Mundo 1 - Capitulo 20: Sin florituras

Kurogane
 

Después de eso, a parte de entrenar con Sakura y Tsuneo, dediqué mi tiempo libre a aprender otras cosas, desde estrategia en la batalla hasta mitos Occidentales como el de la caja de Pandora (tardé años en entender por que le llamaba tanto la atención a la Sakura) de la que había sacado el símbolo "caja" que llevaba su tatuaje de dragón negro y muchas cosas más. Pero todo eso fué en un vano intentó de evadir mi realidad. Porque justo después de matar al último de los enemigos del abuelo de Sakura todo mi ser tembló. Y recordé...

Por fin, después de todo ese tiempo, me di cuenta que algo en mí había cambiado, hubiera sido evidente para cualquiera que me hubiera conocido antes de ir a parar a este mundo, pero no había nadie de mi antigua vida en el tiempo dónde me encontraba . Y es que me gustaba aprender cosas, pero nunca había tenido tantas ansias de saberlas como me pasaba ahora.

¿A caso tenía algo que ver con ser un monstruo? Pensé repasando otra vez mis recién recobrados recuerdos. ¿El cambio estaba relacionado con lo ocurrido momentos antes de que viajara por el tiempo? ¿Tendría algo que ver con la supuesta "marca de nacimiento" que tenía en la pierna derecha? El instinto me decía que sí.

Pero, si era así, ¿cómo afectaría esto Sakura? Estábamos unidos por el anagae. ¿Qué le pasaría si me pasase lo mismo que "aquella" vez? O quizás incluso ella era lo mismo que yo. Me dije. ¿Después de todo debía de tener un poder similar para que se pudiera producir una unión de almas, no? Y estaba seguro de que mis padres eran del todo humanos, como los suyos.

¡No! Qué tontería.

Me puse triste, hacía muchos meses que intentaba no pensar en ellos, muertos, hacía casi dos años para mí, y casi 1300 para el resto del universo. Había sido para darme una vía de escape, para que pudiera vivir en su lugar. Fue por culpa de una inútil broma del destino, un error mío tras otro.

Me desesperé. Tenía miedo de mi secreto. El secreto que había redescubierto al recuperar ésa memoria. Lo que había pasado entre la muerte de mi padre y mi prodigioso viaje en el tiempo.

En ese momento alguien pasó por delante de mi puerta. ¡Ha ...! Ella me comprenderá. Me dije a la desesperada. ¡Lo hará! Todos los miedos de decirle la verdad quedaron en segundo plano. Ya no era cuestión de estar preparado o no, era de sacármelo de encima y explicárselo a alguien. Solamente tenía en la cabeza que si le contaba a mi amiga mi peso, éste disminuiría, no que el suyo se multiplicaría. ¿Tal vez yo seria su nuevo miedo?

-Sakura! Pasa, quiero contarte algo. Quiero contarte la última etapa de mi vida en mi propio tiempo.

Ella pasó, sorprendida, por la espontaneidad de mi gesto y acto seguido se acomodó en una silla. Por su expresión supe que hacía meses que esperaba este momento. El momento de saber el motivo de mi dolor.

------------------------------------------------------------------------

Éramos una familia fugitiva. Empecé a explicar. Como ya sabes en aquella época todos los magos éramos exiliados y perseguidos. Y quedábamos pocos. Mi padre era un caballero. Un guerrero noble de la gran península de Occidente. De aquellos con armadura pesada y una espada dos manos enorme como ya te había comentado. Se llamaba Sir. Garo Eduard Bluemontain y además era un ESPer psicoquinético. Me enorgullezco de que fuera mi padre. Tenía un collar parecido al de tu abuelo y tu prima, mi madre también lo tenía.

Me sorprendió mucho verlos en su cuello cuando los vi por primera vez. Siempre me parecieron misteriosos aquellos collares.

Yo de pequeño era un gamberro, y como todos los niños protegidos no sabía las consecuencias de las cosas. Por culpa de una broma nocturna que hice cuando tenía 12 años a unos nobles grasos tuvimos que huir del país. Decidimos volver al continente originario de los magos, el Jempó. Aunque en aquellos tiempos no se llamaba así todavía.

Logramos dar esquinazo a nuestros perseguidores en las costas del país contiguo al de donde nací y por fin conseguimos vivir unos años en paz aquí. Cómo sabes fué por aquella época en que empezaron a llegar extranjeros a tu país, Sakura. Nos encontraron años después. Nos emboscaron. Por suerte mi familia ya no estaba toda junta en aquel tiempo, mi hermana sobrevivió a eso. Y como te dije cuando nos conocimos sospecho que ella fué tu antepasada maga.

Los de la Inquisición intentaron capturarnos a todos una vez mas pero mi madre era mucho más fuerte de lo que pensaban y logró huir.

Como la vez anterior fué mi culpa que nos encontraran. No te lo había dicho nunca pero yo era un auténtico rompe corazones en mi tiempo. Es ... una larga historia de la que no quiero hablar pero te puedo decir que perdí la virginidad muy joven (creo que le sorprendió que no fuera virgen, aunque en esa época era bastante normal).Y cuando digo "muy" quiero decir MUY joven. Antes de que nos fuéramos al Jempó. No me arrepiento pero esto hizo que siguiera un camino nada adecuado. De flor en flor por decirlo de alguna manera. Cuando llegué a este país con todas sus chicas reprimidas, rectas como palos y obedientes como perritos me lo tomé como un reto. Las seducía, acabábamos en la cama y las dejaba. Si, no es necesario que me lo diga, era un verdadero malnacido en aquellos tiempos. Era un cabrón desenfrenado y cada vez apuntaba más alto.

Sakura hizo cara de sorpresa y de no acabar de creérselo. Tuve que insistir que era verdad varias veces.

-Y así llegué a mi límite cuando seduge a la hija pequeña del Emperador ...

-¡¿Del emperador?! ¿Te habías vuelto loco? ¡Y más en aquella época donde él y su familia ostentaban todo el poder político y militar! -después de chillarme hizo todo lo contrario, se habló a sí misma entre susurros -Espera ... me suena haber leído un mito relacionado con una princesa y un demonio del sexo en un libro de mitología. ¿No, no puede ser no ...?