Scott.
Un ruido demasiado fuerte me despertó, sin abrir los ojos busqué una almohada para taparme los oídos, pero en vez de sentir algo suave, mis dedos tocaron algo húmedo. Abrí los ojos de golpe y desorientado enfoqué las vistas hacia el frente, la gran sorpresa que me llevé al notar árboles a mi alrededor.
Alcé la cabeza para mirar por todos lados, encontrando solo árboles y arbustos, ¿Que es lo que hago en el bosque?.
Confundido me apoyé con las manos para ir incorporándome y asimismo ponerme de pié, el frío helado del viento me hizo darme cuenta que no llevaba ni una sola prenda en el cuerpo, estaba completamente desnudo. No entendía nada. Llevé mis manos a mi entrepierna para tapar mi hombría, uno nunca sabe quién puede andar en el bosque a tempranas horas de la mañana.
Dando pasos rápidos comencé a andar, mirando a mi alrededor hice el esfuerzo de intentar recordar algo de lo que pudo haberme traído al bosque, pero nada llegaba a mi mente. Lo único que recordaba era que me había quedado dormido sobre el escritorio, pero de ahí no recordaba nada de lo sucedido después.
Encogiéndome un poco seguí desplazándome por la maleza. Mis pies descalzos eran raspados por las ramas, piedras y hojas, pero aún así no podía detenerme. Los cantos de los pájaros me acompañaban y la luz del sol poco a poco iba dando paso por el bosque. Ver esto sin estar desnudo seguro sería muy romántico y hermoso, pero de mi parte no tengo tiempo de detenerme a admirar el paisaje.
De repente un olor conocido me llega al olfato, inhalando el aroma seguí el rastro que me llevaba hacia ella. A tan solo unos pasos mas de llegar a la persona, dueño del aroma, me detuve y me escondí detrás de un árbol. Ahí amarrado al nemeton estaba Ryu y frente a él estaba su pareja, la mujer que una vez el alfa la presentó como su novia.
No entendía lo que sucedía, pero al verlo todo golpeado con heridas en diferentes partes de su cuerpo, supuse que nada bueno es lo que pasaba.
Ryu tan solo estaba cubierto por su bóxer, no llevaba mas ropa por lo que era fácil ver las heridas.
- ¿De verdad creíste que te amaba, Ryu? - se burló la mujer de cabellos rubios.
- ¡Desátame, maldita sea! - dijo entre un rugido el alfa.
- Hay por dios - la mujer se revolvió los cabellos con las manos, parecía exasperada - Debía haberte matado justo en el punto mas alto de la luna roja, pero no que sucedió para que tú te convirtieras en un lobo completo y te volvieras fuerte - Ryu parecía confundido por la información dada de su novia, y yo estaba igual - Solo así iba a funcionar todo esto, ¡¡Aaahh!!¿¡Por que tuvo que morir la maldita de Jennifer!? Ella solo debía enamorar al estúpido alfa Hale y engañar a toda la manada en especial al alfa McCall.
- ¿De que es lo que hablas? - preguntó Ryu sin comprender y yo solo deseaba saber eso también.
- ¿Te confieso algo? - la mujer se inclinó a la altura del alfa y sonrió con maldad - Alan jamás le vendió información a los cazadores, ese fui yo. Claramente Jennifer y Theo también me ayudaban, pero lo que nunca entendí fue el por que mataron a la chica cazadora y al lobo. Pero bueno igual tarde o temprano iban a morir.
Me quedé estático ante la revelación, esto tenía que ser una broma, por que claramente estaba hablando de Allison y Aiden, pero eso no podía ser posible, ¿Acaso no fue Stiles quien mató a los dos chicos? ¿Que es lo que verdaderamente pasó?.
- ¿Que? - Ryu se comenzó a mover intentando soltarse de las cadenas que lo mantenían preso - ¡Tú maldita!
- Creo que ellos descubrieron los planes de la darach y la quimera, por eso tenían que eliminarlos, al igual que tu estúpida pareja destinada me descubrió por lo tanto tenía que actuar de manera rápida y que mejor que echarle la culpa al pulgoso de tu ex pareja destinada, aunque bueno no fue tan difícil engañarte, después de todo tú lo aborrecías, ¿No es así? - con una de sus manos tomó el rostro del alfa y la volteó con brusquedad hacia ella cuando Ryu había hecho a un lado la cabeza - Jamás lo quisiste como tu pareja.
- Tú no sabes nada - dijo entre dientes Ryu - yo lo amaba.
- Pues supongo que el amor que sentías por él no fue tan fuerte, de ser así hubieses creído en él - contraatacó la rubia - Pero creíste en mí.
- Te odio Jaqueline, ¡Te odio! - espetó Ryu mostrando sus ojos rojos volviendo a intentar romper las cadenas.
- Te vez tan patético - la chica se reincorporó quedando parada y se cruzó de brazos.
- Y tú te verás irreconocible - la voz inconfundible de Stiles se escuchó por el lugar.
La mujer se volteó en dirección a la voz. Stiles saltó desde la rama de un árbol hacia el suelo cayendo con gracia.
- ¿Quién demonios eres tú? - instó la rubia.
- Creí que sabrías de mi, ¿O es que Jennifer jamás te habló de mí? Vaya me siento herido - se llevó una mano al pecho.
- ¿Que haces aquí? - podía oler el temor del alfa de la manada Satomi al ver a Stiles.
Lo extraño es que Stiles tenía un aura mas fuerte, que sentí a mi lobo esconder la cabeza entre sus patas. De repente sus ojos miraron automáticamente al árbol donde estaba escondido, al conectar mi mirada con los suyos sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo entero y esta vez no era a causa del viento. Mi corazón latía de manera acelerada por su penetrante mirada y me sentí pequeño.
- Vine a salvar tu trasero pulgoso - contestó con desdén volviendo las vistas al frente - si fuera por mi te dejaría en manos de esta mujer, pero mi querido beta me a pedido que te salvara, y no te confundas no es por que aún sienta algo por ti, por que de hecho él ya es muy feliz al lado de alguien más - sonrió con sorna al mencionar lo último.
La gran risa que retumbó por todo el bosque a causa de la rubia, hizo que tanto Stiles como el alfa Ryu se la quedaran viendo con seriedad.
- Tú, ¿Salvar a este? - soltó entre risas - ¿Y como harás eso?.
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Editado: 11.03.2020