Liv.
Ocho años atrás...
Sentía como mi corazón bombeaba sangre a todas las partes de mi cuerpo, sentía como el mundo entero se detenía por unos instantes, sentía que me faltaba el aire, estaba en shock, todavía no me lo creía, había pasado en frente de mis narices y aun así mi cerebro no era capaz de procesarlo, pero había pasado y ya no había vuelta atrás.
- Señorita Nilsen ¿Qué es lo que pasó exactamente?- pregunta el agente con el ceño fruncido
Llevaban preguntándome eso desde que entré a comisaria llena de sangre pidiendo ayuda desesperadamente, pero simplemente no quería que aquello fuese real. ¿Por qué tenía que pasarme esto a mí? Era una total pesadilla imaginarme una vida entera sin ellos.
-Mi p-padre- balbuceo- Mis padres están muertos- digo rompiendo a llorar
-Señorita es de suma importancia que nos cuente todo lo que vio, el cuerpo de su padre fue encontrado en el salón de su casa pero el de su madre aun no fue hallado- Me explica- ¿Usted lo movió?
Entonces por primera vez en la noche me atreví a mirarle a los ojos. ¿De verdad cree que yo sería capaz de esconder el cuerpo sin vida de mi madre?
-¿Y-yo?- tartamudeo- No, papá ni siquiera me dejó despedirme de ella, e-ella lloraba tanto, pero a él le dio igual
-¿Sabe dónde está el cuerpo?
-Él...P-papá dijo que sería nuestro secreto- digo llorando sin parar
-Si sabes dónde está debes decírnoslo- dice el agente con tono rudo
Dudé por unos segundos en si decírselo o no, pero al final cedí.
-Él...lo quemó- digo
El agente apunta en su libreta las pocas cosas que ha podido sonsacarme i cuando acaba me vuelve a mirar i pregunta:
-¿Podrías decirnos algo más? ¿Algo que pueda ayudarnos? ¿Se le ocurre algo?
¿Algo que pueda ayudarlos? De que me serviría decirles toda la verdad si ni siquiera me creerían. Ya nada podía devolverme a mis padres.
Niego.
-No
-Bien, entonces eso es todo- dice cerrando el bloc de notas sin mirarme y se gira - Ahora vendrá la señora Moonlight, la del orfanato, procura que no haga ninguna tontería- le susurra al otro agente, este solo asiente y tan rápido como entró salió por la puerta. Dejándome en esta habitación junto al agente que no apartaba su vista de mi y mis pensamientos.
Pensamientos que no dejaban de recordarme que era huérfana.
Eso era lo que era.
Mi madre me dijo una vez que estábamos juntas contra el mundo, un mundo peligroso, hipócrita y despreciable, pero nunca le tuve tanto miedo a ese mundo como en ese instante, porque ahora mismo... estaba yo sola contra el mundo.