Víbora

Calabazas

Severus Snape estaba frente a todos los alumnos, todos los Slytherin respiraban un aire de tranquilidad al saber que el jefe de su casa no les arrebataría puntos, los Gryffindor por otra parte parecían petrificados con la presencia del profesor. Al iniciar la clase Isis solo podía sentirse orgullosa de su tío, lograba que todos prestaran atención y había dado un discurso brillante.

El ambiente se puso un poco tenso cuando el maestro comenzó a disparar preguntas a diestra y siniestra.

—¡Potter! —dijo—. ¿Qué obtendré si añado polvo de raíces de asfódelo a una infusión de ajenjo?

—No lo sé, señor —contestó Harry.

Ahí inició la matanza, ¿Dónde buscarías un bezoar? ¿Cuál es la diferencia entre acónito y luparia? ¿Qué dice la introducción de mil hierbas mágicas y hongos?, fueron las preguntas que le hizo Snape al pobre Harry Potter. Solo Hermione parecía saber las respuestas, estaba a punto de desgarrar su brazo de lo alto que alzaba la mano para obtener la atención del profesor, a Isis, que estaba a su lado, la escena le parecía patética.

—¡Siéntate! —le gritó—. Snape, Isis. Por favor responda las preguntas.

—Asfódelo y ajenjo producen una poción para dormir tan poderosa que es conocida como Filtro de Muertos en Vida. Un bezoar es una piedra sacada del estómago de una cabra y sirve para salvarte de la mayor parte de los venenos. Acónito y Luparia son la misma planta. Y la introducción de Mil hierbas mágicas y hongos habla de la belleza de un caldero hirviendo.

—Excelente, un punto para Slytherin, un punto menos para Gryffindor.

Continuando con la clase, formaron parejas, como era lógico Hermione e Isis tuvieron que estar juntas, debían preparar una opción para curar fornículos compartiendo caldero. No lograban ponerse de acuerdo sobre nada. Una opinaba que debían triturar los colmillos de serpiente la otra que debían echarlos enteros. Una subía la temperatura del caldero, la otra la bajaba. Una batía en dirección a las manecillas del reloj, la otra en contra. Ambas eran muy amables para tener una discusión verdadera pero su tono de voz pasivo/agresivo, y las expresiones de sus caras lo decían todo. Esas dos chicas no se llevaban ni un poco, ambas creían saber demasiado como para confiar en la otra, tal vez fueron el peor equipo de no ser por Neville y Seamus que de alguna manera lograron convertir su caldero en acido.

Terminada la clase, Isis sentía que necesitaba tomar un largo baño luego de una jornada doble de posiciones con los Gryffindor, afortunadamente era viernes y tenía el resto de tarde libre. Se fundió en las aguas de la tina del baño de señoritas, casi una hora después, salió de allí para ir a la sala común a buscar a Blaise, pero justo abriendo la puerta se tropezó con una chicha que venía corriendo, llorando y con sus manos en la cara. La chica siguió de largo y se encerró en un cubículo. Isis odiaba estar en situaciones como esa, no tenía el don de consolar a las personas y poco le interesaban los problemas ajenos, pero sabía que esa chillona voz en su cabeza no la iba a dejar en paz si no la ayudaba. Con pocas ganas, se acercó al cubículo y tocó suavemente.

—Oye, ¿Estás bien?

—¡Vete! —gritó la chica, a lo que Isis se vio tentada a largarse.

—¿Hay algo que pueda hacer por ti? —"Que diga que no, que diga que no" era lo que pasaba por su mente.

—¡¿Puedes darme sangre pura?! —Isis entendió por dónde iba la cosa, era la chica a la que las Z estaban molestando más temprano, la hija de muggles que por alguna razón entró a Slytherin.

—¿Quién te está molestando? ¿es Malfoy? ¿Pansy? —se quedó en silencio, a lo que Isis continuó—. Mira, no sé qué pienses hacer al respecto, pero te diré que si te ven sufriendo solo los alientas más, si yo fuera tú, les devolvería el golpe —la chica siguió en silencio—. Oye, ya me voy, solo, se mejor que ellos.

Isis salió de allí para continuar con sus asuntos, no había salido tan mal de esa situación creía ella. En la sala común fue directo a sentarse junto a Blaise, se sentía aliviada, por fin una compañía agradable después de tanto alboroto, él parecía sentirse igual, tan pronto Isis se sentó no dejó de hablar de como sufrió en clase de pociones, por un lado, los bruscos de Goyle y Crabbe, y por el otro los Gryffindor que según él tenían la insoportable personalidad de un Golden Retriever. Isis se reía a carcajadas de las expresiones de Blaise.

Más tarde recibió una nota, era su tío, quería hablar con ella. Isis fue directo a las mazmorras.

—Hola profesor —dijo Isis provocando una sonrisa casi imperceptible en el rostro de Severus.

—Hola niñata, ¿Cómo te has sentido está semana?

—Bien papá, en realidad las clases se sienten bastante sencillas —él dejó de mirarla y comenzó a organizar su escritorio.

—Si, me lo temía, no te preocupes ya vendrán temas que sean más de tu interés —él parecía buscar algo—. ¿Tienes algún amigo?

—Zabinni, eso creo —aún sin mirarla Isis vio el sutil gesto de desdén en su cara.

—¿Y Malfoy?

—Pues como siempre, no he hablado mucho con él —volvió a mirarla.

—Recuerda que debes estar con él, es la única persona que en realidad conoces, se deben cuidar —Snape volvió a concentrarse en su escritorio lo que le permitió a Isis girar los ojos sin ser vista.



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En el texto hay: harrypotter, dracomalfoy, slytherin

Editado: 28.02.2021

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