—Entonces, ¿Su noviazgo es parte de una apuesta? ¿Entendí correctamente?—interroga confusa Samantha.
—Eres bastante lenta con estas cosas, amiga, ya veo porque nunca progresas. —expone Mere, aburrida.
Sonrío desde mi asiento en la cafetería, estamos reunidos alrededor de una mesa redonda, compartiendo el desayuno no tan saludable que venden a los estudiantes.
—¿De qué hablas, Meredy? Deja de confundirme.—Sam se frota las sienes, tratando de comprender la reciente explicación.
—Oh, vamos, ¿De verdad me harás dejarte en evidencia?
—Ya déjala, Mere, vas a arruinar la diversión.—Pongo mi mano en su hombro, haciéndola retroceder con sus acusaciones, es el tipo de chica que no necesita insistencia para decir lo que piensa y no le importa si provoca incomodidad, eso le causa aún más satisfacción.
—Lo siento, me desespera la inocente niña.—suspira resignada.
—Algún día se dará cuenta, no la presiones.—le susurro reconfortándola.
—Sí, Samantha, nuestro noviazgo es resultado de una apuesta que perdí contra Batley.—repite Odeth, notoriamente avergonzada.
—Exactamente, la vencí en la última competencia de surf, ella pertenece al implacable equipo femenino local que estuvo invicto todos estos años, no obstante, llegué yo a interrumpir su buena racha.—relata BS, sonriendo arrogante.
Odeth lo fulmina con la mirada, mi intuición me permite tener cierta idea de lo que piensa “Voy a matar a este estúpido cuando duerma y luego regresaré a mi ciudad junto a mis amigas, así ya nadie podrá vencernos” O eso creo, si yo fuera la capitana de un equipo similar, mi orgullo estaría profundamente herido si pierdo cualquier apuesta donde tenga que cambiarme de escuela y de rutina para ser la novia de alguien.
—Yo estoy complacido con mi hermosa cuñada.—expresa Heraldo, abrazándola por sobre los hombros.
Ella no se incomoda, quiere decir que al menos el hermano de su carcelero le agrada y llevan mucho tiempo compartiendo actividades juntos, puede que sean buenos amigos.
—Tú estás conforme con todo lo que tenga vagina, casi podría decirte exterminador de plagas.—se burla Samantha—No trato de ofenderte, Odeth, me agradas, lamento tu situación y luces simpática.
—No te preocupes, yo también lamento esto.—rueda los ojos.
—Samantha, siempre tienes comentarios ofensivos hacia mí, ¿Acaso pasas las noches recitándolos?—contrataca Heral—Tranquila, pensar en mí, significa que tus pocas neuronas aún tienen buenas preferencias, a pesar de la basura sobre cosméticos con las que las saturas todos los días.
—Mira, gran hijo de—piensa alguna respuesta ingeniosa.
—Yo tengo cierta pregunta.—regresa Mere animada a la conversación, interrumpiéndola.
Todos la miramos expectantes, esperando el disparo inoportuno de su indiscreción.
—¿De quién fue la idea? ¿Y qué motivos ocultos hay?—su mirada llena de picardía deja en evidencia sus intenciones—Es decir, habiendo tantas posibilidades que escogieran precisamente ser novios me causa cierta intriga.
Odeth y Batley se miran incomodos, si los hubiesen expuesto delante de la corte judicial enseguida serían declarados culpables por las expresiones obvias de sus rostros, siento lastima por ellos, cayeron en las manos de la persona más malvada que hay.
— ¿No se te escapa nada?—BS desordena el cabello castaño de Meredy, como si fuera un hermano mayor aceptando las jugarretas de su traviesa hermanita pequeña.
—La verdad no, mi servicio social me lo impide. —ríe con cinismo, se refiere a que molestar a otros es su forma de forjar mentalidades fuertes capaces de soportar toda clase de humillaciones y así tener éxito en este mundo cruel, o eso recuerdo de su ridículamente largo discurso.—¿Prefieres que Odeth diga la verdad?
Batley traga saliva nervioso.
—Oh no, me lavo las manos en esto, pregúntele a él los motivos.—dice ella sonriendo ampliamente, tiene las mejillas ligeramente enrojecidas.
—Bien, bien, lo diré ya que no queda de otra. Al menos disimula el crecimiento de tu ego, Odie. —Riñe BS—Yo lo sugerí, he estado rogándole durante dos años salir conmigo, en consecuencia la noche de tragos después de su más reciente victoria, me dijo delante de sus compañeras “la única forma de que salga contigo es que me ganes horriblemente y eso no pasará”. Pero pasó, aquí tienen la prueba de ello.
Señala a su “novia”.
— ¿Tienes mejores habilidades que una capitana, Bat?—pregunta Mere sorprendida.
—No, no las tiene. —afirma Odeth defendiendo su reputación. —Fue un golpe…de suerte y me críe en el ambiente donde pagas lo que debes.
—Entiendo. —murmura Meredy analizándolos.
—No estas obligada a ser nuestra amiga si no quieres. Pero si él llega a propasarse te aseguro que lo castigaremos, no educamos idiotas, lástima que Heraldo se nos cayó de la cuna.—agrega Sam, guiñándole un ojo.
—Lo confirmo.—apoya Mere mirándose las uñas.
—¡Oigan!—objeta Heral ofendido—Cal, diles algo, no es verdad, soy buen chico.