Vertigo

Capitulo Siete Lathgertha

 

 

 

 

 

Sin que se den cuenta los protagonistas de la pelea, están siendo observados por alguien que cierto modo parece. Un espectador VIP de primera fila, que disfruta la contiende, hasta se siente sorprendido. El giro que tomo la contienda.

Alter Ego: Porque termine en esta situación tan deplorable, en que me equivoque. Porque, maldita sea.

Sebastián: No reniegues, eres una parte de mí, se supone que eres como un pupilo te deberías darte cuenta que tienes la respuesta.

Alter Ego: hijo de puta esta disfrutando, siempre en tu puta vida, las cosas que conseguiste fue por la condenada suerte que tienes.

Sebastián: no niego lo de la suerte, pero es como una ensalada rusa.

Alter Ego: sigue siendo el mismo bufón de mierda.

Sebastián: un poco de suerte, otro de un milagro, y porque mi pupilo no presta atención a la clase.

Alter Ego: con que sales, porque no termina ya, o tienes pensado matarme de aburrimiento.

Sebastián: no quieres saber lo que paso, deberías para aprender, que a veces no todo es suerte.

Alter Ego: si no fue la suerte, entonces que fue. Una intervención divina.

Sebastián: según vos mi Dios no se encuentra en este lugar. Dice que la suerte hay que ayudarla, aunque una cuota de la misma siempre es bien recibida. Pero mi pequeño pupilo, lo que pasa se resume en una palabra, Austerliz.

Alter Ego: cabron de mierda, no estoy de humor para una clase de historia.

Sebastián: mírate pendejo, tenías el poder de tenerlo todo, solo lo tenías que tomar, pero por no prestar atención mis enseñanzas. Repetiste los errores pasados de otras personas, el intercambio de enseñanza de aprender mutuamente. Eso es lo que realmente me gustaba de nuestro mutualismo.

Alter Ego: a ver ilústrame sensei, como saber de geografía sirve para ganar una contienda.

Sebastián: Austerliz, más que una región es una ciudad, fue en el escenario de una de las grandes batallas orquestada por la mente militar más brillante de toda la historia.

Alter Ego: esta divagando estas de remate, tanto te cuesta admitir que tienes la suerte del diablo.

Sebastián: nunca fui alguien exigente, pero me siento decepcionado ya que no aprecies mis clases. Todos estos años que hiciste, estaba encerrado pero tenías acceso a mis memorias.

Alter Ego: solo era un montón de mierda, del pasado de que sirve saber las fechas y lugares que algunos ya no existe. Como saber eso me ayudaría ganar en este día.

Sebastián: sabes de donde viene el dicho la ignorancia se paga con sangre.

Alter Ego: aburrido, no lo se, ni me interesa.

Sebastián: antes se creía que el periodo de las mujeres, se debía que como eran consideradas brutas, inútil o ignorante. Para dar una explicación mística de la regla, supusieron que era un estigma por ser unas brutas. Pero mi buen amigo no debe ser mujer para sangrar, lindas gotas de sangre a teñido al suelo.

Alter Ego: porque no vas directo al grano, y no por las ramas.

Sebastián: solo quería molestar, tenias todo lo necesario para estudiar comprender y entender como pienso. Si te tomabas la molestia de abrir un libro, sabrás que ese día, se enfrento un general contra cuatro países diferentes. Era superado en hombres y armamento, todo a en su contra, los pronostico era refavorables. Cambio la vuelta de la contienda a su favor.

Alter Ego: que tiene que ver con nosotros.

Sebastián: a ver pequeño saltamontes, todo se debió a una cosa el General en apuro le cedió la colona a sus enemigos. Ese fue su punta de lanza para vencer.

Alter Ego: dejar una posición defensiva como le ayudo vencer.

Sebastián: me alegra que le presta atención a la clase. Todo era parte de su plan, cuando sus enemigos cargaron. Les dio la orden a sus soldados de retirarse, los bando contrarios, al ocupar la colina, pudieron ver soldados mal organizados en retirada. Eso los alentó para atacar el flanco derecho, pero lo que no sabían que era parte de un plan bien orquestado. Mordieron el anzuelo.

Alter Ego: pero a donde quieres llegar estas divagando.

Sebastián: usa un poco la cabeza.

Alter Ego: no le encuentro la relación.

Sebastián: lo que paso en ese día, lo aplica en nuestra contienda.

Alter Ego: jajajaj perdón no me acuerdo a ver subido una colina.

Sebastián: no puede usar la metáfora, un poco de creativa, no te hará daño, claro estamos en una plaza no hay colina. Pero mi colonia es dejarte acércate a mi, te cedí mi flanco para tenerte cerca. Y tenerte alcancé de mi espada, poder cortarte los tendones y inutilizar ese cuerpo de mole que tienes.




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