Así seguimos viéndonos todas las semanas, algunas veces nos juntábamos en un parque cerca al restaurante al anochecer, nos besábamos y hablábamos, luego apurada se iba. Un día mientras nos besábamos en una banca del Central Park, me dijo;
–Vi a tu amigo.
–¿Cómo? ¿A qué amigo? ¿Al Negro?
–No, al otro. Al que está en coma. Me dijo.
–¿Y cómo? ¿Dónde lo viste? Con cara de asombrado.
–No quiero que pienses que estoy loca, muchas personas no creen en esto, prométeme que no te burlaras de mí. ¡Promételo!
–Te lo prometo, pero ¿cómo pudiste verlo? Le pregunté impresionado.
–Júrame que no le dirás a nadie de esto y no lo harás broma. Me lo dijo seriamente.
–¡Steffi te lo juro! Y levante la mano derecha, como si estuviera en un estrado.
–Lo vi en imágenes que me llegan de repente.
Abrí lo ojos ampliamente y me quedé viéndola fijamente tratando de entender y comprender lo que me estaba confesando.
–¿En tus sueños? Le pregunté
–No, me llegan de repente a la mente. Veo esas imágenes a veces.
–Wow. Yo igual creo en lo sobre natural. Entonces tienes ese don de ver imágenes, como lo súper héroes, como Jean Gray en los X men. Eres como una X men guau, pero de verdad. ¿Y cómo lo viste? ¿Está bien?
–Está bien, esta con otros seres, que lo están cuidando, así que no te preocupes.
Quede impactado con lo que me dijo Steffi ese día, yo creía en cosas sobre naturales, pero nunca había estado con una persona que viera cosas. Me dio un poco de miedo. Solo fui a una vez a visitar a Dani desde su accidente, así que no sabía cómo estaba ahora, me comunicaba con la mamá por WhatsApp y le enviaba mensajes, pero hace rato que ya no lo hacía.
Otro día en el Parque Central mientras caminaba con Steffi y nos dábamos muchos besos me dijo;