Aranza
Miré el cuerpo inerte de mi hermana y escuché los pasos apresurados que se dirigían hacía acá, abro lentamente la puerta de mi habitación, tiro el objeto a un lado y finjo como si estuviera acabando de salir.
—¿Qué pasó?— pregunto al ver a Alice y Lennon arrodillados ante Lilly.
—Lennon, levantala, llevala a la cama; iré a buscar el botiquín.
Lennon obedeció y levantó a Lilly con cuidado.
—¿Me responderás? ¿Qué le pasó a Lilly?
Alice me miró unos segundos mientras se cruzaba de brazos.
—Eso quiero que me respondas, Aranza.
Está molesta, lo sé.
—¿Y supones que por ser como soy tengo que tener las respuesta a todo lo que le pasa a ella?— me crucé de brazos y enarqué una ceja.
Oh no mamita, aquí la que intimida soy yo.
Ella dio un paso adelante y yo imité su acción.
—¿Qué? ¿Pretendes matar a tu hermana?
—Oh, ¿ahora somos hermanas?— pregunté en tono burlón.
Ella se tensó y me miró con recelo— no te atrevas a hacerle daño, por Lilly hago lo que sea— respondió en tono amenzante.
La miré unos segundos a los ojos y luego ladeé mi sonrisa.
—¿Me estás amenazando, Madre?— la miré con burla mientras caminaba hacia ella y ella retrocedía.
—N-no te e-estoy amenazando, Aranza.
Me detuve y ladeé mi cabeza como niña pequeña.
—Eso espero mami, porque no me importaría dar un paso más y cortarte la yugular.
Ella me miró con horror y yo le sonreí aún más.
—¿Todo bien?
Dirijo mi mirada hasta Lennon, quien estaba recostado en la puerta de la habitación de Lilly, la cual ya se encontraba cerrada.
Lo miro unos instantes sin quitar mi sonrisa.
—Todo bien, papi— él tensa su mandibula y sin más les doy la espalda para irme.
Veo el reflejo de Alice, y rápidamente doy media vuelta y agarro su brazo en el aire.
Le sonrío con burla y ella me mira sorprendida. Le sonreí y doblé su brazo tras su espalda sin hacerle mucho daño.
Me posicioné tras de ella y le susurré cerca del oído: —¿Crees que soy una asesina inexperta? ¿Crees que voy a salir a matar sin ni siquiera tener buenos reflejos?
Vi como Lennon dió un paso hacia delante. Él nunca intervenía en nuestros asuntos porque piensa que sería incapaz de hacerles daño.
Estás mal, papito.
—Sueltame, replicó entre dientes.
La solté dándole un leve empujón y Lennon la tomó entre sus brazos.
—La próxima vez que intentes atacar a alguien por la espalda asegúrate que se haya dado la vuelta por completo— hice una pausa para mirar a Lennon a los ojos y le dediqué una pequeña sonrisa—. Y que no sea un asesino en serie.
Él tensó aún más su mandíbula y ella me miraba horrorizada.
Di media vuelta y empecé a dirigirme a las escaleras, y terminar de salir de la casa.
Hermosa noche la de hoy, ¿eh?
Lillyanna
Abrí los ojos lentamente para acostumbrarme a la luz que entraba por el ventanal de mi habitación.
—¿Todo bien cariño?— dirigí mi mirada hasta donde provenía la voz de mi madre y la vi de pie en el umbral de la puerta con una bandeja con comida.
—¿Qué pasó anoche?— intenté incorporarme y jadeé al sentir como mi cabeza empezó a doler.
—Al parecer llegaste tarde a la habitación y te golpeaste la cabeza cariño— me sonrió con dulzura.
Le devolví la sonrisa hasta que recordé lo que pasó anoche.
—M-mamá— la llamé alarmada, a pesar de que estaba casi frente a mí.
—¿Pasa algo Lilly?
—H-había una, una chica. Una chica mamá, idéntica a mí.
Cuando terminé a dura penas terminar la oración mi madre abrió los ojos con sorpresa.
—¿De qué hablas, cielo?
—Cuando subí, tomé el pomo de la puerta de mi habitación y alguien me habló— hice una mueca tratando de recordar lo que me dijo— no recuerdo lo que dijo— hice una pausa y miré fijamente la pared con el ceño fruncido tratando de recordar—. No recuerdo lo que dijo, pero sí la recuerdo a ella— levanté la mirada y tensé mi mandíbula— la recuerdo perfectamente.
Ella me miró unos segundos analizando mi rostro.
—Cariño, pero si aquí no hay nadie, no llegaste a tiempo a tu cama y te golpeaste la cabeza—. Ladeó su cabeza dándome una sonrisa tranquilizadora. Levantó su mano y la dirigió hacia mi cabello, y lo acarició.
—Pero mamá..
—¿Todo bien?— mi padre interrumpe mi queja quedándose recostado en el umbral de la puerta.
—Sí, sólo...
Antes de continuar miré en dirección a mamá ya que sentía su mirada clavada en mí. Sus ojos me decían que dejara el tema atrás y que no lo mencionara.
—Sólo...— habló mi padre dejando la palabra en el aire indicándome que prosiga.
Lo miré y le sonreí— sólo charlabamos cosas de chica.
—¿Cosas de chicas, eh?— nos miró con una sonrisa burlona.
—Sí Lennon— mi madre hizo una pausa para dedicarme una mirada penetrante, volvió su mirada a mi padre y sonrió para terminar de hablar—, cosas de chicas.
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Editado: 11.06.2020