Venganza Millonaria

Capítulo 11: Suerte

Baptiste

Por supuesto que me sentía el tipo con más suerte del mundo ¿Quién no? Iba a uno de esos eventos insufribles, horribles, aburridos, llenos de peces gordos, de industrias que no podrían estar más alejados de lo que yo era y hacía, pero que, sin embargo, estaban interesados en mis obras. Y aun con todo eso, esperaba esta noche con emoción y anticipación, como nunca lo hice en mi vida. 

Cuando la vi esperándome en la puerta del edificio donde vivo, casi me caigo para atrás, lucía radiante y hermosa. El vestido le quedaba tan perfecto con el anterior, pero ahora cuidaba cada detalle para hacer una composición maravillosa. Hacía detener mi corazón solo con aparecer.  ¿Qué tiene esta mujer? Me encontré preguntándome varias veces en la noche, sin respuesta.

Por supuesto que vino hasta mi casa, seguía sin querer darme ni un solo dato de sí misma, ni su nombre, ni su dirección, ni nada que me diera idea de quién demonios era mi musa. Solo sabia que era inteligente, hermosa y misteriosa. Y que tenía un plan, claro está… y parecía que pensaba en ese plan solamente.

—Luces despampanante— es lo que logro medio gesticular cuando la veo. Ella me da una mirada sencilla, como si no fuera gran cosa… ella es mucho más que eso. 

—Tú luces muy bien también—  dice arreglando mi corbatín y alisando un poco mi traje. Yo me le quedo viendo, absorto en ella, esos ojos oscuros esa sonrisa simple, su cabello en un moño, los pequeños mechones de cabello que enmarcan su rostro, su collar de piedras, sus aretes pequeños… se ve exquisita. Disfruto de sus manos en mí así sea un movimiento breve. 

—Míranos… parecemos realmente como una pareja. Yo viéndote como un tonto, tú acomodando mi ropa…— le digo, pero ella no comenta nada más solo levanta una arqueada ceja y yo disfruto con cada uno de sus movimientos y gestos.

—Solo por esta velada— dice de forma tranquila. Yo tomo su mano y se la beso, justo encima de ese tatuaje de mariposa que tanto me encanta.

—Entonces… no hay tiempo que perder— digo encantado.

La reunión es tan aburrida como pensé y yo solo me concentro en las pequeñas atenciones y acciones que me concede ella por ser mi novia de mentira. Como coloca su mano en mi pecho, como me observa y sonríe, como toma mi mano, como puedo colocar mi mano en su cintura y espalda.

Por breves, pero preciosos momentos, somos solo una pareja conversando, riéndose, susurrándose cosas al oído. Veo como otros hombres la observan y como me ven a mí, tan encariñado con ella. Algunos empresarios se acercan a saludarme y yo la presento como mi novia, de alguna u otra manera logramos sobrellevar el hecho de no decir su nombre, digo mi novia, mon coeur, mi musa. Con eso es suficiente. 

Más temprano de lo que yo quisiera ella se ve envuelta con Phil Heller, él le susurra al oído cosas, le presenta personas, hablan y están en pequeñas reuniones de tipos importantes. Todos esos empresarios son como dinosaurios, millonarios y que gente que no le gusta compartir su dinero, a lo mucho gastándolo en tonterías. Y yo me veo envuelto en otros que me preguntan por mis obras, quieren hacer encargos, quieren saber de mí y de nuevo, cuando sale mi nueva exposición.

Usualmente, ese tipo de cosas me entretenía, ahora… respondo de forma ausente solo siguiéndola con la mirada como un tonto, revisando que esté bien, observando cada movimiento de ella y constatando que no esté con dificultades. Obvio que Phil está con sus manos que deben picarle por querer tocarla, sus ojos se pierden en cada curva de ella. Hombre detestable, pienso mientras lo miro amargamente. 

Cuando ya no puedo más, los veo conversando muy juntos, él casi se acerca más y más a ella. Mon coeur no parece del todo incómoda, pero por algo quiere que yo haga de su novio falso ¿no? Es decir, si ella tuviera algún interés en Heller… ¿Para qué me necesitaría? Se iría con él desde el primer momento, tendría seguridad, dinero, las mejores comidas, bebidas, viajes excéntricos, ropas de marca.

Pero ya sabemos que mi musa es una mujer peculiar, así que me agarro de ese hecho, de esa idea como si fuera mi salvavidas de por vida en un mar extraño: si ella me necesita es porque no tiene interés en Heller. Cuando veo que él ya está por tocarla, aparezco de nuevo, como su salvador, espero.

—¡Mon coeur! Te estuve buscando… pensé que te habia perdido—  digo como si nada con una sonrisa. Ella se voltea a verme con una sonrisa que parece real, me gustaría que fuera tan real. Da unos pasos hacia mí y yo la tomo en mis brazos. Inclusive me da un beso en mi mejilla, y se sienta fantástico.

—Perdóname Cherie… te he dejado abandonado— - dice y Phil esconde su expresión de disgusto detrás de su copa de vino. 

—Parece que estoy de más… te dejo querida y nos vemos próximamente. Ahhh… por cierto, mucha suerte con lo que te pedí— dice él y obviamente que no sé de qué me está hablando pero él sí. Y lo hace a propósito, inclusive nos guiña el ojo cuando se va.

Lo peor es que no puedo preguntarle a ella de qué se refiere, prometí no meterme en sus cosas. Pero me muero por saber qué le pidió él y cuando se volverán a ver ¿Por qué él le pediría cosas? No me gusta nada esto.

Lo odio cada vez más, es claro para cualquiera que tiene interés en ella ¿No ve que tiene novio? No creo que piense que esta relación es falsa… ¿Para qué busca a una mujer que está con alguien? ¿Es que acaso no hay mujeres por ahí que estarían interesadas en él?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.