Ecos del pasado: ¿Epsilon?

El impacto de las palabras de su padre dejó a Lucía paralizada. "Tú eres la clave." Las frases resonaban en su mente, cargadas de un significado que no podía procesar por completo. ¿El futuro de lo que Epsilon planeaba hacer? ¿Qué significaba eso realmente? ¿Qué habían hecho con ella que la convertía en un elemento tan esencial para la organización? La tensión en el pasillo creció, un espacio cada vez más pequeño, como si las paredes estuvieran cerrándose sobre ella.

Lucía sintió que las piernas le fallaban, y buscó apoyo en la pared cercana. La brisa que entraba por una ventana abierta no era suficiente para despejar su cabeza. Sabía que debía preguntar más, exigir respuestas, pero una parte de ella no quería saber más, no quería descubrir hasta qué punto había sido utilizada y manipulada.

- ¿Por qué yo? -murmuró con la voz quebrada, mirando a su padre con una mezcla de incredulidad y desesperación-. ¿Qué me hace tan especial?

Su padre, quien había mantenido una expresión rígida hasta ese momento, cerró los ojos y respiró hondo. Parecía un hombre a punto de derrumbarse, pero aún luchaba por mantener una fachada de control. Sus palabras salieron con dolor y lentitud, como si revelar la verdad fuera una carga insoportable.

-No fue algo que eligieras, Lucía. Desde el principio, desde antes de que nacieras, eras parte de algo mucho más grande... -Se detuvo un momento, eligiendo con cuidado las palabras que sabía que cambiarían la vida de su hija para siempre-. Eres uno de los primeros sujetos de Epsilon que superó los experimentos. Fuiste parte de un proyecto que buscaba crear algo diferente, algo que pudiera resistir el control mental y la manipulación... pero tú resultaste ser mucho más que eso.

La sangre de Lucía se heló. Las piezas comenzaron a encajar. El Proyecto Epsilon no solo había manipulado sus recuerdos o alterado su vida; la habían moldeado, la habían construido desde el principio para ser parte de algo más oscuro y peligroso.

- ¿Qué me hicieron? -preguntó con voz quebrada, incapaz de controlar las lágrimas que ahora se deslizaban por su rostro-. ¿Por qué soy diferente?

Su padre dio un paso adelante, pero Lucía levantó una mano, deteniéndolo. No quería consuelo; quería respuestas. Él retrocedió, con el rostro marcado por la culpa y el dolor, como si su propia hija fuera un recordatorio constante de los errores que había cometido.

-Epsilon te eligió por tus capacidades... y te hicieron lo que eres. No solo experimentaron contigo para ver hasta dónde podías llegar, sino que, en cierto modo, te crearon. Tú eres el resultado de su trabajo.

La realidad golpeó a Lucía con una fuerza devastadora. No era solo una niña adoptada y manipulada, no era solo una víctima del Proyecto Epsilon. Era algo más, algo creado por esa organización, una pieza central en un rompecabezas que aún no entendía del todo. Y peor aún, ese futuro que Epsilon estaba construyendo, lo estaban haciendo alrededor de ella.

- ¿Qué quieren de mí ahora? -preguntó Lucía, temiendo la respuesta.

Su padre, abatido, se pasó una mano por el cabello canoso antes de hablar.

-Te han estado vigilando desde que eras pequeña. Creían que habías fallado, que los experimentos no habían funcionado... pero estaban equivocados. Tus habilidades están ahí, dormidas. Epsilon siempre supo que un día las desarrollarías, y ahora quieren recuperarte para continuar con su trabajo. Quieren que seas la primera de una nueva generación, una nueva línea de seres humanos que puedan ser moldeados para servirles.

Lucía sintió un nudo en la garganta. El miedo y la rabia se apoderaban de ella, pero la impotencia era aún mayor. ¿Había sido un experimento todo este tiempo? Toda su vida, sus recuerdos, incluso sus emociones, todo había sido condicionado por los planes de Epsilon. Ella no era quien pensaba que era; no lo había sido nunca.

El silencio entre ambos se hizo interminable. Lucía no podía moverse, no podía pensar. Todo había cambiado. Su padre la miraba con los ojos llenos de culpa y desesperación, pero también con una verdad ineludible: no había escapatoria de lo que Epsilon había planeado para ella.

Finalmente, Lucía rompió el silencio, con una sola pregunta en mente:

- ¿Cómo puedo detenerlos?

Su padre bajó la cabeza, tragando saliva con dificultad. Había luchado durante años para protegerla, para mantenerla fuera del alcance de Epsilon, pero sabía que el tiempo de esconderse había terminado.

-No sé si puedes detenerlos, Lucía. Pero sé que no puedes enfrentarlos sola. Tienen demasiado poder. Ellos controlan todo: desde las empresas tecnológicas hasta las instituciones médicas. Cada paso que des ha sido anticipado por ellos. Tienes que ser más lista que ellos.

Lucía apretó los puños, luchando por contener las lágrimas. Sentía que el peso del mundo estaba cayendo sobre sus hombros, pero sabía que no podía permitirse el lujo de detenerse. Había llegado hasta allí en busca de respuestas, y aunque lo que había descubierto era mucho peor de lo que jamás hubiera imaginado, no podía dejar que Epsilon ganara.

-Dime qué hacer -dijo finalmente, su voz rota, pero con una resolución feroz-. Ayúdame a destruirlos.

Su padre la miró con tristeza. Sabía que lo que estaba pidiendo era casi imposible, pero también sabía que Lucía no se detendría hasta lograrlo.