Me mantuve observando el reencuentro que tenían padre e hija, creí haberle dicho a Chris que mantuviera la distancia con la neófita tan solo espero que la chica se controle lo máximo.
Después de unos segundos, se separaron, Chris acarició las mejillas de su hija donde había rastros de sangre, pero parecía que eso no le incomodaba.
-Mi pequeña - dijo con voz baja - mi hija... Jamas creí volver a verte otra vez - unas cuantas lagrimas bajaron por sus mejillas.
Creo que debo dejarlos, ya me siento un mal tercio. Cuando estaba por entrar a la casa, noté como los ojos de la vampiresa se volvían rojos.
- Chris, aléjate de ella - ordené al hombre. Este solo me miró confundido - ¡Que te alejes de ella! - en un rápido movimiento tomé del brazo a Chris jalándolo hacia atrás mientras empujaba a Allison con la mano disponible dentro de la casa.
Su cuerpo impactó contra la pared al otro lado con tanta fuerza que el cuadro que estaba colgado se cayó creando un gran estruendo cuándo impactó contra el piso donde los vidrios se hicieron añicos.
La chica se incorporó con rapidez por lo que en un abrir y cerrar de ojos aparecí frente a ella para atraparla contra la pared por la garganta, inmovilizando sus movimientos.
-¿Que es lo que haces? - exclamó Chris al ver como mantenía a su hija, sin deseos de soltarla.
Aiden por todo el ruido apareció por el pasillo que llevaba a los dormitorios ya que estaba jugando a los vídeo juegos con Alan en el dormitorio del primero.
- Trae una bolsa de sangre, ¡Ahora! - el chico no lo pensó dos veces y se perdió por la cocina para después volver con una bolsa de sangre en la mano, destapó la vía intravenosa y gracias al olor de la sangre, Allison dejó de luchar por soltarse y solo arrebató de las manos del chico la bolsa de sangre.
La solté cuando me aseguré que ya no había peligro, volteé mi cuerpo mirando a Chris. Mientras que con una seña a Aiden le pedí que se llevara a Allison a su dormitorio y por medio de la mente le ordené a Alan que fuera a la cocina por mas bolsas de sangre para la vampiresa.
- Te dije que no te acercaras tanto a Allison - lo miré con seriedad, aunque en parte es mi culpa por no evitar que eso pasara, pero no quería arruinar el reencuentro que estaban teniendo.
- Yo...
-¡Pudo haberte matado! ¡Te dije que aun no controlaba del todo su sed de sangre! - le regañé, el hombre solo bajó la mirada, como un niño cuando es regañado por su madre.
Me pasé la mano derecha por mis cabellos, despeinando la mas de lo que ya estaba. Chris seguía mirando al piso, por muy extraña de la situación no pude evitar reírme de él.
- Ya deja de comportarte como un pequeño que es regañado por su padre - le dije por lo que automáticamente alzó la vista y me miró con ganas de matarme.
- Soy mayor que tú, me debes respeto -vociferó.
-Pues no parecía ser así - de reojo vi a Alan ir hacia la cocina y en par de segundos perderse por el pasillo con unas bolsas de sangre en manos - ven - lo llamé al mismo tiempo que caminaba hacia la sala donde me senté en el sofá al lado de una lampara.
Chris por su parte tomó asiento frente a mi.
- Estaba feliz por volver a ver a mi hija - comenzó a decir - por lo que se me olvidó lo que me habías advertido.
- Allison le es difícil todavía el controlar su sed, Aiden en cambio ya puede hacerlo al cien por ciento - conté - lo bueno es que no se abalanzó a tu cuello apenas llegaste - dije cuando a mi mente llegó el recuerdo de Deaton cuando llegó a la casa al día siguiente, apenas puso un pie dentro de la casa, ambos vampiros se lanzaron al pobre druida que si no fuera por que mis dos lobos estaban, el druida sería nada mas que historia del pasado.
- ¿Deaton lo sabe? - preguntó dolido por no ser el primero en saberlo.
-Así es, él me a estado ayudando estos días a entrenar a los vampiros - respondí.
- Ya veo - se quedó unos segundos en silencio, pero antes de que supiera lo que iba a decir, volvió a hablar - quiero ayudarte también, después de todo es mi hija.
- No creo que sea buena idea, ella se a acostumbrado al olor de Deaton pero con el tuyo no, eso sería un problema - analicé la situación.
- No importa, voy a arriesgarme -dijo decidido.
- Chris...
-Lo haré, no voy a dejar sola a mi hija en esto, tal vez sea tu convertida pero ella sigue siendo mi hija - sentenció.
Analicé su rostro, sus facciones se mantenían duras y en su mente solo repetía la misma frase, no voy a dejar a mi hija, sabiendo que no podía hacerle cambiar de opinión, acepté su oferta.
Allison después de saciar su sed, volvió a la sala donde estábamos su padre y yo, su mirada me esquivaba, sabía que se sentía mal por no poder controlarse.
- Hija - Chris se puso de pie.
-Lo siento papá - dio unos pasos atrás cuando su padre intentó acercarse a ella.
-Allison...
- Deberías irte, podría volver a atacarte - miró por unos segundos el rostro del hombre antes de volver sus vistas al piso.
- No me iré, no voy a irme - espetó Chris dando unos pasos hacia adelante para atrapar las manos de Allison entre las suyas.
Me quedé mirando expectante todo, sin decir nada, pero en alerta a cualquier movimiento de la chica.
-Pero...
- No te tengo miedo Allison, seas lo que seas eres mi hija, no voy a dejarte sola con esta nueva vida que estas comenzando - manifestó - y aunque estoy algo enojado con Stiles por no dejarte descansar en paz, a la vez estoy feliz por tenerte de nuevo.
- Papá - y Allison volvió a llorar.
Esto ya me estaba aburriendo... Necesito a Evan... Es cierto, mañana tengo una cita pendiente con él, la verdad ya tengo todo planeado, además de que Alan y Aiden me han estado ayudando con todos los detalles de mi cita con el lobo de hermosos ojos verdes. Mientras que Allison me da tips para poder pedirle ser mi novio formalmente. Creo que ya es hora de que eso ocurra, además estoy comenzando a desearlo mas allá de simples besos.
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Editado: 11.03.2020