente - solo asentí y lo dejé salir del dormitorio.
Terminé de vestirme y calzarme unos tenis, tomé el celular de la cama y salí del dormitorio para ir a prepararle algo de comer a Alan. Mas me detuve en seco cuando vi que no había nada en la nevera aparte de las bolsas de sangre y las alacenas se encontraban vacías, solo había media bolsa de arroz. Golpeé mi frente con la palma de mi mano, soy un irresponsable, ¿Que habrá comido todo este tiempo el niño?.
Abandoné la cocina y a velocidad inhumana ingresé al dormitorio de Alan, el chico dio un salto del puro susto, por lo que tuve que disculparme.
- Perdón - dije de manera seria, parecía que estaba a punto de entrar a bañarse ya que llevaba una toalla en el hombro.
- Está bien - le restó importancia, aunque su corazón estaba acelerado. - ¿Que pasa? - preguntó.
- Si, claro, cuando termines de arreglarte, bajas para ir a comer afuera - avisé.
- Mmm, está bien - aceptó.
Sin nada mas que decir, salí de allí para dejarlo. Volviendo a la cocina agarré una bolsa de sangre para beber de ella, se que hace apenas unos minutos atrás me e alimentado, pero comienzo a sentir sed nuevamente. Caminé hacia la sala dejándome caer al sofá mas grande bebiendo la sangre. Es viernes, por lo tanto no es inconveniente alguno de darle permiso a Alan para ir a esa fiesta, eso si, no pienso dejarlo solo, obviamente no voy a estar presente en esa fiesta pero si estaré cerca para poder vigilarlo a que no le hagan nada. No me fío de esa fiesta, se que tiene que ver con la manada y el hecho de que hayan invitado a mi beta me hace dudar de lo que estén tramando, pero se que me enteraré una vez estemos cerca de alguno de esos lobos apestosos.
Escuché los ruidos que Alan ocasionaba, supongo que ya está vistiéndose, dejando eso de lado, seguí bebiendo de la bolsa, desde que soy un vampiro e descuidado todo lo que tenga que ver con la cocina, supongo que es por eso que no me había dado cuenta de que todo estaba vacío, pero mañana iré a hacer las comprar, pues Alan debe alimentarse.
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Editado: 11.03.2020