Venganza Millonaria

Capítulo 50: Redada

Monique

Si alguna vez subestimé a la policía, qué reconozco que fue varias veces, debo decir que el oficial Carlson se llevaba todos los premios. Él y sus hombres no dejaron ni un estante, cajón, gaveta, archivo y todo lo que encontraron sin revisar.

Era tan excesivamente minucioso qué no solo sacaban las cosas y papeles de la oficina y de cuánto lugar recóndito encontrarán, si no que en verdad revisaron, leían y analiza van. Toda información sospechosa iba directamente a manos del oficial. 

Yo supongo que Charlotte, ni Robson eran lo suficientemente tontos para tener información de los fraudes aquí en el casino, ni siquiera en su oficina con llave, ni en cajas fuertes, que por cierto fueron mandadas abrir.

Pero este tipo de negocio siempre tiene algo atrasado, impuestos sin pagar, siempre hay algo extraño, y el oficial Carlson, gracias a las pistas que nosotros ya le habíamos dado de manera anónima, sabía que quizás no iba a agarrar a este grupo mafioso por sus fechorías, al menos las peores relacionadas con el crimen organizado. 

Pero como dicen por ahí a Al Capone uno de los mafiosos, gánster y hombres más peligrosos de New York, fue atrapado meramente por una evasión de impuestos. Y romper la ley, es con lo que sea, mientras lo importante es tenerlo tras las rejas. Apartar la manzana podrida del resto de las manzanitas de la ciudad. 

Yo sigo con mi delantal, las manos atrás en mi espalda, y recostada contra la pared viendo como todo sucede, Caro sigue atenta, le han quitado el celular, pero está manejando todo Greta a la distancia. Y si bien una Caro sin celular es menos letal, sigue siendo igual de peligrosa.

Es como a una serpiente que le quitaran el veneno, pero igual tiene sus filosos dientes. Phil observa todo con expresión despreocupada y casi hace señas para que le traiga más bebidas. 

Con lo que yo contaba realmente era que existieran documentos en dónde estuviera mencionada Charlotte y si es posible Felipe, sería para mí algo así cómo ganarme la lotería de Navidad, enterarme de que heredé una mansión, o inclusive haber salido de tercer lugar en un pequeño sorteo dónde me gané una libreta.

Lo importante es que todos estos sinvergüenzas quedarán hundidos, se entendiera de que trabajan en conjunto. Y parece irónico que estuviera ahora en un casino, pero casi podía escuchar el tin tin tin qué indica que gane algo, cuando el oficial empieza a ver unos documentos y a llamar a Charlotte. 

Esa mujer estaba pálida, cómo si todas las sangre hubiese escapado de su rostro, seguramente a sus piernas para salir corriendo. Las manos le tiemblan, y por la forma en qué mira para todos lados, no sé si tiene miedo de que le encuentren algo, o le da extrema vergüenza de que hayan sido tratados de esta manera enfrente de sus clientes, personas importantes de la ciudad y todos VIP.

Casi siendo hasta lástima por ella, si no fuera porque una pésima persona qué ha hecho su vida en base al dolor de otros, rompiendo sus sueños, y aprovechándose de las demás personas, que si trabajan día a día con el sudor de su frente. 

Cuando el oficial le enseña algunos papeles, ella tiene una expresión como que si fuese a vomitar. Carlson tiene una voz firme, por lo que puedo escuchar exactamente qué le dice, y no me queda duda de que algo le encontraron.

Ella intenta explicar y las palabras se le quedan en la garganta, mueve las manos de forma exagerada, sus anillos y pulseras hacen sonidos como de campanitas mientras las mueves con desespero. Casi que una vena le palpita en la frente.

El oficial la sienta un lado y empieza a pedirle explicaciones, enseñando un papel tras otro, hasta que por un momento ya no puede decir nada más, cómo si ya la evidencia fuera tan abrumadora no tiene más excusas.

Algo muy a nuestro favor y que yo consideraba muy importante es que su abogado número uno relacionado con esta mafia y acostumbrado a todas las artimañas y juegos sucios que manejan... Están en la cárcel. Mark Parr ya no estaba disposición para sacarlos de la cárcel, si acaso, ellos le iban a hacer compañía.

Ya no podían inventar cualquier cosa, claro que con seguridad tendrían a otro, pero con certeza no era conocedor a detalle de todo lo que sucedía aquí en el casino, así como en otros negocios sucios. 

Cómo desventaja teníamos, que si bien por la cara que tenía Charlotte era evidente que habían encontrado algo, nosotros sabíamos que la mayoría estaba en su casa, especialmente en su caja fuerte, claro que no existía una orden de la policía para revisar la casa de ella.

Y por eso nosotros no podíamos confiar totalmente en lo que la policía podía hacer, ajustada a la ley, teníamos que también actuar por nuestra cuenta. 

Por momentos simplemente siguen llegando oficiales revisando cosas, y de vez en cuando alguno se acerca a entregarle a Carlson alguna información, está todo perfectamente asegurado, el perímetro cerrado, y se escuchan sonidos de sirenas de autos de la policía, no solo alrededor del casino, sino que sin duda a buenos metros a la redonda. 

Ha sido un operativo gigantesco, y más allá de las evidencias que nosotros le enviamos a él, es lógico que el oficial Carlson debe haber revisado todo antes de organizar semejante operativo. Casi que no lo podía creer cuando, el oficial empieza hablar y especialmente escucho las palabras mágicas. 




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