La simiente que disputa conmigo,
quiere gobernar este mundo.
Ángeles quieren conquistar el cielo,
y yo pareciera que nunca salgo de este dulce duelo.
Ansiedades y cadenas de pensamientos,
hacen crudo a los sentimientos que me atacan.
Los ángeles cada vez más corrompen a este mundo.
Estoy utilizando todas mis prosas y mis versos
para detener la furia de sus conquistas.
Los ángeles cada vez más invaden nuestra simiente,
pero obra tras obra encuentro la fuerza de esta simiente.
Aunque penas y malos hábitos cargue mi ser,
y este se vuelva en una melancolía que ni la tristeza me deje llorar.
Mate al ángel y me quedé otra vez con este mundo perverso.