Ha llegado el momento más deseado por todos los seres que viven fuera del muro, las armas se levantan y la magia deseosa de ser utilizada, los seres con demasiada emoción se quitan las máscaras y túnicas mostrando su especies. Hadas, faunos, esfinges, harpias, gorgonas, momias y demás seres marchan detrás siguiendo un camino hasta la ciudad donde hoy a la luz de una luna llena tomaremos por sorpresa la Biblioteca.
Los pasos resuenan por los pasillos olvidados de una vieja Panamá destruida por el paso de las guerras y el tiempo, la máscara me aprieta evitando que el polvo me ciegue, las garras afiladas para la ocasión y mis asuntos seguros fuera de esta misión.