Baptiste
Estaba empezando a reconsiderar que quizás esta chica es realmente más peligrosa de lo que pensaba. En cuanto me dejó en ese pequeño cuarto por un segundo me quedé simplemente recordando su aroma y con la satisfacción de que me debía un baile.
Volvería a estar cerca de ella y me aseguraría de tener su nombre, si además me iba con su número de teléfono sería una gran gran noche. Cuando la busqué con la mirada por todos los salones, al rato la divisé hablando con uno de los organizadores, parado en una esquina, casi a las sombras para que nadie me moleste. De repente la veo luego con… ¿La alcaldesa de la ciudad?
Parece toda una actriz, cambiando de semblante a cada momento. Incluso se mezclaba con las personas, tomaba una copa de vino, sonreía y hablaba con alguna persona al azar, para luego pasar casi desapercibida como si nada ¿Cómo lo hace? Escapa a mi comprensión.
Yo solo tenía que fijar mis ojos en ese vestido de terciopelo y en sus curvas, su figura moviéndose casi como el humo entre las personas. Esperaba que no me encontrara observándola como un pervertido, pero al poco tiempo me di cuenta de que ella estaba demasiado concentrada en un grupo de hombres, de tal forma que estoy seguro de que se había olvidado muy rápido de mi.
Su mirada parecía de un cazador, no de esos rápidos sino que esperan que su presa caiga, se enrede y se duerma para proceder a hacer lo que quiera con ella. Como una araña. ¿A quién persigue? ¿Cuál es su objetivo? Cuando la encontré me dió la sensación de que estaba interrumpiendo algo.
Si, ella venía con una agenda planeada y yo me le puse en el medio como un estorbo. ¿Qué querrá? ¿Para qué vino aquí con una invitación que no le corresponde?. Cuando de repente un movimiento súbito de ella me sacó de mis pensamientos. Su cabello oscuro brillaba cuando la vi que se puso en movimiento.
Ella se acercaba a uno de los balcones, quedándose en el umbral con una pose recta y atractiva y en poco tiempo ya había entrado. No sé ni por qué hacía esto, no sé si era por curiosidad pero algo me parecía que no estaba bien. Ella me llama de alguna manera, no lo puedo explicar.
No soy el tipo de hombres que se mete en asuntos que no son míos, mi teoría es —vive y deja vivir— pero sin embargo aquí estaba, buscando una ventana cercana que me dejara ver lo que sucedía en ese balcón. Entrar ahí de la nada no parecía prudente.
Y eso que no soy el tipo más prudente del mundo. La noche es particularmente oscura pero la luna me ayuda a ver y cuando diviso bien quién está en el balcón con ella ... .Por dios… no puede ser.
Realmente…. ¿Ella lo está buscando? ¿De verdad? Phil Heller. Dios espero que no. Y por más que me lo negaba ahí estaba ella, como una sombra, él acercándose a ella.
Podía ver su sonrisa de satisfacción, una mujer hermosa se le acercaba, podía también notar como sus ojos brillaban observándola, cada parte de su cuerpo y me sorprendió notar cuánto me molestaba. Phill Heller. Tuve la poca fortuna de que él fuera uno de mis clientes, una sola vez.
Es el hombre más desgraciado que conocí en mi vida. No tiene escrúpulos, ni vergüenza. Sé que es un mujeriego total y que le gusta tener a las mujeres en sus manos, como pequeños títeres a su voluntad. En general le gusta tener a todo el mundo en sus manos. Se cree el dueño del universo.
Y aquí estaba ella, esta pequeña mujer que me intrigaba, que me hacía perder mi norte con solo conocerla, verla por unos minutos, acercándose a él por propia voluntad, colocándose en bandeja de plata para él.
¿Qué demonios quiere con él? ¿Será que le interesa su poder? La chica que veo no es una mujer que duda o no sabe qué hacer, al contrario. La veo acariciando el corbatín de él y es obvio que él está más que interesado. ¿Puede ser que ella sea solo una oportunista?
No sería la primera que busca un hombre de dinero, alguien que la ayude en la vida, que le dé lo que necesite o más. Dramáticamente veo como le coloca algo en el bolsillo de forma descarada y él no le quita la vista. Ella se ve compuesta pero… nerviosa quizás. Desde aquí veo como un pie tiembla y …. quizás ella no es ni una admiradora, ni quiere irse con él esta noche… quizás ni está interesado en él. Puede ser que eso es lo que yo quiero pensar, claro.
Podría ser que ella lo prefiera a él ¿Por qué no? Es un hombre cruel y despiadado, capaz ella no lo sabe. Solo ve a un empresario exitoso. En cambio yo debo ser un don nadie para ella ¡Y yo que me creía muy exitoso! Aquí estoy, persiguiendo a una mujer que no quiere nada conmigo, y que evidentemente quiere de todo con él.
El hombre que les acaba de decir que no se entromete en nada, piensa en algo curioso. Tengo que ir allá, intentar escuchar lo que ella dice, de qué hablan. Me muero de curiosidad ¿Quién lo diría? Baptiste escuchando conversaciones privadas, yo como todo hombre que lo tiene todo, por supuesto, quiere lo que no tiene. Rápidamente voy al umbral del balcón y creo que estoy lo suficientemente escondido como para que no me sorprendan aquí.
Me preocupa más que me encuentre él. No es que nos llevemos muy bien, no sé si me recordará, pero luego no quise venderle un solo cuadro más. Es del tipo de empresarios que tomaría mi cuadro y lo colocaría en un depósito esperando que valga más. No podría soportar que una de mis creaciones estuviera así… pero menos que menos en sus manos. Ya había cometido el error de venderle una, pero no lo iba a repetir.
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Editado: 19.02.2023