Me desperté como cada día, medio dormida. Eran las 10:09 cuando baje a desayunar con mis padres.
—Isabel: Buenos Días Molly ¿Has dormido bien?
—Molly: Buenos días, Si—Dije sentándome en la silla.
—Jordi: Has guardado bien el broche que te dimos ¿verdad?
—Molly: Si… os puedo preguntar… ¿por qué tenéis tanto interés en este broche?
—Isabel: Es una reliquia familiar, eso es todo, no lo pierdas—Negué con la cabeza sin decir ni una palabra.
—Molly: Voy a lavarme los dientes con Pam, ahora vuelvo—Dije tras haber desayunado un vaso de leche con cereales.
Eran ya las 10:15, tenía que irme al baño a lavarme los dientes, Pam me dijo que me iba a esperar dentro del baño, así que cogí mi neceser y me fui hacia el baño público.
—Molly: Hola—Llegue sonriendo.
—Pamela: Ya era hora, son las 10:23.
—Molly: Perdona, perdona—Dije burlándome un poco de ella a lo que me respondió con una sonrisa sarcástica como amiga.
—Elisa: Menos mal que sé que sois amigas—Sonrió.
—Pamela: Es que no lo somos—Dijo de broma.
—Molly: Mentirosa—Dije arrojándole un poco de agua en la cara.
—Pamela: Eres fastidiosa—Dijo con una sonrisa. —Bueno, yo ya estoy—Dijo recogiendo sus cosas.
—Molly: ¡Ups! Me he dejado una cosa en la caravana, voy a por ella.
—Elisa: Tened cuidado de no caeros, el suelo resbala—Nos advirtió. Realmente si lo estaba.
—Molly: Mamá, donde está la caja de…—Sin decir nada, mi madre ya había encontrado la caja a la que me estaba refiriendo, puso una cara de *debes tener más cuidado en donde dejas las cosas*—Te quiero.
—Isabel: Yo también, pero no dejes la caja por ahí suelta, ponla siempre en tu neceser.
—Molly: Sii—Salí de mi parcela con todo lo necesario para lavarme la cara, los dientes y todo eso, Pam estaba hablando con su abuela, así que me dirigí hacia el baño sola.
—Pamela: Molly espera—Se dirigió hacia mi antes de que diese un paso más, la esperé y habló—Nos dijiste que te regalaron un broche ¿verdad?
—Molly: Si ¿A ti también te han regalado algo?
—Pamela: Me han regalado estos pendientes—Me los enseñó.
—Molly: ¿Y si le preguntamos a Irati si sabe algo de estos objetos? seguro que hay algo en su libro. Mira está ahí—Señalé.
—Pamela: ¡Irati!—La llamó desde lejos, vine corriendo junto con Pam hacia su parcela.
—Irati: ¿A dónde vais con tanta prisa?—Nos preguntó viéndonos parar.
—Molly: En tu libro ¿hay más cosas a parte de hechizos?
—Irati: Creo que sí, hay explicaciones de cinco piedras, que al parecer son muy poderosas, hay un breve resumen de la historia de la magia…—Dijo mientras abría el libro.
—Pamela: ¿Hay algo que indique objetos mágicos?
—Irati: Creo que sí, ¿a qué viene ese interés del libro tan de repente?—Preguntó mientras buscaba las paginas indicadas.
—Pamela: Mis padres me han regalado estos pendientes y me han dicho lo mismo que Molly con el broche, creemos que nos ocultan algo.
—Irati: ¿Creéis que el broche y los pendientes tienen algo que ver con todo lo que nos está pasando?
—Pamela y Molly: Si—Contesté a la vez que Pam.
—Irati: Aquí, las botellas de cristal, “son pendientes en forma de pequeñas botellitas, que llevan los ángeles para curar o revivir a los humanos que aun no les había llegado la hora”—Leyó.
—Pamela: ¿Estos pendientes lo llevaban los ángeles?
—Irati: Eso pone, el broche dice, “Este místico broche lo llevaban los ilusionistas y las ilusionistas cuando tenían que cruzar algún que otro sendero”.
—Pamela: ¿Que es Sendero?
—Irati: Significa camino.
—Molly: Si eso es verdad, me encantaría saber usarlo, ¿lo dice?
—Irati: No, no lo veo, ¿a dónde van?—Preguntó mientras veía a Elisa, a David, a Leo y a Georgina correr hacia la entrada.
—Pamela: Vamos a ver—Eran las 10:49 de la mañana, Irati, Pam, yo nos fuimos a la entrada del camping para saber que estaba pasando.
—Irati: ¿Que está pasando? ¿Por qué tenéis tanta prisa?
—David: Estamos esperando una explicación—Dijo mientras Elisa venía corriendo hacia nosotros.
—Georgina: A las 11:00 ocurrirá un accidente.
—Pamela: ¿Cómo sabes eso?
—Georgina: No sé cómo lo he hecho pero he viajado al futuro. Y además, en ese accidente…
—Molly: … ¿En ese accidente?
—Georgina: Morían personas—Parecía que no nos quería decir toda la historia completa, tenía una mirada triste y los puños cerrados como una rabia interior.
—David: Si eso es cierto, ¿cómo podemos pararlo?
—Molly: ¡Eh! ¿Esos no son Alex y Dani?—Dijo mirando la carretera. Estaban haciendo una carrera. Georgina murmuro algo que no logre escuchar.
—Georgina: ¡No! ¡Parad!—Gritó al verlos. No me imagine lo que había visto, por un momento pensé que ese coche iba a acabar con la vida de mis amigos—Menos mal.
—Pamela: ¿Que acaba de pasar?—Pero por alguna razón, se transportaron antes de que el coche rojo pudiese matarlos, menos mal.
—Alexander: Bien—Vi a Alex chocar los cinco con Dani muy feliz, la gente que estaba presente no tenían ni idea al igual que nosotros.
Pero el coche rojo siguió activo, y chocó contra uno azul que estaba aparcado, tenía la leve sospecha que ese rojo iba decidido a por su víctima, o en este caso, sus víctimas.
—Aarón: ¿Que acaba de pasar?—Dijo viniendo hacia nosotros.
—David: Hombre, por fin te has levantado.
—Aarón: ya… bueno, no tienes muchas ganas cuando tienes pesadillas—Alex y Dani vinieron hacia nosotros con sus bicicletas, mientras que la gente estaba asustada con el accidente.
—Alexander: ¿Cómo has…? Ha sido increíble.
—Georgina: No es la primera vez que lo hago, pero la primera vez fue con muy pocos segundos, este al menos ha sido más tiempo.
—Daniel: Y menos mal.
11:15 de la mañana.