Fase tres de la batalla

La batalla con la inmensa serpiente mnarina fue cruenta y angustiosa, las venenosas fauces de Jormungandr laznaban nubes de gas venenoso que nublaba la vista y quemaba los pulmones, los cuatro amigos se tenían que cuidar de respirar ese aire pútrido y tóxico, asi que se cubrían la nariz con un paño humedo con agua salada, mientras lanzaban sus ataques de energia que debilitaban de poco en poco a la enorme serpiente que comenzaba ya a dar ataques furiosos y erráticos, hasta que Sigur, cansado de que la batalla estaba ya alargándose demasiado, junto con Ingrid coordino un ataque que disparo una gran llamarada de energía runica en los ojos y boca de la serpiente, que por su parte lanzó una nube de veneno en forma de una inmensa nube de vapor verde, Sigur e Ingrid no se habian dado cuenta pero al lanzar con tanto ahínco el ataque, habian descuidado su paño protector que se les cayo del rostro, y ellos respiraron en un incontenible impulso antes de que se dieran cuenta de su error, habían sido envenendados.

La serpiente se despolomaba al mar inerte, mientras Tyr y Frigg iban volando al rescate de sus amigos que se desplomaron cayendo al mar, les recostaron en una playa cercana y trataron de reanimarlos usando los poderes de sanacion, e invocando a los dioses, pero no funcinó, después de 9 minutos, ambos dejaron de respirar, Dos de los amigos habían muerto, y nada podía hacerse, eso llenó de angustia e impotencia a Tyr, y a Frigg le llenó el corazon de tristeza y lágrimas, ambos se abrazaron para consolarse, como amigos ante los terribles sucesos acontecidos

Les despidieron con los máximos honores, pero cuando estaban a punto de ponerles en una barcaza abrazados pues ambos eran hace tiempo atrás una pareja, para despedirlos con una flecha que incendiase el barco, como era la costumbre y la tradición de los hombres del norte, llegó una mujer volando en una luz luminosa, era una valquiria que llevaba sus almas al Valhalla, a la gloria eterna donde iban los que morían en batalla, mientras Tyr y Frigg, quienes estaban llenos de ira, recordaron que aún no terminaba su misión, debían de ir por Fenrir.