Capítulo 14: Reencuentros

Monique

Un refrán dice que los que no se acuerdan del pasado están condenados a repetirlo. Pero los que nos negamos a olvidar el pasado, estamos condenados a revivirlo. Creo que hay pocas verdades en el mundo tan ciertas como esa.

Hace más de un año que mi exnovio Felipe, mi único novio de toda la vida al que le conocía cada detalle, el que compartía cada momento, del que sabía todo y con quien pensaba construir mi futuro… me engañó de la peor manera. Bueno, al menos yo creía que conocía todo de él y compartía con él y que, ilusamente, iba a tener algo llamado futuro junto a su lado.

Honestamente, no sé como será mi fututo, pero todo lo que había pensado cayó de repente como un pesado auto en un acantilado, como sale en las películas en esa escena que el auto rueda y rueda y rueda y después de que casi no puede más, explota en mil pedazos al fondo del acantilado. Así se veía el futuro que yo imaginé por años, explotando en el aire y luego, por si faltara más, incendiándose. 

Dicen que las cosas pasas por alguna razón y quizás es verdad también ¿Que hubiese sido de mí con una relación así? ¿Que hubiese pasado si me casaba con él tenía hijos y… me abandonaba y robaba como hizo? Sin duda sería mucho peor. Esa idea me hacía sentir un poco mejor en las noches, me reconfortaba, una idea tonta. 

En pocos días mi plan había avanzado bastante más de lo que imaginé. Tenía más tiempo porque tenía algo de dinero ahorrado que me dio Baptiste, así que no tenía que estar trabajando en restaurantes lavando pisos o platos, aunque sabía que tarde temprano tendría que volver a verlo y seguir con nuestro trato y ayudarlo con su "inspiración". La idea me causaba miedo, alegría, pánico, estrés, todo a la vez. Parecía que la mariposa no la tuviera en mi mano, sino en mi estómago, revoloteando, haciendo desastres. Solo de pensar en él… se produce una chispa de felicidad en mi corazón, y por más que quiera extinguirla…no parece darse por vencida.

También tenía que reconocer que Phil había ayudado a que todo avanzara. El solo movimiento de informarle a Phil que la empresa de geógrafos los robaba,  también sirvió para  vengarme de ellos ya que Phil no dejará que se aprovechen de él, eso es seguro. ¿Por qué vengarme de ellos? Pues porque si ellos hubiesen hecho bien y transparente su trabajo, tendrían que haber notificado que ese terreno no iba a servir para el desarrollo que querían hacer en el puerto. Su omisión también contribuyó al fraude.

Phil estaba bastante emocionado, muchísimo más de lo que esperaba. Aún me lanzaba miradas sensuales como si esperara que cayera redonda por él. No amigo… yo no caigo por nadie, ya aprendí mi lección. Pero sin caer en su juego, igualmente obtenía ganancias. Sin casi pedirlo tenía varios archivos sobre Mark Parr el abogado sucio de Robson en el país. Junto con Caro pudimos revisar y encontramos información interesante.

Este tipo era sucio en serio, era muy difícil comprobar que estuvo involucrado, literal había firmado muy pocos documentos, uno de los pocos era el informe de los geógrafos. Yo tenía información de él, pero me había concentrado más en el periodista, así que tenía que realmente ponerme manos a la obra con mi segundo target.

—Hay que ver como lo obligamos a salir a la luz— me decía Caro y era verdad. Este tipejo tenía que dar un paso en falso ¿Pero como hacerlo? había que ponerlo en jaque, y algo me decía que no iba a ser una salida limpia y bonita. Al que juega sucio, hay que responderle con más suciedad. No me agradaba, pero no es que creía que iba a salir de aquí con las manos limpias. 

Así que por varios días me dispuse a ubicarlo y perseguirlo. Iba como en las películas, ropa negra, lentes y binoculares. Hasta que un día… encontré dos cosas interesantes sobre el abogado. La primera es que el querido Mark tenía una relación tensa con la esposa. Desde la calle podía escuchar como discutía, ella temía que él estuviera involucrado en cosas peligrosas.

Mark era un hombre bajito con poco cabello, pero que tenía cara de ser esos tipos que hablan, hablan, hablan, y te enredan hasta que estás con él, y años después, no sigues sin saber cómo sucedió. Anita se llamaba su esposa. Te entiendo Anita, ni siquiera la juzgo yo también caí por un hombre así. Ni siquiera me voy a preguntar como aún dudaba de que su esposo estuviera en cosas retorcidas. No tenían hijos al menos, eso era bueno.

La segunda cosa que descubrí es que Mark tenía una amante. ¿Nos sorprende? No nos sorprende. Estos tipos parecen cortados con la misma tijera, la misma oscura, fea y podrida tijera. Esta chica se veía que era una oportunista, pero igualmente, tampoco la juzgo, es decir tiene mal gusto, pero qué se hace. Capaz ni sabe que este imbécil está casado. Con esta información me fui a contarle a Caro y planear nuestro próximo paso, como dos hormiguitas trabajando en la oscuridad para luego salir una mañana marchar.

Sin embargo, no todo en mi vida era planes, persecuciones y desenterrar los secretos de los que me hicieron daño. Es decir, el noventa y nueve porciento de mi vida era eso, pero había un solo un por ciento que no lo era. Tenía una vida, o al menos eso parecía, y había cosas que no podía evitar, como por ejemplo el fastuoso cumpleaños del hijo de Greta. Nada más de entrar al lugar soy recibida por varios brazos, tanto que ni sé de quienes son.

—¡Viniste!— dice mi amiga con lágrimas en los ojos. Greta se ve hermosa como siempre, su cabello rubio corto, sus ojos verdes, su sonrisa grande. Al lado de ella está Rita, rubia también que también me ve como si no me hubiese visto en años. Bueno, algunos meses seguramente fue.